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Los líderes latinos dejan de lado sus antiguos roces con Kamala Harris sobre inmigración


2024-07-29

 

WASHINGTON — Es probable que ningún tema sea más espinoso en la campaña electoral para la vicepresidenta Kamala Harris, la presunta candidata presidencial demócrata, que la inmigración. Los republicanos la presentan falsamente como la fallida “zarina de la frontera” del presidente Joe Biden y lanzan anuncios en los que la vinculan a las políticas del gobierno de Biden que, según ellos, han contribuido al caos en la frontera.

Pero la condena también procede de los demócratas liberales y progresistas, que junto con grupos defensores de los derechos de los inmigrantes han culpado a Harris de formar parte de un gobierno que, según ellos, ha perdido terreno en esta cuestión ante el expresidente Donald Trump y sus aliados.

En uno de los momentos que más llamaron la atención de la vicepresidencia de Harris, los funcionarios electos latinos y los defensores de los derechos de los inmigrantes la criticaron por su reprimenda relacionada con el creciente número de migrantes en el verano de 2021. “No vengan”, les dijo, en una conferencia de prensa en Guatemala, donde se encontraba en una gira diplomática.

Robert Rivas, un legislador del estado de California, ayudó al Caucus legislativo latino a redactar una enérgica declaración en contra de esos comentarios, e instó a Harris y al gobierno de Biden a no disuadir a los solicitantes de asilo “de hacer lo que tienen que hacer para sobrevivir”.

Pero tres años después, Rivas, ahora presidente de la Asamblea de California, respaldó a Harris pocos minutos después de que el presidente Joe Biden abandonó la carrera electoral el pasado domingo. Es uno de los muchos de esos mismos líderes que hacen de lado sus rencillas con la Casa Blanca, con el argumento de que Harris es mucho más preferible que Trump.

“Trump fue un absoluto desastre para nuestro país y no hay comparación entre los dos candidatos”, afirmó Rivas, citando el historial punitivo de Trump contra los inmigrantes de países latinoamericanos y de mayoría musulmana.

Encuestas y grupos focales mostraron que más votantes latinos, al igual que la mayoría de los votantes estadounidenses, confiaban en que Trump arreglaría los problemas de la frontera sur mejor que Biden y los demócratas. También son más los que se han mostrado partidarios de endurecer las medidas de control de la inmigración, mientras que el número de inmigrantes detenidos batió récords el año pasado y los republicanos siguen tachándolos de invasores, delincuentes y terroristas en potencia.

Alfonso Aguilar, director de participación hispana en el American Principles Project, un grupo de expertos socialmente conservador, afirmó que Harris tendría problemas para distanciarse de las políticas del gobierno de Biden, que han desanimado a muchos hispanos.

‌“Es otra persona, pero son las mismas políticas, los mismos problemas”, afirmó Aguilar.

Líderes demócratas latinos dijeron que veían la oportunidad de un cambio con Harris y algunos líderes de los derechos de los inmigrantes que solían criticarla por decir “No vengas” dijeron que creían que había aprendido de esa experiencia y que adoptaría un enfoque diferente como presidenta.

Sus seguidores mencionan su educación como hija de madre india y padre jamaicano y su experiencia para forjar su camino político en California, un estado donde aproximadamente el 40 por ciento de la población es latina y casi la mitad de los niños tienen al menos un progenitor inmigrante.

“Esos antecedentes aportan empatía y comprensión a la agenda sobre inmigrantes”, dijo Héctor Sánchez Barba, presidente de Mi Familia Vota, un grupo que trabaja para movilizar a los votantes latinos.

Sánchez Barba ha denunciado sin cesar las medidas del gobierno de Biden para cerrar la frontera y frenar el asilo. Sin embargo, fue uno de los líderes latinos que asistieron el jueves a una carne asada en la residencia de Harris en Washington, donde tuvieron la oportunidad de hablar con la vicepresidenta sobre política y movilización de los votantes latinos. Sánchez Barba y otros asistentes dijeron sentirse “esperanzados” de que Harris sea capaz de articular una visión que equilibre la aplicación de la ley en la frontera con la mejora de las vías legales para la ciudadanía.

Harris ya tiene el apoyo de demócratas latinos, como el senador por California Alex Padilla, la representante por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez y los representantes por Texas Joaquín Castro y Verónica Escobar. También cuenta con el apoyo de tres importantes organizaciones latinas de participación electoral y derechos civiles: Mi Familia Vota, Voto Latino y UnidosUS Action Fund.

Janet Murguía, presidenta de UnidosUS Action Fund, dijo que esos grupos ayudarían a la campaña de Harris a hacer frente al escepticismo sobre su historial de inmigración con mensajes y voluntarios en contiendas clave que implican poblaciones latinas grandes o de rápido crecimiento, incluidas las de Arizona, Pensilvania y Carolina del Norte. Murguía y otros líderes también han estado trabajando para aumentar su coordinación, ya que han tratado de aplicar las lecciones aprendidas de 2016. Ese año, la campaña de Trump satanizó a los mexicanos y a los inmigrantes, pero pocos líderes latinos creyeron que pudiera ganar.

“Hay un sentido de urgencia para unificarse cuanto antes para respaldar a la vicepresidenta Harris”, comentó Murguía.

La campaña de Harris ofreció una muestra de su mensaje sobre la inmigración en una llamada virtual con latinas el miércoles en la que participaron unas 4500 personas, incluidas celebridades y funcionarios electos, y se recaudaron unos 118,000 dólares. La llamada inició con un video de ella hablando y reuniéndose con simpatizantes mientras describía generaciones de inmigrantes que habían hecho más fuerte a la nación y la llegada de su madre a Estados Unidos a los 19 años (cientos de mujeres inundaron el chat, con gritos de “¡Sí!”, “¡Wepa!” y “¡Sí se puede!”).

En las próximas semanas, Harris tendrá que sortear el dilema entre la dureza y la compasión, e incluso algunos demócratas latinos y líderes de los derechos de los inmigrantes reconocieron la división entre los votantes hispanos.

El historial de Harris la hace vulnerable a las críticas de la derecha y la izquierda.

Los conservadores señalan que, como fiscal, fiscal general y senadora en California, se alineó con los demócratas que buscaban ampliar y proteger los derechos de los inmigrantes que viven ilegalmente en el estado. Desarrolló estrechos vínculos con el sindicato United Farm Workers y con líderes sindicales latinos como Dolores Huerta.

Alejandra Gomez, directora ejecutiva de Living United for Change in Arizona, o LUCHA, un grupo de movilización de votantes latinos al que se atribuye el impulso de las victorias demócratas en las elecciones estatales, dijo que aunque algunos de sus miembros habían criticado la declaración de Harris en Guatemala, la respaldaron de manera unánime.

“Tenemos que seguir centrándonos en el panorama general”, dijo Gomez.



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