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Un golpeado Monti aún podría ser actor clave en las elecciones de Italia


2013-02-23

ROMA (Reuters) - El primer ministro de Italia, Mario Monti, ha puesto en riesgo su imagen como un tecnócrata independiente al entrar a la campaña electoral, pero los inversores esperan que aún mantenga un rol clave en el Gobierno tras los comicios, más allá del resultado.

El bloque centrista de Monti saldría cuarto en las elecciones del fin de semana, que los sondeos de opinión sugieren que ganará la centroizquierda, pero aún sería necesario para formar un Gobierno estable.

Pase lo que pase, el ex profesor de economía será recordado por ayudar a salvar a Italia de una peligrosa crisis de deuda gracias a su credibilidad personal y su acción decisiva para mejorar las finanzas públicas.

Las opiniones difieren sobre los méritos de sus políticas, pero en sólo un año en el poder ha restaurado la posición internacional de Italia y ha avanzado en la reforma de áreas claves, como las pensiones y el mercado laboral.

También ganó la admiración, si no el afecto, de la mayoría de los italianos, quienes aprecian su manejo experto, pese a haber sentido el golpe de sus alzas de impuestos.

Todo eso podría haberlo llevado a sobreactuar a fines del año pasado cuando tras meses de negativas y después de semanas de indecisión, Monti anunció que en vez de dejar la política activa buscaría un segundo mandato.

El aura del respetado tecnócrata no partidista desapareció casi de la noche a la mañana y, a los 69 años, Monti se embarcó en una improbable nueva carrera como un político en campaña, un rol para el que inmediatamente se vio que no es apto.

Su intento por presentar su "Elección Cívica" como un respiro de aire fresco en la escena política italiana ha sido minado por su elección de aliados, veteranos políticos que muchos italianos ven como típicos representantes de partidos viejos y desacreditados.

Al mismo tiempo, su estilo de campaña ha oscilado entre mantener una imagen austera y autoritaria e intentar aparecer más amable al acariciar cachorros, beber cervezas y jugar rígidamente sobre la alfombra con sus nietos.

También ha parecido incómodo y fuera de su área intercambiando insultos con sus oponentes y ha cometido varios errores, incluyendo una oportunidad en que sugirió que la canciller alemana, Angela Merkel, no quería que sus rivales de centroizquierda ganen las elecciones.

Dichos esfuerzos han reportado pocos beneficios. Los más recientes sondeos ubican a la alianza de Monti en el cuarto lugar, con un 13 por ciento de los votos, debajo de la centroizquierda de Pier Luigi Bersani, de la centroderecha de Silvio Berlusconi y del movimiento antisistema 5 Estrellas del comediante Beppe Grillo.

Los persistentes rumores desde que se instauró una prohibición de divulgar sondeos dos semanas antes de las elecciones sugieren que Monti está perdiendo aún más terreno, principalmente en favor de Grillo.

ATACADO POR BERLUSCONI

Claramente en problemas, Monti ha transformado sus posiciones sobre política para intentar mejorar su suerte, con una escalada de promesas de reducir los impuestos que parecen no adecuarse con su historial de rigor fiscal durante su mandato.

Pero tras ser ampliamente elogiado como primer ministro, ha sido duramente criticado como candidato, especialmente por Berlusconi, quien ha puesto sus renombradas habilidades de campaña en marcha, divulgando datos sobre cómo las políticas de Monti han dañado a la economía.

"Berlusconi ha atacado y destruido la imagen de Monti ante los ojos de los italianos", afirmó el prominente encuestador Nicola Piepoli.

Pese a todo esto, los inversores dentro y fuera de Italia aún esperan ver al ex comisionado europeo como un ancla de estabilidad y creen que su coalición ofrecerá las mejores posibilidades para la clase de reformas estructurales que necesita la economía crónicamente estancada de Italia.

Es muy posible que un resultado fragmentado signifique que Bersani necesite unir fuerzas con Monti para poder gobernar.

Qué significaría eso para Monti aún está por verse. Cuando entró en la carrera electoral dijo que apuntaba a permanecer como primer ministro y virtualmente descartó la idea de servir como ministro en el Gobierno de alguien más.

Sin embargo, sus partidarios aún esperan que pueda tragarse su orgullo y acceda a servir como ministro de Economía.

De otro modo, podría tener una oportunidad de suceder a Giorgio Napolitano como presidente del Estado tras las elecciones o, quizás más probable, acceder a un alto cargo en la Unión Europea.

Tanto el cargo de presidente de la Comisión Europea, ocupado actualmente por José Manuel Barroso, como el de presidente del consejo Europeo, que ostenta Herman Van Rompuy, quedarán vacantes en el 2014.



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