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Xi Jinping impulsa la "férrea" relación de China y Serbia
Nemanja Rujevic | Mu Cui / DW La visita del presidente chino al país balcánico fortalece la llamada "relación de acero" que han desarrollado Pekín y Belgrado. En Serbia, China es vista como el aliado más fuerte después de Rusia. Quizás sea coincidencia que la visita a Belgrado del jefe de Estado chino, Xi Jinping, haya comenzado el 7 de mayo. O quizás no. Ese día, en 1999, fue cuando bombas de la OTAN alcanzaron la embajada china en la ciudad, matando a tres periodistas chinos y dejando una veintena de heridos. El ataque tuvo lugar durante la guerra en Kosovo, después de que la alianza militar occidental interviniera -sin mandato de la ONU- para detener los crímenes contra los albaneses étnicos. En ese momento, la OTAN aseguró que la embajada había sido atacada por error, pero China siempre ha dudado de la explicación. En un artículo de opinión publicado este martes 7 de mayo en un periódico serbio, Xi escribió: "No debemos olvidar que hoy hace 25 años, la OTAN bombardeó descaradamente la embajada china en Yugoslavia". Con este hecho como telón de fondo, China -y sus más de 1,400 millones de habitantes- y Serbia -con 6,6 millones- se han convertido en aliados en la lucha contra el orden mundial liderado por Estados Unidos. Se trata de economía El principal interés de ambos países con las relaciones económicas. Gracias a un enorme préstamo chino equivalente a 3,200 millones de euros, Serbia está construyendo actualmente 5 mil kilómetros de alcantarillas y 159 plantas de tratamiento de aguas residuales. Empresas chinas también operan una enorme acería en el centro de Serbia, una fundición y una mina de cobre en el este del país, además de una planta de neumáticos en el norte. El gigante asiático está involucrado asimismo en la construcción de un nuevo distrito en la capital serbia, incluido un estadio de última generación, mientras Belgrado se prepara para la Expo 2027. Serbia da acceso a la UE Las empresas chinas llevan muchos años utilizando a Serbia como puerta de entrada al mercado de la Unión Europea (UE). Aunque el país balcánico tiene acuerdos comerciales con Bruselas, no es miembro del bloque y, por ende, no debe atenerse a las estrictas normas del grupo. El presidente Aleksandar Vucic, a quien sus críticos describen como un autócrata, mantiene a la prensa bajo control, y suele estar presente en la inauguración de proyectos construidos por China, como un puente en la capital, un nuevo tramo de autopista o incluso una línea ferroviaria entre Budapest (Hungría) y Belgrado. Para Stefan Vladisavljev, del Fondo de Belgrado para la Excelencia Política, China se ha convertido en uno de los "pilares" del desarrollo económico y de infraestructura de Serbia en los últimos 15 años, lo que va de la mano con el discurso del Gobierno, que promete progreso, empleos y mejores salarios. El segundo socio comercial de Serbia Tras Alemania, China es el segundo mayor socio comercial de Serbia. Mientras el déficit comercial con Alemania ascendió a 500 millones de euros en 2023, con China llegó a 3,400 millones de euros. Un acuerdo de libre comercio que entrará en vigor en julio pretende cambiar este desbalance. Vucic ha dicho que el objetivo principal es vender más verduras, frutas, licores y vinos a los chinos. La "amistad de acero", como Pekín y Belgrado describen la relación, se vio reforzada a comienzos de la pandemia del coronavirus, cuando China envió grandes cantidades de mascarillas y vacunas, un obsequio que quedó en la memoria de la ciudadanía. En cambio, la ayuda entregada por la Unión Europea, que superó los 100 millones de euros, apenas fue mencionada en la prensa. Estos vínculos con China se suman a las fuertes relaciones de Serbia con Rusia, que Vucic mantiene pese a que oficialmente desea que su país ingrese a la UE. Serbia, que se ha negado a reconocer la independencia de su vecino Kosovo, recibe el apoyo de China y Rusia en esta postura, y ambas potencias tienen poder de veto en la ONU. "Amigo ideal" Mientras el apoyo ruso parece tener un costo político, especialmente desde que el Kremlin lanzó su ofensiva contra Ucrania, el respaldo chino aparentemente carece de condiciones. Vladisavljev dice al respecto que China tiene la "imagen fantasmal de un amigo ideal" para Serbia, lo que ha despertado sospechas tanto en la UE como en Estados Unidos, que ven a los Balcanes como zona de influencia occidental. Todo indica que la mayor parte de la población serbia apoya las estrechas relaciones con China. Según sondeos recientes, la ciudadanía considera a Rusia y China como sus principales aliados, muy por delante de la Unión Europea y Estados Unidos. JMRS |
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