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Los deportistas disfrutan los primeros días en la gigante Villa Olímpica previo a la inauguración


2024-07-22

 

PARÍS (AP) — La jugadora australiana de voleibol de playa Taliqua Clancy recibió una inesperada sorpresa mientras caminaba en la villa de los atletas el lunes en París.

Entre la legión de atletas de alrededor del mundo, una figura destacó: el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

“Tuvimos la oportunidad de verlo, lo que fue genial. Estaba dando vueltas esperando tomarme una selfie, pero tuve que venir aquí”, para una conferencia de prensa, dijo a los periodistas, riendo. De todos modos, probablemente no se habría acercado lo suficiente, porque el equipo de seguridad de Macron se la llevó.

“Pero con suerte podremos ver algunas caras famosas más”, dijo Clancy, una de los 66 atletas indígenas del equipo olímpico australiano en París, seis más que en Tokio.

“Soy una aborigen orgullosa y es especial tener obras de arte y diseño” en el pueblo, dijo Clancy, de 32 años.

Clancy y su compañera Mariafe Artacho del Solar fueron medallistas de plata en los Juegos de Tokio hace tres años.

Artacho del Solar dio su primera impresión de la villa, en donde más de 14,000 deportistas y oficiales de las delegaciones se hospedan, y que es del tamaño de 70 campos de fútbol.

“Ha sido increíble hasta ahora, se siente muy segura”, dijo. “Paseamos un rato para recorrerla hoy, y nos tomamos una buena foto con los anillos”.

La Villa Olímpica se encuentra en sí en el suburbio de Saint-Denis, conocido en el mundo del deporte como el hogar del Stade de France, donde juegan los equipos nacionales de fútbol y de rugby de Francia. Está ubicado en una zona anteriormente deteriorada, transformada en un vibrante centro internacional para los Juegos Olímpicos del 26 de julio al 11 de agosto y para los Paralímpicos del 28 de agosto al 8 de septiembre.

“Es fantástico ver un montón de países diferentes por aquí”, dijo el lunes el jugador de rugby de Estados Unidos, Lucas Lacamp.

La Villa cuenta con un gran comedor con diferentes puestos de comida para diferentes gustos de todo el mundo, un basto gimnasio, campos de entrenamiento para varios deportes, una policlínica, salas de oración y un centro antidopaje.

“Definitivamente estaba deseando ir a la zona de comida, no mentiré sobre eso”, dijo la jugadora de rugby siete de Nueva Zelanda, Risaleanna Pouri-Lane, quien ganó la medalla de oro femenina en Tokio. “Ha sido genial. Hemos tenido un par de días para empaparnos de toda la villa y del ambiente olímpico”.

Andrew Knewstubb, medallista de plata en el rugby masculino en Tokio, explicó la marcada diferencia entre el Tokio de hace tres años, afectado por la pandemia, y París.

“Lo más notorio es que la gente no está usando máscaras”, dijo Knewstubb, añadiendo que le gusta que los atletas ahora pueden saludarse o acercarse a intercambiar pines, “sin la vacilación del Covid”.

Los atletas se alojan en cinco zonas residenciales, cada una de las cuales lleva el nombre de una zona conocida de París: Abbesses, Bastille, Dauphine, Étoile y Fêtes. Teniendo en cuenta la protección del medio ambiente, el pueblo ecológico cuenta con coches eléctricos que transportan a los atletas. Pouri-Lane disfrutó andar en una de las muchas bicicletas proporcionadas para uso de los atletas.

La ex estrella del ciclismo en pista Anna Meares es cuatro veces olímpica y dos veces medallista de oro. Meares es ahora la jefa de misión del equipo australiano y dijo que se tomaron decisiones con respecto a la residencia del equipo en la villa.

“Aprendimos mucho de Tokio, lo que influyó en las decisiones que tomamos en nuestra configuración”, dijo.



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