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¿Trump podría ganar el voto popular pero perder el Colegio Electoral?
Nate Cohn / NYT Kamala Harris y Donald Trump están empatados en 48 por ciento según la última encuesta nacional del ciclo electoral que fue realizada el viernes por The New York Times/ Siena College. Si se incluyen los candidatos de partidos minoritarios, Trump tiene una ventaja de un punto porcentual. No hace falta decir que esto muestra una contienda extremadamente reñida, y no es el único sondeo que lo hace. Durante la última semana, varias encuestas de gran calidad han mostrado un empate o incluso una ventaja de Trump. Una encuesta de The Wall Street Journal, por ejemplo, daba a Trump una ventaja de tres puntos, mientras que CNBC le daba una ventaja de dos puntos. El promedio de encuestas de The New York Times situaba la ventaja de Harris en un punto a última hora del jueves. Todo esto plantea una posibilidad que poca gente habría contemplado al principio del ciclo: una victoria de Trump en el voto popular nacional. Los demócratas han ganado el voto popular nacional en siete de las últimas ocho elecciones presidenciales por lo que, con frecuencia, eso pareciera suficiente como para que muchos crean que los demócratas lo tienen asegurado. Sin embargo, muchas de estas victorias en el voto popular han sido ajustadas. Una victoria republicana ha sido concebible en varias ocasiones, y aunque no ocurrió, ciertamente podría haber ocurrido en circunstancias ligeramente distintas. Si Trump ganara el voto popular esta vez, sería fácil de explicar. La encuesta muestra que Harris se enfrenta a verdaderos vientos en contra, del tipo que normalmente le costaría las elecciones a un candidato: Solo el 28 por ciento de los votantes dice que el país va por buen camino. Ningún partido ha conservado la Casa Blanca (o ganado el voto popular) cuando una proporción tan pequeña de votantes piensa que las cosas van bien. El índice de aprobación del presidente Biden es solo del 40 por ciento. Ningún partido ha ocupado la Casa Blanca (o ganado el voto popular) con un índice de aprobación del presidente tan bajo. También hay retos más profundos para Harris. Según la encuesta, Trump tiene ventaja en el tema más importante para los votantes: la economía. Y, en general, más votantes dicen confiar en Trump en cualquiera de los temas que les preocupan más. Por supuesto, Harris podría ganar fácilmente la votación nacional. Trump tiene muchos puntos débiles propios, incluidos algunos que han vuelto a la palestra esta semana, como el comentario de su ex jefe de gabinete John Kelly de que encaja en la definición de fascista. Pero, en conjunto, hay datos más que suficientes para que sea fácil imaginar una victoria de Trump en el voto popular. ¿Harris podría ganar el Colegio Electoral? En 2016, Hillary Clinton ganó el voto popular por dos puntos, pero perdió la presidencia por un estrecho margen porque Trump obtuvo buenos resultados en los estados disputados del Medio Oeste, relativamente blancos y de clase trabajadora. Cuatro años después, Biden ganó el Colegio Electoral, pero su desventaja en los estados clave en relación con la nación fue en realidad incluso mayor que la de Clinton en 2016. Ganó el voto nacional por 4,5 puntos, pero ganó el estado decisivo —Wisconsin— por solo seis décimas de punto. Teniendo en cuenta estos antecedentes, Trump podría parecer seguro vencedor si el voto nacional estuviera empatado, por no hablar de si realmente ganara el voto nacional. Pero es posible que eso no sea tan seguro como muchos creen. Como hemos informado durante más de un año, hay muchos indicios de que la ventaja de Trump en el Colegio Electoral se está desvaneciendo. En parte, esto se debe a la demografía: Harris está resistiendo relativamente bien entre los votantes blancos, quienes representan una parte desproporcionada del voto en los estados clave del norte. También puede reflejar algo más profundo, que se desarrolla estado por estado tras la pandemia, el movimiento “Stop the Steal” (“Detengan el robo”) y la anulación del fallo del caso Roe contra Wade. Todos estos acontecimientos se sintieron de manera muy distinta en los estados, y parecieron dejar una marca inconfundible en el mapa de las elecciones de medio mandato. En 2022, los demócratas obtuvieron buenos resultados en muchos estados clave en los que la democracia y el aborto estaban en juego, mientras que los republicanos arrasaron en estados poco competitivos como Florida o Nueva York. Las encuestas han mostrado un patrón similar este ciclo, con Harris resistiendo en los campos de batalla mientras Trump obtiene una ventaja de dos dígitos en Florida. En consecuencia, no descartaría por completo una victoria de Harris en el Colegio Electoral aunque Trump ganara por un estrecho margen el voto popular. No digo en absoluto que sea probable. Es posible que sea demasiado pedirle a Harris que arrase en Pensilvania, Wisconsin y Míchigan si está perdiendo tanto terreno en el resto del país. Puede parecer especialmente difícil en estos estados concretos porque las encuestas se han equivocado aquí en los últimos ciclos. También cabe preguntarse si la población árabe-estadounisense y musulmana de Míchigan, enfadada por la guerra en Gaza, podría darle la ventaja a Trump en este escenario. Pero, al menos en los sondeos, todas las piezas para una victoria de Harris en el Medio Oeste siguen en su sitio, aunque su ventaja nacional siga desvaneciéndose. Lo más evidente es que las encuestas siguen mostrándolo: Harris sigue empatada en los estados de tendencia electoral incierta del Norte, aunque apenas aventaje a nivel nacional. También se mantienen las explicaciones subyacentes de la disminución de la ventaja de Trump en el Colegio Electoral. Sigue obteniendo la mayoría o incluso la totalidad de sus ganancias entre los votantes negros e hispanos, quienes están infrarrepresentados en los campos de batalla del Norte. Sigue mostrando su mayor fuerza en los estados no competitivos en los que los republicanos obtuvieron mejores resultados en las elecciones de medio mandato, como nuestra reciente encuesta sobre Florida, que muestra una ventaja de 13 puntos. Este mismo patrón existe incluso en las encuestas nacionales del Times/Siena: en nuestros sondeos nacionales, Trump gana mucho en los lugares donde los republicanos destacaron en las elecciones de medio mandato; no gana nada en los lugares donde los republicanos tuvieron dificultades, lo que incluye estados como Pensilvania. Nada de esto hace fácil o probable una victoria de Harris sin una clara victoria en el voto popular. Pero yo tampoco la descartaría. JMRS |
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