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El Premio de la Paz de Dresde a título póstumo para Navalny
Jens Thurau | Roman Goncharenko / DW Ha sido un gran reconocimiento para Alexei Navalny, pero llegó demasiado tarde para él: el pasado 16 de febrero el disidente ruso de fama internacional murió en una prisión ártica en circunstancias que aún no han sido aclaradas. Ahora ha sido galardonado con el prestigioso Premio de la Paz de Dresde. La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, recibió el premio, que incluye una dotación de 10,000 euros. "El mundo debe finalmente dejar de lado sus ilusiones y falsas esperanzas y escuchar a quienes han advertido sobre Putin todos estos años", dijo Navalnaya en su discurso de aceptación. Con el líder ruso no se puede negociar, sostuvo. "No se le puede creer una sola palabra, y nunca parará. ¡Putin es la guerra!", aseguró. Navalnaya dedicó el premio a todos quienes "luchan por la paz en Rusia y lo arriesgan todo en el proceso". El panegírico estuvo a cargo del expresidente federal Joachim Gauck, quien elogió a Navalny como un "ícono de todos los rusos decentes" poco después de la noticia de su muerte. Miembros del grupo del Teatro Estatal de Dresde interpretaron, entre otras piezas, 'Los discursos de Alexei Navalny ante el tribunal'. Un bloguero con sentido del humor Navalny, nacido en 1976, había llamado la atención durante años sobre la corrupción y los abusos en su tierra natal y así ganó fama en todo el mundo. Sobrevivió a un atentado contra su vida y aun así regresó a su país de origen. Como bloguero, Navalny llegó, con su humor sutil, a millones de personas, especialmente a los rusos más jóvenes. Luchó contra la corrupción en el país y contra el gobierno de Vladimir Putin. Al hacerlo, se ganó muchos enemigos poderosos. El Kremlin hizo todo lo posible para mantenerlo fuera de la política. Sin embargo, Navalny logró organizar a sus seguidores por todo el país. Navalny comenzó su carrera como empresario y abogado. A finales de la década de 1990, cuando tenía veintitantos años, se afilió al partido liberal de izquierda "Yabloko", pero fue expulsado en 2007 debido a conflictos con la dirección, pero también por sus opiniones nacionalistas. Posteriormente participó activamente en un movimiento de esta tendencia, por lo que también generó polémica en los círculos de la oposición. Sobrevivió a un envenenamiento, pero incluso así regresó Su envenenamiento en 2020 atrajo gran atención internacional. Navalny fue trasladado en avión a Berlín, donde fue tratado con éxito en el famoso hospital Charité y sobrevivió. Culpó al servicio secreto interno ruso y a Putin personalmente por el intento de asesinato en su contra. Cuando se recuperó, decidió no obstante regresar a Rusia. Fue detenido en el aeropuerto de Moscú y posteriormente condenado a 19 años de prisión. Dijo no arrepentirse de haber vuelto. En diciembre de 2023, se le consideró durante varias semanas como desaparecido. Más tarde se reveló que lo habían llevado a un campo de prisioneros en el norte de Siberia. Él ya sospechaba que iban a mantenerlo aislado antes de las elecciones presidenciales de marzo de este año. Como cabía esperar, Putin obtuvo la reelección. Elocuente incluso en los tribunales El opositor se había venido quejando en repetidas ocasiones de la violación de sus derechos en prisión. Hasta el final, Navalny también aprovechó las audiencias judiciales para criticar duramente el sistema autoritario de Putin y la guerra de Moscú contra Ucrania. Alexei Navalny libró una batalla desigual. Semanas después de su muerte, el propio Putin confirmó que poco antes se habían estado realizando preparativos para un intercambio de detenidos. Por qué no se produjo no está todavía claro. Tampoco si esto realmente es cierto. Rusia sigue luchando brutalmente contra los críticos Incluso después de la muerte de Navalny sigue el régimen ruso utilizando una gran brutalidad contra los críticos. Los simpatizantes de Navalny han expresado recientemente desde Gran Bretaña su preocupación por la salud de uno de los más cercanos colaboradores del fallecido opositor, Vladimir Kara-Mursa. El hombre, de 42 años, fue condenado a 25 años de prisión en abril de 2023 por "alta traición". Anteriormente había acusado a Rusia de "crímenes de guerra" en Ucrania durante un discurso en Estados Unidos. Se trata de la sentencia de prisión más larga jamás impuesta a un crítico de Putin. Al igual que a Navalny, su familia y abogados dicen que el servicio secreto ruso intentó envenenarlo en 2015 y 2017. Desde entonces sufre graves problemas de salud. "Navalny se convirtió en un peligro para Putin" La asociación Amigos de Dresde Alemania, que otorga el premio, explica así su elección: "Navalny metió una y otra vez el dedo en la llaga a la dictadura rusa y se convirtió en el mayor peligro para Putin y su régimen. Por eso se convirtió en un preso político cuya muerte representa a las innumerables personas que están comprometidas con la libertad y la democracia en Rusia". El premio también quiere conmemorar cada año el bombardeo de Dresde por parte de los aliados el 13 de febrero de 1945, hace 79 años, tratando de contrarrestar la apropiación del aniversario por parte de la extrema derecha. La viuda de Navalny continúa su trabajo Después de la muerte de Navalny, su viuda se erige como el nuevo rostro de la oposición rusa. El 16 de febrero, inmediatamente después de la noticia de su muerte, pidió en la Conferencia de Seguridad de Múnich que Putin rindiera cuentas. Él y sus ayudantes deberían ser "castigados por lo que le han hecho a nuestro país, a mi familia y a mi marido". A principios de mayo se anunció que Deutsche Welle entregaría este año su Premio a la Libertad de Expresión a Yulia Navalnaya. El premio se entregará a principios de junio. Entre los ganadores anteriores del Premio de la Paz de Dresde, que se otorga desde 2010, se encuentran el expresidente de la Unión Soviética, el fallecido Mijail Gorbachov, o el director de orquesta Daniel Barenboim. JMRS |
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