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Los estadounidenses salen a las urnas tras una campaña divisiva


2016-11-08

Reid J. Epstein, Beth Reinhard y Carol E. Lee, The Wall Street Journal

Los votantes de Estados Unidos comenzaron a acudir a las urnas el martes después de una campaña presidencial divisiva y volátil entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.

Luego de regresar de un mitin en el estado de Carolina del Norte con los cantantes Lady Gaga y Jon Bon Jovi, Clinton votó a las 8:00 a.m. en una escuela primaria en Chappaqua, Nueva York, junto a su esposo, el expresidente Bill Clinton.

Trump votó cerca de su casa en la ciudad de Nueva York. El candidato republicano recorrió cinco estados el lunes mientras buscaba una mezcla poco ortodoxa de victorias que le den los 270 votos electorales que necesita para llegar a la Casa Blanca.

En una manifestación en Scranton, Pensilvania, el lunes por la noche, los vítores de la muchedumbre inspiraron a Trump para predecir de nuevo una victoria. “Este no es el sonido de un segundo lugar”, dijo.

Clinton visitó tres estados el lunes y usó a su poderoso abanico de aliados para extender su alcance, realizando una aparición conjunta con dos de sus más fuertes partidarios, el presidente Barack Obama y su esposa Michelle en Filadelfia.

Se cree que cerca de 130 millones de estadounidenses votarán en una de las elecciones más impredecibles de la historia moderna, en la que el futuro de la presidencia, la Corte Suprema y el control del Senado están en juego. Los votantes también tendrán la oportunidad de hacer historia si eligen a la primera mujer presidente de EU

Al lunes, al menos 42 millones de personas ya habían votado por anticipado, con estados clave como Arizona, Florida y Nevada fijando records de participación antes del día de elecciones. En Florida, más de seis millones de personas votaron por anticipado, un incremento de 35% frente a 2012. En Carolina del Norte cerca de la mitad de los votantes registrados lo hicieron por anticipado, lo que representa cerca de tres millones de votos.

Hasta mediados de octubre, las campañas y grupos externos que respaldan a Trump y Clinton habían gastado más de US$1,000 millones en las elecciones, según un análisis del Campaign Finance Institute de los documentos presentados a la Comisión Electoral Federal. La campaña de Clinton había gastado cerca de US$450 millones, casi el doble de lo que gastó la de Trump.

La última ronda de encuestas nacionales mostró a Clinton con una sólida, pero corta ventaja sobre Trump, entre 3 y 6 puntos porcentuales. En la encuesta de The Wall Street Journal/NBC News publicada el domingo, Clinton tenía una ventaja de 4 puntos porcentuales.

En el último día de campaña los candidatos revelaron dónde creen que la elección se ganará o perderá y ofrecieron argumentos muy diferentes a sus audiencias.

Clinton, cuya campaña ha estado profundamente basada en los análisis y los datos de los votantes hizo tres de sus cuatro paradas el lulnes en Michigan y Pensilvania, buscando energizer a los votantes afroestadounidenses y jóvenes que ayudaron a impulsar a Obama a su histórica victoria en 2008.

Ambos candidatos programaron paradas en Raleihg, Carolina del Norte, el centro de una región con una enorme población de votantes afroestadounidenses, a los que Clinton necesita y votantes rurales blancos que han impulsado la campaña de Trump.

En una campaña en la que se vieron los ataques más personales en la historia reciente, Clinton llamó a Trump “no apto por temperamento y no apto por experiencia” para ser presidente. Prometió cerrar heridas que según ella Trump abrió desde que lanzó su campaña en junio de 2015.

“Tenemos que comenzar a hablarnos entre si de nuevo y tenemos que recibir buenas ideas sin importar de dónde vengan”, dijo Clinton el lunes en una manifestación en la Universidad de Pittsburgh. “A veces, cuando escucho hablar a mi oponente, no reconozco el país del que habla”, dijo.

“We have to start talking to each other again, and we have to get good ideas wherever they come from,” Mrs. Clinton said Monday at an outdoor rally at the University of Pittsburgh. “Sometimes, when I hear my opponent speak, I don’t recognize the country he’s talking about,” she added.



JMRS


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