Formato de impresión


Cada vez más compañías prefieren venderse antes que salir a bolsa


2016-08-04

Maureen Farrell y Matt Jarzemsky

El inversionista Bill Costello se entusiasmó cuando a finales de junio Centennial Resource Development Inc. presentó los papeles para realizar una oferta pública inicial (OPI). La petrolera opera en la prolífica cuenca Pérmica y Costello apostaba a una prometedora salida a bolsa.

Pero apenas unas semanas más tarde, Centennial canceló sus planes para emitir acciones y acordó venderse a una empresa propiedad de inversionistas entre los que se halla la firma de capital privado Riverstone Holdings LLC.

“Estábamos muy interesados en Centennial,” dijo Costello, un administrador de portafolio de la firma de inversión Westwood Holdings Group Inc., que gestiona US$21,000 millones. “Me quedé estupefacto cuando Riverstone aceptó la oferta” de compra.

Así están las cosas en 2016, el año más lento para las salidas a bolsa en Estados Unidos desde 2009. En los últimos tiempos, dicen banqueros e inversionistas, el deprimido mercado de las OPI sencillamente no puede competir con compradores que están dispuestos a pagar mucho dinero para sacar del tablero a potenciales firmas cotizantes.

Además de Centennial, el mercado de salidas a bolsa perdió este año a la compañía de seguridad cibernética Blue Coat Systems Inc., el mercado en línea de automóviles Trader Corp. y Performance Health Holdings Corp., un fabricante de productos de consumo para la salud.

Los compradores se han también adueñado de una serie de startups que se consideraban candidatas para emitir acciones en 2017. En julio, Dollar Shave Club alcanzó un acuerdo con Unilever PLC para venderse por US$1,000 millones. En junio, Vista Equity Partners anunció un acuerdo para comprar la compañía de software Ping Identity Corp. por una suma no revelada.

A pesar de que no es inusual que las compañías evalúen al mismo tiempo salir a la bolsa y venderse (una estrategia conocida como dual track, algo así como doble vía), la reciente avalancha de ventas es la última mala noticia que podían recibir los inversionistas que están tratando de tapar agujeros en sus portafolios.

Aunque normalmente están consideradas entre las inversiones de mayor riesgo debido al corto historial de las empresas, las salidas a bolsa ofrecen a los inversionistas la oportunidad de superar al referente del mercado mediante la inversión temprana en acciones de rápido crecimiento. Este año las acciones de empresas que salieron a bolsa han crecido en promedio 16,7%, muy por encima del aumento promedio del 6,3% del S&P 500. Esto indica que los inversionistas están poniendo más fichas en las pocas empresas que emiten acciones por primera vez.

Si bien es difícil cuantificar cuántas empresas han optado por venderse en lugar de salir a bolsa, banqueros y abogados dicen que la proporción está muy por encima de los niveles típicos.

“Vemos una gran cantidad de franquicias increíbles que nos gustaría poseer y añadir a nuestro portafolio si cotizaran en bolsa”, dijo Brad Slingerlend, gerente de portafolio de los fondos de estrategia global de tecnología en Janus Capital Group Inc.

En lo que va del año, 55 empresas han debutado en las bolsas de Estados Unidos frente a 121 que lo hicieron en igual período del año pasado y 180 de 2014, según Dealogic. Este año, las OPI en Estados Unidos han recaudado US$11,600 millones, 51% menos que el año pasado y 70% menos que en 2014.

Las fusiones, aunque han caído 25% en EU en el último año hasta la fecha con respecto a los niveles récord de 2015, no han caído tan bruscamente. Las empresas siguen disfrutando de mucho efectivo y bajas tasas de interés que han mantenido bajos los costos de financiamiento.

Una razón por la que las ventas le están ganando a las salidas a bolsa es que muchas firmas de private equity —una fuente clave de las OPI—están buscando una salida rápida de inversiones más viejas.

Puede tomar varios años para una firma de private equity vender su participación en una empresa después de que esta haya salido a bolsa, mientras que una venta ofrece una alternativa menos riesgosa y dilatada en el tiempo.

El desempeño accionario de algunas salidas a bolsa recientes ha hecho dudar a algunas firmas de private equity sobre si serán capaces de desprenderse de las acciones de las empresas después de su estreno en bolsa. Desde que First Data Corp., de KKR & Co., salió a bolsa el año pasado en la mayor oferta pública inicial de 2015, su acción se ha cotizado en gran medida por debajo de su precio de salida a bolsa. KKR no ha vendido ninguna acción.

“Hay una gran cantidad de preocupación respecto de cómo se concretarán finalmente los rendimientos en el mercado bursátil”, dijo David Golob, jefe de inversión de Francisco Partners, una firma de private equity centrada en tecnología. “La barra ha subido para ver a una empresa que cotiza en bolsa como una alternativa.”

Trader Corp., un mercado en línea de autos propiedad de la firma de private equity Apax Partners, estaba a días de anunciar públicamente sus planes de salir a bolsa cuando a principios de julio anunció un acuerdo para venderse a Thoma Bravo LLC por alrededor de US$1,200 millones, de acuerdo a varias personas cercanas a la operación.

La medida sorprendió a muchos de los banqueros que preparaban la salida a bolsa de la compañía y esperaban que esta buscara una valoración más alta en una oferta pública, de acuerdo a personas familiarizadas con el asunto.

A veces, las ofertas son demasiado buenas para dejarla pasar.

Blue Coat estaba planeando una oferta pública inicial cuando en junio aceptó la oferta de US$4.650 millones de Symantec Corp., casi el doble de lo que Bain Capital LLC había pagado por la empresa el año anterior, y aproximadamente la misma valoración que esta esperaba conseguir con la salida a bolsa.



JMRS


� Copyright ElPeriodicodeMexico.com