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El Grito, una tradición popular mexicana sin dueño
México, (EFE).- El Grito de la Independencia, que hoy darán autoridades y miles de ciudadanos en las plazas públicas de ciudades, pueblos y barrios de México, es una tradición popular con 115 años de historia y que ha rebasado los intentos de unos y otros por adueñarse de ella. El más llamativo de todos es quizás el que da el Presidente de la República desde el balcón del Palacio Nacional, aunque en ocasiones, como el año pasado hizo el ex presidente Vicente Fox, el rito se traslada al pueblo de Dolores-Hidalgo, en Guanajuato. Fue allí donde en 1810 el padre Miguel Hidalgo, considerado el "padre de la patria" mexicana, tomó un 16 de septiembre de madrugada el estandarte con la Virgen de Guadalupe como bandera, golpeó la campana de la iglesia y gritó "¡Viva México! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!" y, según algunos historiadores "¡Mueran los gachupines!" (despectivo para españoles). Aquel gesto quedó institucionalizado en 1892 cuando Maximiliano de Habsburgo, el efímero emperador de México, lo repitió en el mismo escenario que había elegido el cura Hidalgo, cuenta en su Diccionario Irreverente de Política mexicana el antropólogo Luis Fernando Roldán Quiñones. Paradójicamente aquellos dos protagonistas de la historia de México fueron fusilados, en el caso de Miguel Hidalgo, decapitado para escarnio público por las tropas fieles a España, y su cabeza colgada en la Alhóndiga de Granaditas, en la ciudad de Guanajuato. Esta noche se espera un acto con algo de crispación en el Zócalo capitalino, lo que ha llevado incluso a que la Iglesia católica, a través del portavoz del Arzobispado de Ciudad de México, Hugo Valdemar, haya pedido a la gente "que se la pasen en casa (...) porque lamentablemente puede haber violencia". Seguidores de presidente Felipe Calderón y del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, derrotado por un estrecho margen en los comicios del pasado año, coincidirán nuevamente en la plaza capitalina para la ceremonia. El protagonista del acto será probablemente el presidente Calderón, quien por vez primera dará a las 23:00 hora local (4:00 GMT del domingo) el Grito desde un balcón del Palacio Nacional. Sin embargo, momentos antes de que lo haga Calderón, la senadora Rosario Ibarra, simpatizante de López Obrador, va a dar otro desde un templete montado en la plaza. Será el "grito de los libres" o "de los pobres", al que han sido convocados los correligionarios del político izquierdista. También hay previsto un tercer grito que proferirá alrededor de las 20:30 horas (1:30 GMT de mañana) el alcalde del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el de López Obrador, desde la sede del ayuntamiento, localizada en un costado del Zócalo. Llama la atención que el Palacio Nacional que ocupará Calderón está desde mediados de la semana custodiado con vallas y militares por el Estado Mayor Presidencial (EMP), la corporación encargada de velar por la seguridad de los mandatarios en el país. Un inusual cerco montado con vallas impedirá a los críticos de Calderón, quien ganó los últimos comicios presidenciales por una exigua diferencia de unos 233,000 votos frente a López Obrador, acercarse demasiado a la fachada de palacio. El acto oficial tendrá como invitados a los miembros del Gabinete mexicanos, a sus familias, a figuras públicas de diversos ámbitos y al personal diplomático destacado en el país, quienes ocuparán los balcones y salones del primer piso de palacio. En el Zócalo o Plaza de la Constitución miles de personas se congregarán con ánimo festivo a dar los vivas a México y presenciar un espectáculo de fuegos artificiales en una plaza iluminada y adornada con los colores patrios: verde, blanco y rojo. Lejos de la capital López Obrador, quien no reconoce a Calderón como presidente y se ha autoproclamado "presidente legítimo" de los mexicanos, ha elegido el humilde pueblo de San José Tenango, en la sierra norte de Oaxaca, para dar su propio grito. La comunidad es un pueblo mazateca donde la mayor parte de la población es indígena y quedó afectado por las intensas lluvias que azotaron varios estados del centro y sudeste de México al paso del huracán "Dean". Hace días se especuló con la posibilidad de que incluso el ex presidente Vicente Fox diera su propio grito en el rancho de San Cristóbal, donde suele residir tras dejar el cargo, extremo que ayer descartó el Centro de Estudios Fox, que funciona en esa propiedad. ROW |
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