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Desafío de estudiantes a gobierno culmina con heridos y detenidos


2011-07-14

Paulina Abramovich / AFP

SANTIAGO- Decena de miles de estudiantes chilenos desafiaron este jueves a las autoridades y protagonizaron una tercera gran marcha en demanda del fortalecimiento de la educación pública que terminó en disturbios que dejaron 54 detenidos y 32 policías heridos, uno de gravedad.

Los enfrentamientos estallaron en momentos que miles de estudiantes se manifestaban en las afueras del palacio presidencial de La Moneda, cuando la Policía disolvió la manifestación que no estaba autorizada con el uso de gases lacrimógenos y chorros de agua, constataron periodistas de la AFP.

Los manifestantes repelieron los ataques con piedras, palos y proyectiles de pintura. En las afueras de la Embajada de Brasil, que está en las cercanías del palacio de gobierno y se hallaba fuertemente custodiada, un artefacto incendiario del tipo Molotov lanzado por un manifestante hirió a un policía, que quedó con quemaduras en ambas piernas.

"Se registran 32 carabineros lesionados producto de actitudes violentistas que se desarrollaron casi al término de la marcha", dijo el jefe policial de Santiago, Sergio Gajardo, al entregar un último balance.

"Hay un carabinero con lesiones graves producto de quemaduras", agregó el jefe policial.

Otros 31 policías registraban heridas de diversas consideración, al final de las revueltas que dejaron 54 detenidos, informó la institución a la AFP.

Los enfrentamientos se desarrollaron al término de una multitudinaria marcha que de acuerdo a las autoridades reunió a unas 30.000 personas, aunque los organizadores cifraron la concurrencia en más de 80.000 asistentes.

"Llegó el momento de terminar con la violencia, las tomas, los paros, y reencontrarnos con el camino del diálogo, los acuerdos y la acción", dijo este jueves el presidente Sebastián Piñera.

"Espero que en nuestro país tengamos esa madurez y ese patriotismo para que, más allá de las legítimas diferencias, haya un objetivo común que es hacer un país mejor", agregó el mandatario que propuso hace 10 días un 'Gran acuerdo Nacional de Educación' que fue rechazado por los estudiantes.

La marcha de este jueves es la tercera que se realiza en menos de un mes, y al igual que las dos anteriores, estudiantes, profesores, padres y niños coparon varias cuadras de la céntrica avenida Alameda, en una festiva y colorida manifestación, que a ratos de asemejó a un gran carnaval.

A diferencia de las marchas del 14 y 30 de junio -que reunieron cada vez a más de 80.000 personas- ésta no contaba con autorización oficial para pasar por el palacio de Gobierno, aunque gozaba de un permiso para marchar por otra parte de la Alameda.

Pero en abierto desafío al Gobierno, los dirigentes de la Confederación de Trabajadores de Chile (Confech) y del Colegio de Profesores convocaron a los manifestantes a reunirse otra vez en la céntrica Plaza Italia y avanzar de oeste a este por la principal avenida de Santiago.

"Están jugando con fuego. Esta marcha no estaba autorizada", señaló el subsecretario del Interior, Rodrillo Ubilla.

Los dirigentes estudiantiles explicaron que tras convocar hace días a la manifestación les resultaba muy difícil cambiar a última hora su trazado.

"Nosotros convocamos hace días en la Plaza Italia. No entendemos por qué se nos trató de cambiar el punto de encuentro fijado con anticipación. Eso para nosotros representa una dificultad tremenda de poder encauzar todo este movimiento", explicó el líder estudiantil, Giorgio Jackson.

Los enfrentamientos pusieron abrupto fin a una manifestación que nuevamente sorprendió por la creatividad desplegada.

"No entendemos cuál es el afán de querer censurar o terminar con un movimiento que estaba celebrando una fiesta democrática, manifestándose por sus derechos y un sistema educacional más equitativo", dijo Jackson.

A lo largo de la marcha, que se repitió también en otras ciudades de Chile como Valparaíso y Concepción, varios grupos desplegaron coreografías y cientos hicieron sonar tambores. La manifestación reunió también a obreros, jubilados, ecologistas y otras agrupaciones sociales.

Todos exigen el fortalecimiento de la educación pública, en un país donde el Estado tiene un rol secundario como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet, que redujo a menos de la mitad el aporte público a la educación.



KC


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