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Si Kamala Harris gana, estas serían las razones
Por Adam Nagourney | NYT Aún no conocemos el resultado, pero sí la estrategia de la vicepresidenta. Esto es lo que dirán los analistas si consigue la victoria esta semana. Esta siempre fue una contienda difícil para la vicepresidenta Kamala Harris. Empezó tarde y compitió contra un duro oponente en un entorno sombrío. Se enfrentó a un electorado hambriento de cambio, disgustado con la dirección del país y la economía. Si gana, podrá atribuírselo a un puñado de factores que la ayudaron a luchar contra esos vientos en contra y derrotar al expresidente Donald Trump. Esto es lo que dirán los analistas si gana Harris. (Y aquí tenemos el mismo ejercicio mental sobre una victoria de Trump). Participación, participación, participación La apuesta de la vicepresidenta por el tradicional esfuerzo demócrata para conseguir el voto al recurrir a personal remunerado y sindicatos para hacer campaña puerta por puerta habrá demostrado ser tan eficaz como se prometió. Por el contrario, Trump delegó en gran medida este trabajo a sus aliados, incluido Elon Musk, quien tenía mucha menos experiencia en el mundo de la organización y la captación de votantes. La campaña de Harris dijo que había enviado a 2500 miembros de su personal, que trabajaban en 353 oficinas en todo el país, para buscar simpatizantes y conseguir que votaran. Solo en una semana, la campaña registró 600,000 visitas a domicilio y tres millones de llamadas telefónicas. Una victoria de Harris sería la prueba de lo que a menudo ha parecido una teoría de bar de los operadores y estrategas políticos: que las operaciones para convocar a la participación marcan la diferencia en las contiendas reñidas. Aborto En los dos años transcurridos desde que la Corte Suprema anuló el caso Roe contra Wade y abolió el derecho constitucional al aborto, los demócratas han ganado repetidamente las elecciones nacionales y al Congreso. Cada medida relacionada con el derecho al aborto que ha aparecido en una boleta electoral estatal ha sido aprobada. Esta tendencia se puso de manifiesto en las elecciones intermedias de 2022, cuando los demócratas desafiaron las expectativas y evitaron grandes pérdidas, un aumento que los analistas de ambos partidos atribuyeron a la decisión de la corte. Los demócratas dijeron que habían gastado más dinero en anuncios publicitarios sobre el aborto que sobre cualquier otro tema. La victoria de Harris dejaría pocas dudas sobre la potencia del tema. Los esfuerzos de Trump por enturbiar las aguas, al decir que no firmaría una prohibición nacional del aborto, parecen haber caído en saco roto. Lo más probable es que en futuras elecciones los republicanos tengan que encontrar nuevas formas de neutralizar la cuestión. Gracias, Trump Si Harris gana, lo más probable es que sea también porque Trump haya alejado a tantos votantes como los que atrajo, sobre todo en los últimos días de la campaña, con sus discursos inconexos e incoherentes, llenos de retórica sombría y a menudo amenazadora. Dos semanas antes del día de las elecciones, Harris pronunció un discurso desde la residencia oficial de la vicepresidenta en el Observatorio Naval, en el que calificó a Trump de “desquiciado e inestable”, estableciendo el marco para la recta final de la campaña. Y él parecía decidido a ayudarla, desde el momento en que pasó unos 30 minutos balanceándose en un escenario al ritmo de la música hasta cuando sugirió que Liz Cheney, una de sus más destacadas críticas republicanas, fuera puesta en un campo de batalla “con nueve cañones disparándole”. Cambio Harris ha pasado los últimos cuatro años en la Casa Blanca, y Trump se esforzó mucho por vincularla al legado del presidente Joe Biden. Si ella gana, habrá conseguido, tras algunos esfuerzos vacilantes, presentarse como la candidata del cambio, en unas elecciones en las que el cambio fue una fuerza poderosa. La ayudó el hecho de ser 18 años más joven que Trump y ser mujer. La brecha de género A diferencia de Hillary Clinton en 2016, Harris no destacó el carácter histórico de su candidatura: que sería la primera mujer, por no hablar de la primera mujer negra y la primera mujer asiaticoestadounidense, en ocupar la presidencia. No era necesario. Una victoria de Harris se vería impulsada por una oleada de apoyo de las mujeres. La última encuesta del New York Times y el Siena College, realizada a finales de octubre, reveló una marcada división entre los géneros: Harris aventajaba a Trump entre las mujeres, 54 por ciento a 42 por ciento, mientras que Trump aventajaba a Harris entre los hombres, 55 por ciento a 41 por ciento. aranza |
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