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La caída de Alepo corona la influencia de Irán sobre un "arco chií"


2016-12-16

Por Babak Dehghanpisheh

BEIRUT (Reuters) - Irán ha desempeñado un papel clave en la campaña del presidente sirio Bashar al-Assad para aplastar la resistencia rebelde en Alepo y ahora está más cerca de cerrar un "arco chií" de influencia desde la frontera afgana hasta el Mar Mediterráneo.

Comandantes de la Guardia Revolucionaria y altos prelados en Teherán alabaron esta semana la victoria iraní sobre los "terroristas wahabíes" en Siria y el país que los patrocina, su rival regional suní Arabia Saudita.

Hay pocas dudas de que la captura de Alepo, tras años de combate y un costo de miles de vidas, volverá a Assad inexpugnable frente a los rebeldes que han tratado por años de acabar con su régimen. Y es indudable que la victoria no hubiese sido posible sin el constante flujo de combatientes, dinero y armas chiíes.

La guerra civil enfrentó a Assad, apoyado por Rusia e Irán, contra los rebeldes respaldados por Estados Unidos, las potencias árabes del Golfo Pérsico y Turquía.

La participación de Irán por más de cinco años, ofreciendo asesoría militar, entrenamiento y pertrechando a milicias chiíes, no sólo ha perfilado el conflicto en Siria. También ha fortalecido su control en la región.

Por primera vez, Teherán puede ejercer autoridad sobre un vasto territorio en Oriente Medio desde Irak hasta Siria y hacia El Líbano, un arco de influencia del que hace tiempo países árabes del Golfo Pérsico, en especial Arabia Saudita, venían advirtiendo.

"Sabíamos que los iraníes son muy pacientes", dijo Hilal Khashan, profesor de estudios políticos de la Universidad Americana de Beirut. "No esperan una recompensa inmediata. Así que perseveran y están cosechando los frutos de su paciencia".

"No tengo dudas de que se creará este arco chií o media luna (...) Los iraníes establecerán su área de influencia desde Irak a El Líbano".

MEDITERRÁNEO

La influencia iraní no es resultado solamente de la caída de Alepo. Ayudan también los avances del gobierno chií de Bagdad, un aliado de Teherán, para arrebatar Mosul al Estado Islámico, un grupo radical suní.

Miles de milicianos chiíes entrenados en Irán están peleando junto al gobierno de Irak. Algunos ya han combatido en Siria para apoyar a Assad y se han comprometido a volver si es necesario.

En Irak están batallando por el control de Tal Afar, una ciudad entre Mosul y la frontera occidental con Siria, que si es recapturada permitirá a Irán tener un acceso militar sin restricciones hacia el mar Mediterráneo.

Irán es una gran influencia en el Líbano, donde tiene vínculos históricos con la comunidad chií y financia a Hezbolá, el mayor movimiento político y militar del país.

Establecer ese "arco chií" ofrece a Teherán una enorme influencia política en la región, en competencia con Riad. Además supone una amenaza militar para Israel, a través de Siria y El Líbano, que funcionarios iraníes consideran un disuasivo frente a cualquier agresión de Tel Aviv a Irán.

Sin embargo, está por verse si Irán puede sostener esa amplia esfera de influencia, dijo Khashan.

COMANDANTES IRANÍES

Irán comenzó EN 2012 a armar, entrenar y pagar a miles de combatientes afganos y paquistaníes, así como a militantes de Hezbolá del Líbano, para que pelearan por Assad, según analistas y diplomáticos.

Supervisando la actividad estuvieron comandantes de la Guardia Revolucionaria, algunos de los cuales tienen experiencia que se remonta a la guerra entre Irán e Irak en 1980. Estos combatientes pudieron frenar muchos de los avances de la oposición siria.

Entre los comandantes está Qassem Soleimani, jefe de las fuerzas especiales Al-Qods de la Guardia Revolucionaria, quien ha sido repetidamente fotografiado en los frentes de Irak y Siria en los últimos años.

La presencia de Soleimani y de otros altos comandantes de la Guardia en el terreno es completamente diferente al enfoque de países como Arabia Saudita, que sólo contribuyeron con dinero y equipo militar para la oposición, dijeron diplomáticos y analistas.

"Los sauditas tienen un paquete. No tienen experiencia (...) Entregan un paquete, entregan dinero, creen que eso es suficiente, pero en realidad no lo es", dijo un diplomático occidental que pidió que no se mencionara su nombre porque no está autorizado a hablar públicamente.

"Eso es algo que los iraníes hicieron y que el otro bando no hizo: invertir capital en el terreno".

Combatientes rebeldes han dicho que cuando los comandantes iraníes estaban en el terreno, el Ejército sirio se desempeñaba mucho mejor, sostuvo el diplomático occidental.

La decisión de tener comandantes en el frente tuvo un costo, ya que al menos media docena de generales iraníes ha muerto en Siria. Pero, como se han usado milicias chiíes de otros países, Teherán ha mantenido relativamente bajo el número total de ciudadanos fallecidos.



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