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Ola de violencia sacude al norte y centro de México con 41 muertos
MÉXICO, (AFP) - Dos matanzas y el hallazgo de una decena de decapitados en México, con un saldo total de 41 muertos, sacuden este fin de semana al norte y centro del país, donde según el gobierno, los cárteles libran una "absurda guerra a muerte" por controlar el tráfico de drogas. La aparición el sábado de 10 personas decapitadas en Torreón (norte) estuvo precedida el viernes por una masacre, en un centro nocturno de Monterrey (norte), que dejó 20 muertos, y otra matanza en la zona metropolitana de la capital con un saldo de 11 ejecutados. Estos crímenes fueron atribuidos por el gobierno a los cárteles del narcotráfico que "escenifican una absurda guerra a muerte por el control de plazas delincuenciales y por el tráfico de drogas hacia Estados Unidos", dijo en conferencia Alejandro Poiré, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. En el periférico de Torreón, ubicado en el estado de Coahuila (norte), "se encontraron 10 cuerpos en la caja de una camioneta, siete hombres y tres mujeres, todos sin cabeza", y una cabeza de mujer estaba sobre el cofre del vehículo, dijo vía telefónica a la AFP Guillermo Flores, comandante operativo de la corporación. El hallazgo de los cuerpos se registró al amanecer del sábado, mientras que las nueve cabezas restantes se encontraron más tarde en diferentes puntos del centro de Torreón, una ciudad de unos 650.000 habitantes. Estas muertes son el resultado de la guerra que libran en Coahuila el cártel de Los Zetas, formado por ex militares desertores, y el cártel del Sinaloa o Pacífico, encabezado por Joaquín "Chapo" Guzmán, el capo más poderoso del país, precisó Poiré. En Torreón, se cierra una pinza entre el cártel de Sinaloa, dominante en la costa del Pacífico, al oeste del país, hacia donde avanzan los zetas desde el Golfo de México, en el este. La policía de Torreón indicó que de acuerdo a las primeras indagatorias, las víctimas fueron asesinadas días antes en diferentes sitios alejados de Torreón y luego traídos a esa ciudad para atemorizar. En la camioneta con los cuerpos había un mensaje de un grupo del narcotráfico, cuyo contenido no fue revelado por las autoridades. En otro hecho, la noche del viernes, un comando en dos camionetas y un automóvil arribó abriendo fuego contra los asistentes de un club nocturno en Monterrey, la tercera ciudad más grande de México y polo industrial del país. En el interior del establecimiento quedaron 17 muertos, entre ellos tres mujeres, mientras que al huir, los agresores dispararon contra otras personas que estaban en un puesto de 'Hot dogs' (emparedados de salchicha), dejando otros tres fallecidos. Otros cinco heridos por este ataque se encuentran hospitalizados, indicó de su lado Jorge Domene, vocero de seguridad Pública de Nuevo León, estado en el que se encuentra Monterrey y fronterizo con Estados Unidos. Se trata del hecho de violencia "más significativo" ocurrido en Monterrey, desde que los cárteles del Golfo y Los Zetas, dos antiguos aliados que se separaron a principios de 2010, iniciaron una guerra sin cuartel, añadió Domene en una entrevista con Milenio televisión. Las primeras líneas indican que un grupo de un cártel irrumpió en este lugar, aparentemente porque era controlado por el cártel contrario, y el principal móvil es la compra y venta de droga en el centro nocturno, añadió el funcionario. Otra matanza de 10 hombres y una mujer se registró el viernes en la tarde en Chalco, un populoso municipio que forma parte de la zona metropolitana de la Ciudad de México. Hombres armados y encapuchados dispararon contra estas 11 personas y una mujer más que quedó herida, en una calle transitada al lado de un río. Los cuerpos maniatados quedaron tirados con un tiro de gracia, mientras los agresores huyeron, igual que en las dos matanzas anteriores. La masacre fue atribuida por el gobierno al cártel de Los Caballeros Templarios, sucesores de La Familia, organización que mantiene una feroz lucha contra Los Zetas, iniciada en Michoacán (oeste) y que ha llegado a las puertas de la capital. Más de 37.000 personas han muerto en México por las pugnas entre los cárteles del narcotráfico desde diciembre de 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra ellos con 50.000 militares. AGVR |
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