Formato de impresión


"Todos han defendido la democracia y con eso el presidente Arce se ha dado un baño de popularidad que le va a durar poco"


2024-06-27

Por | BBC News

Los hechos que el presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció como un intento de golpe de Estado sucedieron de forma vertiginosa, giro tras giro.

Un grupo de militares cercó el Palacio Quemado, antigua sede del gobierno. Arce llamó a la población a movilizarse, se enfrentó cara a cara con el general que encabezaba la asonada y cambió el mando de las Fuerzas Armadas.

Tras nueva orden, los militares movilizados se replegaron y el general rebelde, Juan José Zúñiga, fue arrestado en medio de expresiones de defensa de la democracia boliviana dentro y fuera del país.

Zúñiga, que había sido destituido el martes como jefe del Ejército boliviano por unas declaraciones amenazantes contra el expresidente Evo Morales, procuró entonces responsabilizar a Arce de simular la asonada para ganar respaldo en medio de una situación crítica.

El analista político boliviano Carlos Toranzo sostiene que faltan certezas sobre lo que ocurrió en esas horas, pero está convencido de que Arce salió fortalecido por el momento.

“Todos han defendido la democracia y con eso se ha dado un baño de popularidad el presidente Arce, que creo que le va a durar muy poco”, dice Toranzo en una entrevista con BBC Mundo.

Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico con este excoordinador de las áreas de investigación política y económica de la Fundación Friedrich Ebert en Bolivia que también ha sido consultor de organizaciones internacionales:

¿Cómo evalúa lo que sucedió en Bolivia con un intento de golpe de Estado denunciado por parte el presidente Arce?

Hay muy poca claridad ahora en saber si era un intento de golpe de Estado o llamativamente un show montado por el propio gobierno.

Quien hace el supuesto golpe era el militar más obsecuente con el presidente Arce y dijo en días anteriores que apresaría a Evo Morales si este insiste en candidatear a la presidencia.

Arce lo destituye esta mañana pero Zúñiga sigue en funciones, lleva tanquetas a la plaza Murillo, no corta comunicaciones del Palacio de Gobierno ni del Legislativo.

El sublevado conversa con el presidente en dos ocasiones.

Más tarde el presidente, que estaba en reunión de gabinete, posesiona a otro mando militar que no sabemos por dónde entró si toda la plaza Murillo estaba cercada.

Y el supuesto golpista después declara que había hecho un acto acordado con el presidente el domingo, de llevar tanquetas a la plaza Murillo para subir la popularidad del presidente.

Hay una total tranquilidad del presidente y de todo su gabinete.

No hubo movilización de tropas en ninguno de los demás departamentos.

Es extraño.

No hay certeza de golpe. No hay certeza de montaje. Por lo menos juguemos las dos hipótesis.

La posibilidad que menciona de que esto haya sido orquestado por el propio gobierno parece ir a contrapelo con la forma en que actuaron los militares al entrar de forma violenta al Palacio Quemado…

Pero mire usted: en todo golpe de Estado se cortan las comunicaciones de palacio. No se cortaron las comunicaciones de palacio, de la televisión oficial, de las radios oficiales…

En la plaza Murillo había miles de personas, todos los canales de televisión transmitiendo en vivo, los ministros dando vueltas.

El gobierno nunca acuarteló a la policía para defender plaza Murillo.

Y las dos veces que entró Zúñiga al palacio, un poco a la fuerza, no dijo que le pidió la renuncia. Dijo que había que liberar a algunos presos de la derecha.

Es extraño que un minuto hayan desaparecido todos los militares que estaban cercando la plaza Murillo.

¿Qué podrían ganar quienes simularan esto?

Arce está ganando. Todo el país ha defendido a la democracia.

La ha defendido Morales, toda la oposición conservadora, todos los movimientos sociales que piden dólares.

Todos han defendido la democracia y con eso se ha dado un baño de popularidad el presidente Arce, que creo que le va a durar muy poco porque la crisis económica continúa tan fuerte como antes.

¿Qué más se sabe del general Juan José Zúñiga?

Se sabe que era un militar muy cercano a Arce, con unas Fuerzas Armadas que están muy premiadas por el gobierno.

Uno de los principales aliados del gobierno son las Fuerzas Armadas. Distribuyen los bonos que da el gobierno a sectores vulnerables.

Hay una alianza entre el gobierno de Arce y las Fuerzas Armadas, como sucedía también con Morales.

Por eso sería extraño que las Fuerzas Armadas se levanten contra un aliado.

Todo esto ocurre con el telón de fondo de una disputa entre el presidente Arce y el expresidente Evo Morales, pese a que ambos eran aliados políticos dentro del Movimiento al Socialismo (MAS). ¿Cómo quedará la relación entre ellos ahora?

Está deteriorada desde hace tiempo. Uno critica al otro de quién es más cercano al narcotráfico. Se critican de quién es más corrupto o menos corrupto.

Creo que están cegados por la ansiedad de poder. Eso le hace daño al país y al partido de gobierno.

Mientras tanto, Bolivia vive una crisis económica intensa.

¿No hay una posibilidad de que este episodio los una nuevamente?

Lo que hay es una posibilidad de que cualquier intento de levantarse por parte de Morales sea criticado por Arce como un intento otra vez de propiciar un golpe de Estado.

O que cualquier movilización popular pidiendo hidrocarburos o dólares sea enjuiciada como un intento de hacer un golpe de Estado.

Creo que por ahí viene el futuro.

El general Zúñiga también había dicho que Evo Morales “no puede ser más presidente” del país y amenazó con arrestarlo. El exmandatario respondió convocando a una movilización nacional en apoyo a la democracia. ¿Morales podría salir fortalecido de esta crisis?

No, para nada. Morales va a ser uno de los telones de fondo con algo de grado “de culpabilidad” de lo que ha pasado.

Arce quiere desembarazarse de Morales y de los sectores conservadores. No ganan Morales ni los sectores conservadores. Ganó Arce, pero por poco tiempo.

Como usted señalaba, Bolivia pasa también en un momento especial con la economía afectada por una escasez de dólares y de combustibles, y con la Asamblea Legislativa paralizada. ¿Diría que hay un descontento social que intentaron aprovechar algunos militares?

En absoluto. No había ninguna movilización militar. Lo que hay es descontento social.

Pero este es un acto aislado de Zúñiga. No hubo movimiento militar en todos los departamentos ni en otras provincias de La Paz. Entonces esto no es un acto institucional de las Fuerzas Armadas.

¿Este episodio desnudó la fragilidad de la democracia boliviana? ¿O, por el contrario, mostró su fortaleza al ser respaldada por todos los partidos políticos del país, incluidos los principales opositores que señalaron que el mandato del actual gobierno termina en 2025, así como por la comunidad internacional?

Demuestra la fragilidad de las instituciones. Pero demuestra otra cosa: la gente, la calle, quiere democracia. Quiere que Arce acabe su mandato. Esa es la contraparte.

Si no funciona el Parlamento, es una institución débil. Si el Tribunal Electoral está cooptado, es una institución débil o inexistente, igual que el Poder Judicial y el Ministerio Público.

Pero la gente no quiere golpes de Estado; quiere que los gobiernos electos acaben su mandato. Hay una sed de democracia en la gente. Por eso todos, moros y cristianos, han defendido hoy día la democracia. Ese es el saldo positivo.

Lo negativo es que las instituciones son cada vez más frágiles.



aranza


� Copyright ElPeriodicodeMexico.com