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Ahí vienen los robots a cumplir una misión: instalar paneles solares
Brad Plumer / NYT Las empresas dedicadas a construir a toda velocidad enormes parques solares por todo Estados Unidos enfrentan un problema cada vez más notorio: no hay suficientes trabajadores. Así que optaron por recurrir a los robots en busca de ayuda. El martes, AES Corp., una de las mayores empresas de energía renovable del país, presentó un robot, el primero de su tipo, capaz de arrastrar e instalar los miles de paneles pesados que por lo regular se requieren para construir un parque solar grande. AES indicó que el plan es que su robot, llamado Maximo, llegue a instalar paneles solares en la mitad del tiempo que les toma a los seres humanos y a la mitad del costo. Maximo, que es casi del tamaño de una camioneta pickup, cuenta con un enorme brazo extensible con ventosas que le permiten levantar los paneles solares uno por uno y colocarlos en filas muy exactas; en este proceso, utiliza inteligencia artificial y visión artificial para situarlos en la posición correcta. Tras meses de pruebas, AES está lista para poner a Maximo a trabajar en el desierto de California este mismo año: ayudará a instalar paneles en el mayor proyecto de energía solar y baterías en construcción destinado a contribuir al suministro de electricidad de los centros de datos de Amazon. Si todo sale bien, la empresa planea construir cientos de robots similares accionados con IA. Este desarrollo forma parte de una tendencia creciente: las empresas energéticas quieren aprovechar la automatización para cubrir la escasez de trabajadores, recortar costos y agilizar la construcción de centrales solares enormes, que suele consumir mucha mano de obra. Sin cambios drásticos, según estas empresas, será imposible implementar la energía solar con la rapidez necesaria para combatir el calentamiento global y cubrir las necesidades de electricidad del país, que aumentan con gran rapidez. “Observamos escasez de mano de obra en proyectos de construcción en Estados Unidos, lo que crea un cuello de botella para el desarrollo de parques solares”, señaló en una entrevista Andrés Gluski, director ejecutivo de AES. “¿Qué opciones tenemos para resolver esta situación? Pues bien, los robots pueden trabajar 24 horas al día, ¿no es así? Los robots pueden levantar paneles solares de 36 kilos sin ningún problema”. Este creciente interés en la automatización coincide con declaraciones del presidente Joe Biden y otros políticos de que un auge en la energía limpia podría crear millones de empleos. “Siempre que se habla de automatización, se da esta dinámica de estira y afloja”, explicó Katie Harris, vicepresidenta de relaciones federales en BlueGreen Alliance, una alianza de sindicatos de trabajadores y grupos ambientales. “Puede ayudar a que la gente sea más productiva, pero también queremos crear empleos sindicalizados con buenos salarios, y la automatización no siempre ayuda para que sea así”. Se espera un incremento astronómico en la demanda de energía solar en la siguiente década gracias a la marcada caída en los costos de los paneles, los cientos de miles de millones de dólares que el gobierno federal ofrece en subvenciones y el creciente interés de las empresas tecnológicas en conseguir electricidad libre de carbono para sus centros de datos. Según algunos cálculos, el país necesitará 475,000 trabajadores en el sector de la energía solar para 2033, casi el doble del número actual. Sin embargo, el 44 por ciento de las empresas solares ya dicen que es “muy difícil” encontrar trabajadores calificados, según una encuesta reciente. Puede ser especialmente difícil contratar trabajadores de la construcción para instalaciones solares de grandes dimensiones, que en general se encuentran en áreas desérticas remotas. Es un trabajo que requiere levantar e instalar cientos de paneles al día, cada uno con un peso mínimo de 27 kilos, en lugares en que las temperaturas pueden superar los 43 grados Celsius. Sin embargo, tampoco es fácil crear máquinas capaces de hacer este trabajo. A diferencia de los robots que trabajan en líneas de ensamblaje dentro de las fábricas, los robots que operan en exteriores deben ser resistentes a la lluvia, al polvo y al lodo, además de adaptarse a un terreno irregular y otras sorpresas. Para superar estos obstáculos, AES cuenta con avances en la IA que les permiten a sus robots reconocer condiciones difíciles en exteriores y distintos tipos de módulos solares, y adaptarse según sea pertinente. “Uno de los mayores problemas que tuvimos que resolver fue el resplandor”, comentó Deise Yumi Asami, fundadora del proyecto Maximo de la empresa. Cuando el robot se trasladó de Nueva York a Ohio para hacer pruebas, de repente percibió que la luz solar se reflejaba en los módulos a ángulos distintos, así que los ingenieros de la empresa tuvieron que entrenar al robot para que se adaptara. Hasta la fecha, AES ha instalado 10 megavatios de paneles solares con sus robots, suficientes para suministrar electricidad aproximadamente a 2000 hogares. La empresa planea utilizar a Maximo para instalar 100 megavatios para 2025, aunque esa cantidad todavía es solo una fracción de los 5000 megavatios de energía solar que la empresa espera construir en los siguientes tres años. AES espera llegar a tener cientos de robots. Gluski señaló que AES es una de las primeras empresas en alimentar a la red eléctrica con electricidad de baterías de iones de litio, una práctica que comenzó poco a poco pero ya se generalizó. “Hay una curva de aprendizaje, como sucede con todas las tecnologías”, reconoció. En la actualidad, construir un parque solar grande lleva entre 12 y 18 meses. Pero en vista del frenesí que se vive en Estados Unidos con respecto a la construcción de centros de datos y de que muchas empresas quieren conseguir rápidamente un suministro de electricidad seguro, AES quiere reducir significativamente el tiempo de construcción. Otras empresas solares también están explorando la automatización. Built Robotics, empresa emergente con sede en San Francisco, está utilizando robots que colocan los pilotes para construir los cimientos de las plantas solares. Esta empresa afirma que, si se automatizan algunos procesos, una tarea que por lo regular requiere entre seis y siete trabajadores puede realizarse con solo dos trabajadores y hasta tres veces más rápido. Terabase Energy, empresa emergente con oficinas en Berkeley, California, desarrolló una pequeña fábrica móvil que emplea robots para ensamblar módulos solares en el lugar e instalarlos en anaqueles. Esta tecnología ya se usó para instalar 17 megavatios de paneles en un parque solar en Arizona y la empresa declaró que la construcción fue un 25 por ciento más rápida. Matt Campbell, director ejecutivo de Terabase, quiere disminuir el costo de la energía solar a la mitad. La energía solar ya es una de las opciones más baratas para generar electricidad. Pero si el mundo quiere aprovechar la energía del sol para remplazar el gas natural que se usa en la fabricación de fertilizantes o combustibles de hidrógeno, entonces la energía solar necesita abaratarse aún más, aseveró. El costo de los paneles en sí no ofrece mucho margen para mayores reducciones. “La única opción para lograrlo es abaratar muchísimo más la construcción”, dijo Campbell. Gluski señaló que no espera que los robots remplacen por completo a los trabajadores. “Mi idea no es llegar a contratar menos personas, sino hacer el doble con el mismo número de personas”, explicó, y añadió que los robots podrían hacer que el trabajo sea más seguro para los seres humanos porque se encargarían del trabajo desgastante de levantar los pesados paneles solares en el calor. Además, AES podría ampliar la gama de los trabajadores que contrata para operar los robots. “No tendría que contratar únicamente a hombres que pesen 100 kilos”, afirmó. aranza |
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