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El estado moribundo

2016-11-24

Almte. Manuel Rodríguez Gordillo

"No existe peor despotismo que el del dinero.... Carece de ética y de compasión"

La meta neoliberal

Desde hace muchos años se han utilizado ríos de tinta escribiendo sobre el tema del “Neoliberalismo”, tanto en contra como a favor de esta “doctrina” político-económica, en la que actualmente descansan las decisiones de la mayoría de los regímenes gobernantes del mundo, esta es una realidad innegable que todos conocemos personalmente a través de la práctica cotidiana a la que nos enfrentamos, al hacer cualquier tipo de transacción económica o que sufrimos, cuando a nuestro dinero le cambian su poder adquisitivo por decisiones tomadas en las casas de bolsa o en la banca mundial.

En general quienes escriben sobre el “Neoliberalismo”, ya sea como apologistas del mismo o como opositores, son economistas o políticos que abordan el tema desde posiciones ideológicas o de índole económica, que raras veces consideran el impacto que tendrán en la estructura social a futuro, y menos aún los cambios sociales y de gobierno que conllevan para los estados nacionales, o también en la conservación de las garantías individuales y de la justicia, dado que la visión última de un sistema neoliberal a ultranza desplaza a los gobiernos arrinconándolos como espectadores del quehacer económico, mismo que según esta teoría político-económica debe obedecer únicamente a las supuestas y virtuales “Leyes del mercado”, sin considerar que éstas abstracciones (neoliberalismo y leyes del mercado), son entelequias que carecen de sustento en el mundo real, mientras existen la inequidad, la avaricia y la impiedad, antítesis de los valores indispensables para le existencia de una sociedad y gobiernos justos y democráticos.... pero  veamos porqué:

I.- Para hacer viable la existencia de leyes del mercado que no rompan la equidad social y la justicia, se requiere que haya un “Mercado Ideal” en donde la ley de la oferta y la demanda estén equilibrados, esto es, necesita la inexistencia de monopolios y de monopsonios (acaparamiento en la venta o en la compra, respectivamente), para evitar el abuso al consumidor y al productor, ya sea de bienes , de alimentos, y/o de servicios, escenario que al estado (autoridades gubernamentales), le corresponde crear y mantener, en apoyo a la búsqueda y consolidación de la equidad y la justicia social (evitar la miseria y la concentración de la riqueza en pocas manos), o dicho en otras palabras, la búsqueda del bien común, paradigma inexcusable para cualquier clase de gobierno sin importar su ideología.

Actualmente la mayoría de las naciones se encuentran dentro del esquema neoliberal que sumado al fenómeno de globalización, ha instaurado una interdependencia irreal y económicamente asimétrica que condiciona las economías nacionales, debido a la existencia de un mercado con escasos controles a nivel mundial, en donde se encuentra en juego la capacidad real (y por ende su existencia), como entidades decisorias independientes  a los estados nación.

Estas circunstancias han provocado que los países menos desarrollados se conviertan en colonias económico-financieras y tecnológicas, dado que su acceso a los insumos de alta tecnología y de ciencia de vanguardia, se encuentra condicionado por los intereses de las nuevas metrópolis, que las guardan celosamente y las utilizan como herramienta de dominio político y económico, dado el altísimo valor agregado que les imponen, arruinando sus frágiles economías encerradas en el círculo perverso de necesidad y despojo, que les impide un desarrollo real.

II.- De consolidarse el neoliberalismo como sistema político-económico en un mundo globalizado, interdependiente y de  inequidad, ahondaría más la brecha entre los países ricos y desarrollados, con los que se encuentran en vías de desarrollo.

De la misma manera se impondrían las leyes del mercado bajo la tutela de los monopolios y monopsonios, cuya doctrina es la de obtener el mayor lucro posible, condiciones que empobrecerían aún más a los países subdesarrollados, debilitando políticamente a los gobiernos, hasta convertirlos en súbditos, de facto, de los grandes capitales de las metrópolis citadas en párrafos anteriores.

III.- Una vez establecidas las condiciones neoliberales y la primacía del las leyes del mercado sobre las nacionales, el estado como tal desaparecería en la realidad, para convertirse en una mascarada virtual al servicio del mundo de las finanzas.

Dentro de este panorama político económico todas las actividades del estado serán subordinadas por el mercado, cuyas leyes a su vez son reguladas por la ley de la oferta y la demanda manipulada por monopolios y monopsonios, en donde el hombre pasaría a ser un objeto más en dicho mercado, dejando de ser el motivo y fin de todas las actividades, que en el esquema neoliberal lo ocupa el dinero, que dejó de ser únicamente una herramienta para el intercambio de bienes, alimentos o servicios, convirtiéndose en una mercancía más, que actualmente ya se compra y vende en el casino de las finanzas (bolsas de valores), durante la compra y venta de divisas que solo sirve a los especuladores para despojar a quienes verdaderamente crean la riqueza, como son los obreros, los campesinos, los artesanos, los científicos, los creadores, y los prestadores de servicios.

IV.- En el neoliberalismo las leyes del mercado convierten a la economía en un juego de casino, en el cual queda descartado el bienestar general de la población, ya que solo se rige por la obtención de las mayores ganancias posibles, lo que dicho en otras palabras.... son normas abstractas diseñadas para el intercambio virtual de divisas en el mundo financiero deshumanizado, en donde el papel del ser humano es el de una ficha material más  en el juego.

Dentro de esta visión totalmente materializada, la vida humana deja de tener valor y la economía se reduce a un juego que se justifica a sí mismo midiendo las ganancias en dinero.

V.- Esta burda deshumanización del proceso económico carece de lógica y es contradictorio, dado que es instaurado por seres humanos que al parecer olvidan que la acumulación de la riqueza carece de sentido sin la existencia del hombre, único ser capaz de disfrutarla necesariamente en compañía de sus semejantes. aunque en sus cálculos lo contabilizan de manera abstracta, como si fuera una máquina sin conciencia y despojado de sus atributos históricos.

Recopilando todo lo señalado y en un ejercicio de imaginación lógica podríamos proyectar y describir a futuro el mundo neoliberal, políticamente globalizado y torcidamente  interdependiente, en el que observaríamos lo siguiente:

a.- El rol de los gobiernos tal y como actualmente existen ya no tendrían vigencia, pues su representación social sería virtual y solo discursiva, ya que las autoridades supuestamente representativas, estarían totalmente al servicio del capital, cuyo valor supremo es el dinero y no el bienestar general.

b.- La economía sería un juego estrictamente de casino.

c.- La seguridad social (en caso de existir), sería un negocio más en el mercado de la salud y del bienestar.

d.- Las fuerzas armadas y las de seguridad estarían al servicio del capital.

e.- Los derechos humanos serían solamente argumentos retóricos.

f.- El patriotismo estaría condicionado por los intereses  financieros.

g.-  La miseria no sería combatida ya que es concomitante y necesaria para la existencia del neoliberalismo.

h.- El sistema educativo sería elitista y un negocio lucrativo que obedecería solamente a la ley de la oferta y a la demanda, y de la misma manera las actividades deportivas y culturales.

i.- En el derecho y en la justicia todo tendría un precio en dinero, cuyo valor fluctuaría según las condiciones del mercado en las casas de bolsa.

j.- Desaparecería el pprincipio de autodeterminación de los pueblos, así como el de la no intervención en los asuntos internos de los países, debido a la interdependencia absoluta existente.

k.- La solución pacífica de las controversias internacionales quedaría al arbitrio del gran capital, al igual que la proscripción de la amenaza o del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.

l.- La igualdad jurídica de los estados nacionales quedaría al arbitrio de las necesidades del gran capital, así como la cooperación internacional para el desarrollo y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.

m.- La información estaría en manos de los intereses financieros, y la población mundial condenada a conocer su mundo a través de los filtros que convenientemente impusieran estos intereses a los únicos medios de comunicación, de su propiedad

Como colofón cabe señalar que en la etapa actual del neoliberalismo, que se encuentra apoyado en el proceso de globalización, y por las leyes de la oferta y la demanda controladas por los monopolios y monopsonios (¿libre comercio?), inmerso en un mercado sin controles al interior de las naciones, pero que participa globalmente, sumado a la existencia impuesta de una interdependencia irreal que busca anular la presencia y poder del Estado–Nación, mismo que se va perdiendo con el avance de la globalización, la mayoría de los países subdesarrollados se encuentran impedidos a combatir seriamente la pobreza, el hambre, sus conflictos étnico-religiosos y sus problemas sociales, lo que provoca emigración de poblaciones enteras, problema que hoy tiene en jaque al sistema neoliberal.

Sin embargo y a pesar de las evidencias de lo anteriormente expuesto, los voceros del capital internacional dominante (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Departamento del Tesoro Norteamericano e instituciones similares), pretenden hacernos creer que la economía y el rumbo neoliberal que actualmente se sigue, es el camino adecuado para el progreso y el desarrollo de los países, nos dicen también que las leyes del mercado (irreal), son superiores a las leyes locales que buscan abatir la pobreza y la inequidad en las sociedades humanas..... ¿Será realmente el “Neoliberalismo” el camino correcto para alcanzar la paz y el bienestar de la humanidad?...... ¿Usted que opina estimado lector?