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El mensaje constante de Trump en internet y sobre el escenario: tengan miedo
Por | Michael Gold En sus mítines, el expresidente Donald Trump cambia abruptamente de tema: de los aranceles puede saltar a la política de inmigración y luego a los problemas de los vehículos eléctricos. Pero suele volver al mismo mensaje apocalíptico. “Ya no tendrán país”, advirtió Trump en un mitin en Las Vegas el mes pasado. “Están muy cerca de no tenerlo. Su única esperanza es que me elijan”. Es un pronóstico que Trump ha hecho en repetidas ocasiones en discursos, entrevistas y en las redes sociales durante el año que ha estado en campaña para volver a la Casa Blanca. Aunque desde hace mucho tiempo ha utilizado el miedo como herramienta para agitar a su base conservadora e influir en los votantes indecisos, Trump ha llevado sus profecías catastrofistas a un nuevo extremo, aumentando tanto su frecuencia como su alcance. Suele predecir que, si pierde contra la vicepresidenta Kamala Harris en noviembre, Estados Unidos quedará devastado. Estallará la Tercera Guerra Mundial, lo que probablemente provocará una catástrofe nuclear global. Ya no habrá Estados Unidos. Israel dejará de existir. Bandas de inmigrantes asesinos invadirán ciudades, pequeños pueblos, el estado de Colorado y todo el país. Las fábricas cerrarán. Los agricultores perderán sus granjas. Estados Unidos se enfrentará a un “baño de sangre” económico. Durante un discurso el sábado en Wisconsin, Trump declaró que los inmigrantes “entrarán en tu cocina, te cortarán el cuello” y que “tus pueblos, tus ciudades, tu país está siendo destruido”. Se detuvo a los 20 minutos para aligerar el tono de su funesta retórica. “¿No es este un discurso maravilloso e inspirador?”, preguntó Trump en tono jocoso, a lo que el público reaccionó con una risa entre dientes. “Hay gente sentada en primera fila que dice: ‘Dios mío’. Pensaban que estarían dando saltos. ‘Hagamos a Estados Unidos grandioso de nuevo’. Vamos a hacer eso también. No se preocupen, aún no hemos llegado a esa parte. Solo digo. Este es un discurso muy oscuro”. Karoline Leavitt, portavoz de la campaña de Trump, defendió el lenguaje de Trump y dijo que reflejaba su visión de la nefasta realidad a la que se enfrenta el país. Sobre la inflación, la delincuencia y la crisis de fentanilo, Leavitt dijo que Trump “reconoce el estado decadente de nuestro país y ofrece una visión optimista para el futuro con el fin de hacer de Estados Unidos un país seguro, protegido y rico de nuevo”. Trump ha usado el miedo como fuerza impulsora a lo largo de su carrera política. En 2016, avivó las tensiones en torno a la inmigración tachando a los inmigrantes mexicanos de “asesinos” y “violadores”. Y durante su campaña de 2020 adoptó el mismo tono cuando agitó las preocupaciones sobre la delincuencia urbana para tratar de atraer a los votantes suburbanos blancos. Durante su tercera contienda por la Casa Blanca, Trump ha revivido sus predicciones alarmistas y las ha extendido a todo el globo. En casi todos sus discursos, Trump advierte que Estados Unidos está al borde de una guerra mundial que solo él puede evitar. Trump afirma falsamente que presidió una era de paz mundial y sostiene que la continuidad del liderazgo demócrata prolongará los conflictos de Ucrania y la Franja de Gaza con efectos devastadores. La semana pasada, encendió preocupación respecto a una guerra terrestre estadounidense cuando aseveró falsamente ante cientos de personas en Carolina del Norte que el presidente Joe Biden y Harris “no estarán satisfechos hasta que envíen a chicos estadounidenses a Ucrania” a “morir al otro lado del océano”. Biden ha manifestado su oposición a hacerlo. Y en la mayoría de los mítines de este año, Trump ha advertido que habrá un calamitoso conflicto nuclear si no gana en otoño. “Van a acabar en la Tercera Guerra Mundial”, dijo en el mitin de Las Vegas. “Van a tener un holocausto nuclear si no tenemos cuidado. Esta gente no tiene ni idea”. Sarafina Chitika, portavoz de la campaña de Harris, acusó a Trump de esconder su falta de política tras su retórica. “Donald Trump no puede venderle otra cosa al pueblo estadounidense más que oscuridad y mentiras”, señaló en un comunicado. “En lugar de ofrecer soluciones, vende teorías conspirativas y critica a nuestro país”. Aun así, Trump sigue reservando sus predicciones más negativas para el tema de la inmigración. En su campaña de este año, Trump ha aprovechado un aumento en el número de inmigrantes indocumentados que cruzaron la frontera durante el gobierno de Biden. Aunque ese aumento ha disminuido significativamente en los últimos meses, Trump sigue presentando a los inmigrantes como una fuerza invasora empeñada en destruir a Estados Unidos y a menudo distorsiona hechos o datos con alusiones a una “ola de crímenes de inmigrantes” que las estadísticas nacionales no respaldan. Ignorando que una parte sustancial de los inmigrantes son familias con niños, Trump caracteriza en general a quienes cruzan la frontera como delincuentes violentos o enfermos mentales. En repetidas ocasiones ha comparado a los inmigrantes no autorizados con Hannibal Lecter, el asesino en serie y caníbal ficticio de “El silencio de los inocentes”, e incluso ha afirmado sin ningún fundamento que otros países vaciaron deliberadamente sus prisiones y “manicomios” para enviar a esas poblaciones a Estados Unidos. Más recientemente, las pantallas de sus mítines han mostrado imágenes con leyendas alarmistas durante sus discursos. Una de ellas, mostrada en varios actos de campaña y compartida por la campaña de Trump en redes sociales, parece ser una representación generada digitalmente de un hombre con un cuchillo que acecha a una mujer en un callejón oscuro, con la leyenda: “Nadie está a salvo con las fronteras abiertas de Kamala”. Otra hace referencia a sus afirmaciones desacreditadas de que una banda venezolana se apoderó de un complejo de apartamentos en Aurora, Colorado. Es una imagen de hombres latinos tatuados con el pie de foto: “Tus nuevos administradores si Kamala resulta electa”. En dos discursos recientes destinados a atraer a los votantes judíos, predijo que Israel dejaría de existir en dos años si perdía en noviembre. “Si no gano, creo que Israel será erradicado, y no pueden permitir que eso ocurra”, dijo. Luego instó a un rabino presente en la sala a “convocar a todo el mundo y lograr que voten”. aranza |
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