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Los mercados emergentes ya sienten la posible alza de tasas en EU


2016-11-08

Por Rachel Rosenthal y Mia Lamar, The Wall Street Journal

La oleada de inversiones que depositó miles de millones de dólares en los mercados emergentes en los últimos meses se está tomando un respiro.

Los inversionistas redujeron prácticamente a la mitad el efectivo destinado a los fondos especializados en renta fija de economías emergentes en el mes concluido el 2 de noviembre, comparado con el lapso previo, dejándolo en cerca de US$3.250 millones, según el proveedor de datos EPFR Global. Los fondos de acciones de mercados emergentes también sufrieron en las últimas semanas una caída en los ingresos que reciben.

La disminución de los flujos de dinero se produce después de un buen año para los mercados emergentes. Las tasas de interés bajas y negativas en los países desarrollados han ayudado a captar unos US$77,400 millones a los mercados de bonos y acciones de Brasil a Indonesia hasta finales de octubre, según el Instituto de Finanzas Internacionales.

En las últimas semanas, la intención de la Reserva Federal de Estados Unidos de subir las tasas de interés este año y la incertidumbre en torno a las elecciones en el país norteamericano —lo que podría reducir el atractivo de activos considerados más riesgosos— les han dado a los inversionistas motivos para evaluar sus posiciones.

“Los retornos han sido fenomenales este año”, manifestó Ashley Perrott, directora de renta fija pan-Asia de UBS Asset Management en Singapur.

El Índice de Bonos de Mercados Emergentes de J.P. Morgan, una referencia del mercado de deuda soberana, acumula un retorno de 13,1% este año, comparado con 5% para los bonos soberanos globales. Con retornos de dos dígitos, “sacar un poco de las ganancias es natural”, dice Perrott.

El Índice MSCI de Mercados Emergentes, mientras tanto, ha rendido 13%, incluyendo dividendos, comparado con un alza de 2% de las acciones estadounidenses.

Los inversionistas, no obstante, señalan ahora que la posibilidad de obtener una mayor rentabilidad en los mercados desarrollados, en especial en bonos, le ha restado fuerza al desempeño de los mercados emergentes.

Las expectativas de que la Fed suba las tasas de interés se han afianzado desde comienzos de septiembre, mientras que la estabilización de los precios del petróleo ha elevado las expectativas de inflación. Los bancos centrales de las economías desarrolladas, en especial el Banco de Japón y el Banco Central Europeo, han indicado que sus gigantescos programas de compra de bonos han llegado a su límite, lo que ha llevado los rendimientos de los bonos en EU y Europa a sus niveles más altos en varios meses. Los rendimientos suben cuando caen los precios.

Uno de los ejemplos más dramáticos de la salida de capitales de los fondos especializados en mercados emergentes provino de Corea del Sur, donde los inversionistas extranjeros vendieron US$2,600 millones de deuda soberana, según André de Silva, director de estrategia de tasas de mercados emergentes de HSBC Holdings PLC en Hong Kong.

Los inversionistas que buscan una mayor rentabilidad se abalanzaron sobre el mercado coreano de bonos, que es muy líquido, reduciendo la tasa del bono del gobierno de referencia a 10 años a 1,35% en julio, luego de empezar el año en 2,04%.

Ahora que los rendimientos en los mercados desarrollados empiezan a subir, la necesidad de diversificarse en Corea del Sur pierde atractivo. El rendimiento del bono soberano a 10 años ha vuelto a subir a 1,71%, aunque sigue por debajo del bono equivalente del Tesoro estadounidense, que ronda 1,82%.

Otro mercado susceptible a la salida de capitales es Indonesia, donde cerca de 40% de los bonos del gobierno está en manos de inversionistas extranjeros. Estos bonos han captado una inversión internacional de US$8,900 millones este año, según cifras del banco británico HSBC Holdings PLC, pero los flujos ya se revirtieron, con ventas de US$716 millones en octubre.

“Psicológicamente, aún queda la resaca” de la ola de ventas en mercados emergentes desatada luego de que la Fed anunciara el fin de su programa de compra de bonos en 2013, señala Julian Wee, estratega sénior de mercado de National Australia Bank en Singapur. Indonesia fue uno de los países más afectados.

Los inversionistas podrían mirar a Indonesia casi “por reflejo”, dice, y agrega que el país registra un déficit en cuenta corriente y, como exportador de materias primas, es vulnerable a una caída de los precios del petróleo.

En India, los extranjeros vendieron acciones la semana pasada por vez primera desde febrero, según información de HSBC. Los inversionistas foráneos también redujeron sus posiciones en acciones tailandesas por primera vez en varios meses tras la muerte del octogenario rey Bhumibol Adulayadej.

Algunos inversionistas de mercados emergentes dicen que siguen de cerca los movimientos de la Fed, pero no esperan que las decisiones del banco central estadounidense tengan grandes repercusiones en los mercados. “Muchos de estos países han tenido múltiples años de preparación para una movida de la Fed”, dijo Louis Lau, director del grupo de inversión de Brandes Investment Partners, en San Diego.

Lau prevé algún impacto de la decisión de la Fed y no ha invertido en países que aún tienen importantes déficits en cuenta corriente como Turquía. El fondo de renta variable que coadministra es uno de los de mejor desempeño en mercados emergentes este año, según Morningstar Inc., con una ganancia de 30% a finales de octubre.

De todos modos, aunque la Fed suba las tasas de interés, lo más probable es que los mercados emergentes mantengan su atractivo para la inversión debido a que las economías desarrolladas seguirán en un entorno caracterizado por las bajas tasas de interés y las economías emergentes están en mejor situación que hace unos años. Los analistas señalan que la reciente volatilidad podría ser efímera.

El Instituto de Finanzas Internacionales proyecta que los fondos seguirán llegando a los mercados emergentes el próximo año, aunque a un ritmo más moderado.

“Pensamos que lo que hemos observado en octubre es más volatilidad de corto plazo que un cambio en los fundamentos”, dijo Charles Collyns, economista jefe de la entidad.



JMRS


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