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En Telegram, grupos de extrema derecha se organizan para cuestionar las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Por Paul Mozur, Adam Satariano, Aaron Krolik y Steven Lee Myers | NYT Grupos como los Proud Boys utilizan la plataforma para alentar a sus seguidores a cuestionar la credibilidad de las elecciones, interferir en el proceso de votación y, potencialmente, disputar el resultado. Sigue las actualizaciones en directo de las elecciones de 2024 aquí “Se acerca rápidamente el día en que ya no será posible ser indeciso”, rezaba un mensaje de una sección de Ohio de los Proud Boys, la organización de extrema derecha que desempeñó un papel decisivo en el ataque del 6 de enero contra el Capitolio. “O te unes a la resistencia o te arrodillas y aceptas de buen grado el yugo de la tiranía y la opresión”. Todos los mensajes se publicaron en Telegram, la plataforma de redes sociales poco moderada con casi mil millones de usuarios, que se ha convertido en un presagio de las posibles acciones y el caos que podrían desencadenarse el día de las elecciones y después. Más que otras aplicaciones sociales, Telegram es una herramienta organizativa de primer orden para los extremistas, quienes tienden a convertir la coordinación digital en acciones en el mundo real. Un análisis de The New York Times de más de un millón de mensajes en casi 50 canales de Telegram, con más de 500,000 miembros, descubrió un movimiento extendido e interconectado que pretendería cuestionar la credibilidad de las elecciones presidenciales, interferir en el proceso de votación y, potencialmente, disputar el resultado. Casi todos los canales examinados por el Times se crearon después de las elecciones de 2020, lo que pone de relieve el aumento y la creciente sofisticación del movimiento de negacionismo electoral. El Times revisó los mensajes de grupos de “integridad electoral” de una decena de estados, entre los que se encontraban campos de batalla como Pensilvania, Georgia, Wisconsin, Carolina del Norte y Míchigan. La abrumadora mayoría de sus mensajes lanzaban desinformación y teorías conspirativas y mostraban imágenes violentas. Más de 4000 de sus mensajes iban más allá y animaban a sus miembros a actuar asistiendo a mítines electorales locales, uniéndose a manifestaciones de protesta y haciendo donaciones económicas, según el análisis. Los mensajes de otros grupos de derecha analizados por el Times instaban a sus seguidores a estar preparados para la violencia. Estas llamadas a la acción extendieron al mundo físico el lenguaje derechista que suele encontrarse en otras grandes redes sociales. En New Hampshire, un canal de Telegram pedía a la gente que interrogara en persona a los funcionarios locales sobre el recuento de votos por correo. En Georgia, se instó a los seguidores de un canal local de Telegram a asistir a las reuniones de la junta electoral para defender la limitación del voto en ausencia. En Nuevo México, se dijo a la gente que vigilara los centros de votación con cámaras, que presentara denuncias a la policía si era necesario y que estuviera preparada para “luchar con intensidad”. “Si alguna vez has dicho: ‘¿Qué puedo hacer?’, esta es tu oportunidad”, decía un mensaje de un grupo de Telegram centrado en Pensilvania. Katherine Keneally, exanalista de inteligencia del Departamento de Policía de Nueva York, dijo que las opiniones compartidas en Telegram no deben considerarse las reflexiones de una minoría marginal, sino más bien una advertencia sobre lo que podría ocurrir el día de las elecciones y después. “Telegram suele ser fundamental para organizar a la gente para que participe en actividades fuera del internet”, dijo Keneally, quien ahora trabaja para el Institute for Strategic Dialogue, una empresa de investigación que supervisa Telegram. Recuerda que en 2022 asistió a una reunión de escépticos electorales en Montana, donde los participantes se enseñaron unos a otros a utilizar Telegram. Entre los movimientos más extremistas, dijo, Telegram se utiliza “muy estratégicamente para radicalizar y reclutar”. En un comunicado, Telegram, cuyo fundador fue detenido en Francia en agosto por cargos relacionados con la difusión de material ilícito en el servicio, dijo que había intensificado la moderación de contenido de cara a las elecciones. La empresa añadió que cooperaría con las autoridades para eliminar “contenido delictivo”. “Telegram no tolera contenidos que fomenten la perturbación de los procesos democráticos legales mediante la violencia o la destrucción de la propiedad”, dijo. Telegram desempeñó un papel pequeño pero significativo en las elecciones de 2020 como herramienta de organización de los planificadores del atentado del 6 de enero. Hoy, su influencia es mayor y potencialmente más ominosa, según el análisis del Times. Los canales de los medios de comunicación de derecha publican un torrente de noticias, memes y desinformación sobre supuestas irregularidades en la votación, que luego recogen otros grupos que los utilizan para argumentar que los demócratas han empezado a robar las elecciones. También se hacen llamamientos a los ciudadanos para que acudan a las urnas y vigilen y denuncien las irregularidades, o luchen si es necesario. “Mientras que en otras plataformas se trata principalmente de expresarse, de ‘ganarle a los liberales’ y de bufonadas de odio, Telegram genera a menudo un ambiente de ‘hagamos algo’”, dijo Paul M. Barrett, director adjunto del Stern Center for Business and Human Rights de la Universidad de Nueva York. El movimiento de “integridad electoral” en Telegram incluye una red difusa de cuentas dedicadas a “auditar” el voto y a amplificar las teorías sobre delitos electorales, como las falsas afirmaciones de que los trabajadores electorales están dando a los votantes republicanos plumones Sharpies incompatibles con las máquinas de votación. Un canal centrado en la auditoría electoral en Nueva York presentaba anuncios de reclutamiento de United Sovereign Americans, que se autodenomina como un grupo nacional de defensa de la “validez de las elecciones”. Uno de sus abogados es un ex procurador general de Pensilvania que defendió a Trump durante su segunda impugnación en 2021, tras el 6 de enero. Bajo una imagen del Tío Sam y un llamativo estandarte rojo con “TE NECESITAMOS A TI!”, el grupo afirmó recientemente, sin ninguna prueba creíble, que los registros de votantes de 2022 mostraban “millones de “irregularidades” que, cuando se ignoran, son fraude electoral”. Muchas afirmaciones sobre el fraude electoral han sido desmentidas. El grupo no respondió a una solicitud de comentarios. Otro grupo, centrado en la auditoría de votos en Pensilvania, ofreció una remuneración para supervisores electorales, pero solo si trabajaban en el condado de Allegheny, tradicionalmente un bastión demócrata, donde está Pittsburgh. “Llena tus datos y nos pondremos en contacto contigo para formarte y prepararte para el día de las elecciones”, dijo el grupo. Otro canal de Telegram gestionado por un grupo llamado People’s Audit publicó un video que ofrecía una “situación hipotética totalmente posible”, en la que el Departamento de Seguridad Nacional utilizaba los permisos de conducir de los inmigrantes indocumentados para votar en masa por la candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris. En el video se planteaba la hipótesis a pesar de que es ilegal y poco frecuente que los no ciudadanos voten en las elecciones federales. “Sí, estarían cometiendo robo de identidad, interferencia electoral y traición, que se castiga con la muerte”, concluía el video. Kris Jurski, quien publicó el video, dijo en Telegram que lo habían retirado de X. Dijo que estaba agradecido de que el video hubiera permanecido en Telegram, lo que utilizó más tarde para anunciar un seminario web en el que enseñaba a la gente cómo proteger los padrones electorales y evitar el fraude. No respondió a la solicitud de comentarios. Muchos mensajes que ponían en duda la fiabilidad de las elecciones llegaron a los canales de grupos extremistas como los Proud Boys, que han preferido Telegram a otras plataformas tras verse restringidos por sitios como Facebook, Instagram y X. Los mensajes del grupo cuestionaban por qué los estados podrían no ser capaces de contabilizar completamente los resultados electorales la noche de las elecciones y repetían afirmaciones engañosas sobre el número de votantes registrados en Míchigan. En un video, un camión con una bandera confederada perseguía a niños inmigrantes, con un pie de foto que decía: “1/20/25: Trump es nombrado Presidente. 1/21/25: los Proud Boys y yo comenzamos la deportación”. “Cuando miras los mensajes, aunque no llamen a la violencia o no digan que hay que acabar con quien sea, tienen un tono muy feo”, dijo Wendy Via, fundadora del Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo, que en octubre registró en Telegram un repunte del 317 por ciento en el negacionismo electoral. No había ningún movimiento de izquierda significativo como este, dijo. En los últimos meses, muchos canales de Telegram gestionados por secciones de los Proud Boys han celebrado su vuelta a la relevancia, incluida la atención percibida de Trump y sus aliados. Varias cuentas señalaron las corbatas y sombreros negros y amarillos —que son los colores de los Proud Boys— que llevaban Trump en los días previos, y el expresentador de Fox News Tucker Carlson durante un mitin reciente en el Madison Square Garden de Nueva York. A la pregunta de si Trump había pretendido enviar una señal, una vocera de su campaña respondió: “Lol. No” (del inglés “laughing out loud”). Carlson no respondió a una solicitud de comentarios, pero publicó en X que el Times “reconoce una corbata de los Proud Boys cuando la ve”. “Se sienten activados”, dijo Michael Loadenthal, que investiga la violencia política en la Universidad de Cincinnati, y añadió que los grupos de Proud Boys se habían reunido públicamente con menos frecuencia que antes de las elecciones de 2020. “Existe la sensación de que tienen razón”. Los mensajes de reclutamiento en las cuentas públicas de Telegram de varias secciones de los Proud Boys han tratado de sacar provecho de los peligros del fraude electoral, implicando a menudo la necesidad de la violencia. Una imagen popular mostraba a un hombre armado con un pasamontañas. “Los hombres libres no obedecen a los servidores públicos”, decía. Otra mostraba una discusión con los “demócratas de izquierda” que se remontaba a la presidencia de Trump. “¡Ya basta!”, rezaba una parte de la publicación. “¡Prepárense para todo!”. Metodología Los canales de Telegram analizados en este artículo fueron proporcionados en parte por investigadores del Centro para un Público Informado de la Universidad de Washington, el Instituto para el Diálogo Estratégico y el Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo. El Times utilizó programas informáticos, incluidos grandes modelos lingüísticos, para organizar y analizar las publicaciones e identificar los mensajes con llamadas a la acción. aranza |
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