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Los vecinos de Corea del Norte replican con su propia carrera armamentística 


2017-08-31

JAVIER ESPINOSA / El Mundo


El último lanzamiento de un cohete norcoreano que sobrevoló Japón amenaza con intensificar la carrera armamentista con la que países vecinos del estado comunista comoCorea del Sur yJapón pretenden contrarrestar la expansión del programa nuclear y de misiles de Corea del Norte.

Instalado en una doble política que aboga por gestos de acercamiento a Corea del Norte, pero también por una mayor solidez de sus fuerzas armadas para contrarrestar al país rival, el presidente surcoreano Moon Jae In tenía previsto presentar el viernes un nuevo presupuesto de Defensa que prevé un incremento de un 6,9% a la dotación que se destinó a ese sector el año pasado.

Este sería el mayor aumento del que se han beneficiado los uniformados locales desde 2009. Seúl ya consiguió la aquiescencia de Washington en julio para aumentar la potencia de sus propios misiles y este martes -tras la prueba norcoreana- difundió imágenes de sus propios ensayos de nuevos cohetes.

El ejército surcoreano dijo en junio que había probado con total éxito un Hyunmoo-2, capaz de cubrir una distancia de 800 kilómetros que le permitiría atacar cualquier objetivo en el territorio norcoreano. Hasta ahora, Corea del Sur sólo podía desarrollar misiles con un radio máximo de 300 kilómetros.

"Creo en diálogo, pero también sé que el diálogo es posible cuando tienes una defensa nacional fuerte. Sólo podremos abrazar a Corea del Norte cuando tengamos una capacidad de defensa que les sobrepase", señaló en aquella fecha el presidente Moon Jae-In.

Alianza entre Seúl y Tokio

Las acciones norcoreanas están consiguiendo también que Seúl y Tokio aparquen las muchas diferencias que mantienen en torno a su reciente historia para perfilar una alianza común frente a la expansión del programa militar de Pyongyang.

Moon y Abe acordaron este miércoles por teléfono aumentar la presión sobre Corea del Norte "al máximo nivel". Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Itsunori Onodera ya dijo el martes que su país prepara la compra de un nuevo sistema de defensa antimisiles del tipo Aegis instalado en tierra, similar al que ya usan varios de sus destructores, que debería estar operacional para el 2023. El coste de las dos baterías previstas -sin contar sus misiles- es de 700 millones de dólares cada una.

Las autoridades niponas pretenden reforzar este entramado con la adición de un poderoso radar llamado Spy-6, según explicaron fuente locales a la agencia Reuters. "Este lanzamiento va a promover igualmente un debate sobre la posesión de nuestro propio sistema de detección por satélite", explicó el experto Hideshi Takesada, de la Universidad Takushoku, a la agencia Afp.

Onodera ha apoyado en el pasado que Tokio se dote con misiles capaces de destruir los cohetes norcoreanos antes de que sean lanzados, algo que considera autodefensa pero que supondría un sustancial giro para la política mantenida hasta ahora por la nación asiática.

La espiral amenaza con continuar su escalada ya que la agencia oficial norcoreana KCNA indicó ayer que el líder norcoreano Kim Jong-un ha pedido más lanzamientos de misiles de este tipo "con el Pacífico como objetivo".

Según el mismo medio, el mandatario dijo que la última prueba era sólo un "preludio significativo" ante un posible ataque contra la isla de Guam, otros enclaves de EU en el Pacífico y el territorio continental de esa nación.

Japón, bajo el "paragüas" de Estados Unidos

Un sexto ensayo nuclear norcoreano -una hipótesis que se rumorea desde hace meses- podría incluso alentar las voces hasta ahora minoritarias en el país que piden que Japón también disponga de su bomba atómica, opinó el politólogo Akira Kato.

La administración que lidera Donald Trump se ha pronunciado en varias ocasiones con cierta complacencia cuando no aquiescencia absoluta ante la hipótesis de que Japón o Corea del Sur adquieran su propio arsenal atómico.

En marzo pasado, cuando un periodista le preguntó durante su visita a Tokio, sobre la posibilidad de que el estado nipón desarrollara armas nucleares, el secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, lejos de descartar esa hipótesis dijo que "las circunstancias pueden evolucionar hasta el punto de que por razones de disuasión tengamos que considerarlo".

Los expertos coinciden en que Japón dispone de la tecnología y las reservas necesarias de plutonio para fabricar una bomba atómica con toda celeridad, pero esa decisión requeriría cambiar su constitución y provocaría con toda probabilidad la oposición de una amplia mayoría de la población que todavía recuerda los estragos devastadores que causaron las bombas estadounidenses de Hiroshima y Nagasaki.

La historia recuerda que Japón ya se encontró en esta tesitura cuando China realizó su primer ensayo nuclear en 1964 y entonces también barajó la posibilidad de sumarse a la carrera atómica pero prefirió aferrarse al llamado "paraguas nuclear" de EU que le ofreció el presidente Lyndon Johnson en 1966.

El debate nuclear se ha agudizado incluso más en Corea del Sur, donde cerca de un 60 por ciento de sus ciudadanos se muestran favorables al desarrollo de bombas atómicas, según las encuestas.

Las últimas semanas formaciones como el conservador Partido de la Libertad de Corea pidió que EU vuelva a desplegar en el territorio surcoreano el arsenal nuclear que retiró en 1991.

Corea del Sur mantuvo un programa nuclear secreto durante la década de los 70 bajo la égida del dictador Park Chung-hee, pero la presión de EU le obligó a abandonarlo en 1975.



yoselin


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