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Indignación y preocupación entre activistas chinos por la elección de Pekín


2015-07-31

Pekín, 31 jul (EFE).- Numerosas organizaciones de derechos humanos de China y activistas se han mostrado indignados con la elección hoy de Pekín como sede de los Juegos de Invierno 2022, y han manifestado su preocupación por las consecuencias que traerá el evento, en un momento de grave represión en el país asiático.

"La elección de Pekín es una bofetada a los activistas chinos de derechos humanos perseguidos (en el país)", señaló Sophie Richardson, directora en China de Human Rights Watch, en su cuenta oficial de Twitter.

Richardson recordó que Pekín "utilizó los Juegos de 2008 para justificar un aumento de su aparato de control" y consideró "aterrador imaginar esa realidad" en los Juegos Olímpicos de 2022.

Por su parte, representantes de Chinese Human Rights Defenders (CHRD), otra de las ONG de derechos humanos más activas en el país, consideraron que la elección de Pekín por parte del COI es un mensaje poco alentador para las "víctimas de abusos".

"Les dice que su dignidad no cuenta", aseguró la investigadora de CHRD Frances Eve, en declaraciones a Efe.

Frances recordó que en 2008 -cuando Pekín celebró los Juegos de Verano- las promesas del Gobierno chino para mejorar la situación de los derechos humanos resultaron "vacías" y aseguró que se cometieron "numerosas violaciones de derechos humanos" a causa de los JJOO.

La investigadora no espera que eso vaya a cambiar en esta próxima ocasión, en un momento en el que China vive "la mayor campaña de represión" en décadas.

Organizaciones en defensa de las minorías étnicas también mostraron su desacuerdo hoy. En un comunicado, la ONG tibetana Free Tibet señaló que "China quiere que el mundo ignore el deterioro de los derechos humanos en el país y que se impresione con su pragmatismo" y aseguró que "eso es exactamente lo que ha hecho el Comité Olímpico".

"El honor de tener unas segundas olimpiadas es un regalo de propaganda para China, cuando lo que necesita es una bofetada en la cara", consideraron.

Por otro lado, la organización ecologista Greenpeace mostró su preocupación por el daño al medio ambiente que podrían causar las futuras construcciones que Pekín acometerá para albergar los Juegos de Invierno, y manifestó que seguirá muy de cerca el proceso.

En un comunicado, la ONG insistió en que Pekín persiga objetivos de mejora de la calidad del aire "mirando más allá de las dos semanas de los Juegos" y puso la atención en las consecuencias que tendrá el centro nacional de esquí alpino que el Gobierno tiene que levantar: "ha de tener especial cuidado para evitar el daño a las especies de plantas raras en la zona", señaló.



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