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Lo que el sexenio se llevo


2006-11-27

Por: Isaac Lira "El Periódico de México"

¡Hoy! ¡Hoy! ¡Hoy!

Esa fue la palabra, esa fue la fabricación mercadotécnica con la que Vicente Fox arribó a la Presidencia de la República en el 2000, inmediatamente, esta contundente afirmación, quedó pospuesta a 25 años después.

En el instrumento rector de las acciones del Ejecutivo Federal, el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, afirmó:

"La visión del México al que aspiramos en el año 2025 puede sintetizarse así: México será una nación plenamente democrática con alta calidad de vida que habrá logrado reducir los desequilibrios sociales extremos y que ofrecerá a sus ciudadanos oportunidades de desarrollo humano integral y convivencia basadas en el respecto a la legalidad y en el ejercicio real de los derechos humanos. Será una nación dinámica, con liderazgo en el entorno mundial, con un crecimiento estable y competitivo y con un desarrollo incluyente y en equilibrio con el medio ambiente. Será una nación orgullosa sustentada en sus raíces, pluriétnica y multicultural con un profundo sentido de unidad nacional."

Prometió, al más puro estilo salinista, un futuro idílico, de gran país. Ahora sabemos que el balance de su gestión se resume en dos palabras: ¡Sexenio perdido!

Se comprometió a un "crecimiento sostenido y dinámico" que permitiría crear los empleos que demandarían los millones de jóvenes que se incorporarían al mercado de trabajo en los años de su mandato.

El resultado fue decrecimiento de -0.3% del Producto Interno Bruto en 2001; estancamiento, en 2002 y 2003 con una variación mínima de 0.5% y 1.3%, respectivamente; para concluir, con un crecimiento moderado en su último trienio, 2004, 4.4%, 2005 , 3.0% y 2006, se proyecta cerrar en 3.6%, es decir, a lo largo del "sexenio del despegue" la economía mexicana creció en conjunto 13% real, misma tasa que se registro en tan solo los dos últimos años del gobierno de Zedillo.

La economía informal en México, según el Fondo Monetario Internacional, asciende a 284 mil millones de dólares, ¡30.5% de PIB nacional!, uno de los porcentajes más altos del mundo, lo que muestra de manera tajante la incapacidad del foxismo de integrar a esos grandes sectores, estimados en más de 20 millones de personas de la Población Económicamente Activa.

Afirmó, crear un millón de empleos anualmente, y que resultó: es solamente hasta 2005 cuando se logran recuperar los cotizantes del IMSS que existía en 2000, 12.7 millones de personas. Los incrementos en asegurados que se dan durante el año pasado y en lo que va del actual hasta septiembre ascienden a 800 mil trabajadores, pero ellos son eventuales.

¡En un sexenio se incrementaron solamente 395,110 trabajadores permanentes al Seguro Social!

El desempleo abierto con Zedillo era de poco más de 600 mil personas, ahora es de 1.5 millones, sin considerar a los casi 3 millones de mexicanos que se vieron obligados a abandonar el país por falta de oportunidades.

En su primer objetivo rector del Plan Nacional nos informaba que se planteaba "mejorar los niveles de educación y bienestar de los mexicanos", y el resultado fue lo contrario, las oportunidades se cerraron por ejemplo para aquellos jóvenes, lo más calificado del país, con estudios de nivel medio superior y superior, que no encontraron fuentes de trabajo pasaron de 229 mil desempleados con Zedillo a más de medio millón de personas, actualmente.

En materia de deuda pública, con Zedillo, estábamos en una situación crítica, ahora ¡estamos hipotecados! Cada mexicano debe al nacer 32 mil pesos.

El gobierno debía a finales del 2005, según la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público en su Informe sobre la Finanzas Públicas, 3.2 billones de pesos, escúchese bien, 3.2 billones de pesos con sus doce ceros, el 40% del Producto Interno Bruto (PIB): 1.7

Billones de pesos son de endeudamiento directo oficialmente reconocido y 1.5 billones de pesos, son la deuda no presupuestaria o contingente que comprende al IPAB, rescate carretero y banca de desarrollo. Simplemente el gobierno de Fox contrato 0.8 billones de pesos y pagó 1.1 billones de pesos en intereses y comisiones.

A esto se agrega, la incapacidad recaudatoria de la administración foxista, ya que perdió una captación de ingresos, según la Secretaría de Hacienda, por más de medio billón de pesos por deficiencias legales, prácticas elusivas e ineficiencias administrativas, es decir, el 6% del PIB. De dicha cantidad, 378 mil millones de pesos (cuatro veces el presupuesto del GDF) son incobrables o se encuentran en litigio.

La brecha de la pobreza se ha profundizado, somos la economía número 13 del mundo y la ONU, con su "Índice de Desarrollo Humano"  nos coloca en el lugar 53, por debajo de Cuba (lugar 50), que ha sufrido un criminal boicot comercial durante décadas. El índice refleja nuestros reales niveles de ingresos y de educación, así como, la esperanza de vida en relación a las demás naciones del mundo.

Y además, y no por ello menos importante, Fox prometió "consolidar la transición a una democracia plena", y qué obtuvimos, un enorme retroceso institucional, un escandaloso fraude del que fue víctima, en general, todo el pueblo de México.
Hace seis años Fox decía: "Tener un gobierno inteligente, eficaz, efectivo, que haga más y cueste menos", ahora, concluye: "Digo cualquier tontería, ya me voy".

La continuidad se hace presente, Felipe Calderón Hinojosa, el espurio, repite el discurso, nos amenaza con obtener los mismos resultados que su incapaz antecesor, ¡cuidado solo le han cambiado de nombre! Ahora lo conocemos como Proyecto 20-30. Proyecto que es el reconocimiento tácito del fracaso de la administración foxista, ya que la fecha se recorre del 2025 al 2030, y se nos dice:

"¿Por qué una visión de largo plazo? Ahora que nos acercamos al bicentenario tanto de la Independencia como al centenario de la Revolución, México se encuentra nuevamente en un proceso de transformaciones y de cambios que no pueden ni deben detenerse, una visión común del país, del México que queremos para las próximas décadas y encaminarnos decididamente a lograr esa visión, en el año 2030".

Este planteamiento será la base del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.

La osadía de Calderón fue mayúscula cuando dijo el 10 de octubre pasado: "podríamos alcanzar en el año 2030 ingresos cercanos a los 30 mil dólares por persona, equiparables a los que hoy tienen economías desarrolladas en el mundo. De manera tal que para la década de los 30s, la pobreza extrema, la miseria, esté totalmente erradicada y nuestro país puede formar parte junto con China, India, Brasil y Rusia, una de las 5 economías más importantes del mundo y probablemente entre las 10 más poderosas"

Si ahora nos encontramos sobre los 7.4 mil dólares anuales por habitante, para tener los 30 mil dólares per cápita prometidos por Calderón, implicaría un PIB nacional de 3.9 billones de dólares con una población de 130 millones de mexicanos según proyecta el propio INEGI, lo cual significaría un crecimiento promedio anual real del PIB del 6.9%, sin considerar los necesarios altibajos de las economías en el mundo, durante 24 años. Coincidentemente el mismo crecimiento que Fox prometió.

Ante su audacia, él mismo (Vicente Fox) se desmintió: tan solo 20 días después en su Cuarto Foro de Diálogos Ciudadanos, celebrado en el marco del Proyecto México 2030, realizado en Metepec, donde bajó la meta del PIB per cápita, diciendo: "estoy seguro de que nuestro país puede tener si nos decidimos a hacerlo un ingreso per cápita superior a los 20 mil dólares, un ingreso equivalente al que hoy tienen muchas de las naciones desarrolladas del mundo."

En tan solo 20 días no rebaja a los mexicanos 10 mil dólares anuales y nos saca del grupo de los poderosos, ¡que podríamos esperar! Hace unos días, se reunió nuevamente en el Quinto Foro en Hermosillo Sonora, y ya nada mencionó al respecto.

La situación es crítica, sólo les interesa la estabilidad monetaria, a costa del crecimiento y del sacrificio de los mexicanos. La situación de las finanzas públicas esta llegando a un punto verdaderamente insostenible, la enorme deuda se comienza a plantear como inmanejable. El propio Fondo Monetario Internacional diagnostica la "debilidad crónica" de los ingresos tributarios . La dependencia de los recursos petroleros se presentará contundente cuando los precios bajen o las reservan disminuyan aceleradamente. La falta de inversión pública en los sectores energéticos ha sido una política conciente del régimen para orillar la privatización, pero sabemos perfectamente que ello sólo significa regalar nuestros recursos.

Sin duda estamos perdiendo la oportunidad histórica que representa el bono demográfico, es decir, no están quitando de las manos el hecho de que haya mayor cantidad de gente en edad productiva que aquella que obligadamente no lo está como niños y adultos mayores.

[1] INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México.
Fondo Monetario Internacional (FMI). Resultados de la revisión 2006 de la economía y el sistema financiero mexicano en el marco del Artículo IV.



AAG


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