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Trump, xenófobo


2017-02-14

Carlos Fernández-Vega, La Jornada

Una tras otra Donald Trump cumple sus xenófobas promesas de campaña, con especial énfasis en la deportación y las "ciudades santuarios". Sólo una sociedad enferma puede avalar ese tipo de prácticas y Estados Unidos, muy al estilo de los tiempos secesionistas, está partido en dos, y en medio cuando menos 11 millones de personas corren el riesgo de ser víctimas de tales jaloneos, por el pecado de buscar en otra parte las oportunidades de vida que les niegan en sus respectivos países.

La política racista y xenófoba del energúmeno de la Casa Blanca lleva al extremo tal política y se niega a respetar las decisiones del aparato estadunidense de justicia, mientras mantiene oídos sordos al rechazo de buena parte de la comunidad internacional. Va por más y en la Casa Blanca "contemplamos todas las opciones posibles", que incluyen "un decreto totalmente nuevo" y "nuevas medidas" en contra de los migrantes.

Prioridad del susodicho son los cerca de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, quienes, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew, se aglutinan en "20 grandes áreas metropolitanas con las poblaciones más grandes de Nueva York, Los Ángeles y Houston, de acuerdo con las nuevas estimaciones censales del gobierno".

El citado centro de investigación analizó tal situación (20 áreas metropolitanas albergan a seis de cada 10 migrantes no autorizados en Estados Unidos) y de su informe se toman los siguientes pasajes. Va, pues.

El estudio muestra que la población migrante indocumentada está altamente concentrada, más que la población estadunidense en general. En 2014, 20 áreas metropolitanas con la mayoría de los migrantes indocumentados fueron el hogar de 6.8 millones de ellos, equivalente a 61 por ciento del total estimado a escala nacional. Por el contrario, sólo 36 por ciento de la población total de Estados Unidos vivía en esas mismas áreas metropolitanas.

Pero el análisis también muestra que los indocumentados tienden a establecerse donde viven otros migrantes. Entre los legales –incluidos los ciudadanos naturalizados y los no ciudadanos–, 65 por ciento vivían en esas metrópolis.

Las mayores poblaciones de migrantes no autorizados estaban en las áreas metropolitanas de Nueva York y Los Ángeles (1.2 y un millón, respectivamente). Ninguna otra área metropolitana se acercó a un millón. Entre las 20 áreas principales, las poblaciones migrantes no autorizadas más pequeñas incluyeron a Orlando (110 mil), Florida y Austin (100 mil), Texas.

Cinco de las 20 metrópolis con mayor población de indocumentados están en California: Los Ángeles, Riverside-San Bernardino, San Francisco, San Diego y San José. Tres (Houston, Dallas-Fort Worth y Austin) están en Texas.

Algunas de esas áreas podrían verse afectadas por la promesa de la administración Trump de tomar medidas contra localidades que no cooperen con funcionarios federales en la identificación de los migrantes no autorizados. La orden ejecutiva del presidente promete recortar los fondos federales a esos santuarios. Los alcaldes de varias ciudades grandes han dicho que no cumplirán la orden.

Las 20 principales áreas metropolitanas para migrantes indocumentados han sido notablemente consistentes durante la última década. Diecinueve de los principales destinos metropolitanos para migrantes no autorizados en 2014 se ubicaron entre los 20 primeros de cada año durante la década anterior.

El conjunto de datos de la Oficina del Censo utilizado para este análisis no separa en todos los casos las ciudades de las áreas metropolitanas más grandes que las contienen. Pero tal distinción es posible para 11 de las 20 principales. Dentro de ellas, las urbes con mayor población de migrantes indocumentados incluyen a Nueva York, con un estimado de 525 mil; Los Ángeles, 375 mil, y Chicago, 140 mil. Otras con datos disponibles son Miami (55 mil), Denver (55 mil), Filadelfia (50 mil), Boston (35 mil), San Francisco (35 mil), Washington DC (25 mil) y Seattle (20 mil).

Entre las 20 principales áreas metropolitanas sólo una ciudad para la que se dispone de datos –Phoenix– fue el hogar de la mayoría de los migrantes no autorizados en ese área metropolitana, con alrededor de 140 mil de un total de 250 mil. En los otros, la mayoría de los migrantes no autorizados que vivían en el área metropolitana lo hacían fuera de las fronteras de la ciudad más grande. Los migrantes no autorizados incluyen personas que cruzaron ilegalmente la frontera o sobrepasaron sus visas.

Debido a que las estimaciones forman parte de una muestra existen márgenes de error, por lo que algunas diferencias aparentes en las poblaciones de migrantes no autorizados entre metrópolis o ciudades no pueden ser realmente diferentes. En 150 de las 155 áreas metropolitanas analizadas, las zonas metropolitanas individuales no difieren en rango de las inmediatamente inferiores. Las áreas metropolitanas que se diferencian en rango de las inmediatamente inferiores son: Nueva York, Los Ángeles, Houston, Washington y San Francisco.

A escala nacional los migrantes no autorizados representaron 3.5 por ciento de la población total en 2014. El área metropolitana de Filadelfia es la única de las 20 principales áreas para los migrantes indocumentados que tenía una menor participación; la de Boston tenía una participación aproximadamente igual y el resto una más alta, incluyendo 8.7 por ciento en la correspondiente a Houston y 8 por ciento en la de Las Vegas.

En promedio, los migrantes indocumentados representan alrededor de uno de cada cuatro residentes estadunidenses nacidos en el extranjero. Ellos significan una proporción algo mayor de migrantes en las áreas metropolitanas de Houston (37 por ciento), Dallas (37), Atlanta (33), Phoenix (37), Las Vegas (35), Denver (37) y Austin (34). Constituyen una porción algo menor de todos los migrantes en las áreas metropolitanas de Nueva York (19 por ciento), Miami (18), San Francisco (17) y San José (17).

Y todos ellos están en la mira del energúmeno de la Casa Blanca y su secta de xenófobos.

Las rebanadas del pastel

Por cierto, los que ahora marchan para, según ellos, hacer vibrar a México y unir a los mexicanos son igual de racistas y excluyentes que el gringo al que dicen criticar, e idénticos a los lamebotas que rodean al energúmeno… Hay nuevo coordinador de Comunicación Social en la Sedesol, el querido amigo Lázaro Moguel Loria. Suerte, matador.



yoselin


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