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Los bancos europeos podrían pedir ayuda a la Fed en caso de empeorar la crisis
Stephen L.Bernard, Dow Jones Newswires Los bancos de la zona euro podrían buscar financiamiento en dólares de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) si la crisis de la deuda griega se extendiera a través del sistema financiero. En una situación que recuerda la crisis financiera global de 2008, los bancos podrían necesitar ayuda extra del extranjero y las líneas de canje existentes podrían ser un límite útil para las instituciones financieras, indicaron los analistas. Se presume que muchos bancos grandes son implícitamente apuntalados por sus gobiernos o bancos centrales y, por lo tanto, son "demasiado grandes para colapsar". Pero el sistema financiero en su conjunto todavía podría necesitar dólares extra para seguir funcionando con fluidez. El Banco Central Europeo (BCE) tiene una línea abierta con la Fed que le permite tomar prestados dólares del banco central estadounidense que luego pueden ser prestados a bancos de la zona euro. Fue utilizada durante la crisis financiera de 2008, pero no ha sido tocada desde que se recurrió mínimamente a ella en la semana terminada el 2 de marzo. Está previsto que el acuerdo que creó la línea, un programa del comité de mercado abierto de la Fed, termine el 1 de agosto. Ha sido extendido en el pasado, incluso en momentos en que no estaba siendo utilizado intensamente. "Sería muy prudente extender la línea BCE-Fed", señaló Guy LeBas, estratega jefe de renta fija en Janney Montgomery Scott. "Es importante para la confianza financiera global mantener la línea abierta", opinó. La posible expiración se produciría en un momento en que la posibilidad de que se use la línea podría estar creciendo, incluso cuando todavía es poco probable. "Supongamos que Grecia se hunde", dijo Ray Stone, economista en Stone & McCarthy Research Associates. "Los bancos que tengan títulos griegos se verían seriamente comprometidos", consideró. En ese escenario, los bancos europeos podrían evitar prestarse dinero entre ellos y algunos incluso podrían ser considerados insolventes, indicó Stone. Allí es donde el BCE debería aparecer en escena y dar algún respaldo, incluso a bancos que necesitan financiar operaciones denominadas en dólares. La diferencia entre la tasa Libor a tres meses y la de los Overnight Indexed Swaps (OIS) es el dato clave para indicar el nivel de estrés de los bancos y las mayores posibilidades de que el BCE fuera a necesitar recurrir a la línea de la Fed. La Libor es la tasa a la que los bancos se prestan entre sí. Los OIS son canjes de tasas de interés que toman como referencia las tasas diarias de los fondos federales de EU. Un aumento del diferencial podría señalar que los bancos están cada vez menos dispuestos a prestarse dinero entre ellos. Stone señaló que esa brecha es pequeña en este momento, y se ubica en alrededor de 13 puntos básicos. Eso está lejos del pico al que se llegó en plena crisis financiera de 2008, que fue de alrededor de 360 puntos básicos, afirmó. La línea de crédito fue utilizada por el BCE en mayo de 2010 cuando comenzaba la crisis de la deuda griega. Ese también fue el mes en el que la línea fue reimplantada luego de haber sido dejada sin efecto brevemente por decisión de la Fed. El BCE tomó prestados US$9,205 millones durante una semana de mayo del año pasado. La última vez que recurrió a esa línea fue en la semana que terminó el 2 de marzo, cuando tomó prestados US$70 millones. Se suponía que la línea iba a expirar en enero pero fue extendida hasta agosto un mes antes de que quedase sin efecto. TRO |
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