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"Inminente riesgo de desastre" en Bali por erupción volcánica


2017-11-28

MÓNICA G. PRIETO | El Mundo

Una erupción mayor podría ser "inminente", según la BNPB

Cerrado el aeropuerto internacional de Bali por segundo día consecutivo

Las autoridades indonesias ha amenazado con desalojar de forma forzosa a los residentes que permanecen en la zona de exclusión decretada en torno al Monte Agung, el volcán que despertó el pasado verano en la isla de Bali y cuya creciente actividad amenaza con derivar en una erupción explosiva como la que mató a casi 1,600 personas en 1963.

Un portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) ha explicado que se está rastreando el área de seguridad, que incluye un perímetro de 10 kilómetros, en busca de aquéllos que han optado por quedarse en sus hogares, cerca de las plantaciones y el ganado que constituyen su única forma de vida. "Tenemos personal haciendo un barrido, y si es necesario les desalojaremos de forma forzosa", declaró Sutopo Purwo Nugroho. El pasado septiembre, unas 140,000 personas fueron evacuadas de sus aldeas ante los primeros signos de actividad del volcán, dormido durante 54 años, pero la mayor parte regresó a sus hogares.

Se estima que unas 100,000 personas residen en los 10 kilómetros que podrían recibir el impacto de rocas volcánicas y el magma que ha comenzado a expulsar el volcán, aunque las autoridades estimaban que, a día de ayer, sólo 40,000 habían buscado refugio en campamentos habilitados a tal fin y en las instalaciones deportivas donde están siendo acomodados.

Continúa cerrado el aeropuerto de Bali por la erupción del volcán Agung ATLAS

Las autoridades han instalado un sistema de sirenas que se activará si se produce una erupción explosiva, y han decretado el máximo nivel de alerta ante el "inminente riesgo de desastre" que podría implicar una erupción del volcán, que según el BNPB "continúa emitiendo ceniza" con ocasionales "erupciones explosivas" que pueden escucharse a 12 kilómetros de distancia desde la cima, que no ha cesado de humear.

"Hemos elevado la alerta dado que las erupciones del Monte Agung han pasado de ser freáticas a magmáticas", explicó un responsable de la agencia, I Gede Suantika. "Se ha observado un incremento de rayos de fuego durante la noche. Eso indica que el potencial de una erupción mayor es inminente", destacaba la institución en su muro de Facebook. Sin embargo, las densas nubes y el humo que cubren la cima impiden estudiar la evolución del volcán, cuyo comportamiento parece impredecible.

El responsable del BNPB, Kasbani, añadió en declaraciones al diario local Tempo que, una vez que el volcán ha entrado en fase magmática, "una nueva erupción es probable porque el volumen de magma crece. Las señales sísmicas aumentan y los temblores también, lo que significa que el magma está ascendiendo a la superficie". El principal riesgo para la población lo constituyen los flujos piroclásticos, una mezcla de gases volcánicos, materiales sólidos calientes y aire atrapado que arrasan los terrenos por donde pasan.

Para el geólogo Mark Tingay, de la Universidad australiana de Adelaida, es "muy difícil predecir" cómo va a desarrollarse la situación, si bien ha destacado que Indonesia parece tener la situación bajo control. El profesor de Ciencias Terrestres de la Universidad de Oxford David Pyle destacó en declaraciones a The Guardian que "la zona desalojada podría quedar totalmente devastada. Se trata de un volcán joven activo, con una larga historia de erupciones explosivas. Es el tipo de volcán que probablemente explota cada cien años".

El volcán, "enfadado"

Las autoridades de la isla de Bali, un popular destino turístico, están determinadas a evitar el desastre de 1963, cuando pese a un mes de temblores y erupciones de ceniza del volcán, cientos de personas optaron por buscar protección en sus templos, cerca de sus dioses, en lugar de buscar refugio. Murieron quemados vivos. Aunque se podría pensar que la credulidad ha disminuido desde entonces, algunos residentes siguen achacando las erupciones volcánicas a castigos divinos. El pasado septiembre, varios líderes religiosos locales atribuyeron el despertar del Monte Agung al "enfado" del volcán con los "bule", o extranjeros, que "orinan" en sus cimas e incluso mantienen encuentros sexuales en el mismo, y a las turistas que "menstruan" en sus proximidades.

En esta ocasión, algunos residentes locales citados por la prensa indonesia admiten que su prioridad es conservar sus medios de vida. "Intentaremos ir a los centros de evacuación por las tardes, pero por las mañanas tenemos que alimentar al ganado", explicaba un vecino, identificado como Komang Gede, a la agencia France Presse.

Cierre del aeropuerto

En las últimas horas, los lahares -ríos de lava fría, mezclada con lluvia- han arrasado algunos sectores cercanos a la ladera del monte, un fenómeno que se verá incrementado en las próximas horas, según el BNPB. "Dado que la estación de lluvias ha comenzado en Bali, se espera que aumenten los fluidos de lava fría ante el incremento de la intensidad de las precipitaciones", explicó su portavoz, Nugroho.

Las autoridades han decretado por segundo día consecutivo el cierre del aeropuerto internacional de I Gusti Ngurah Rai, el principal de Bali, a causa de las cenizas volcánicas que dificultan la visibilidad en las pistas. Medio millar de vuelos han sido cancelados, según la agencia oficial ANTARA, lo cual implica que unos 90,000 pasajeros han resultado perjudicados por la situación, según estimaciones de la directora de Transporte Aéreo, Maria Kristi Endah Murni. El Gobierno ha puesto a disposición de los turistas un centenar de autobuses para proporcionarles una ruta de salida, por barco, de la isla. Otros 10 aeropuertos de islas próximas ya están preparados para redirigir los vuelos que debían despegar desde Bali, según el diario local Tempo.

Desde el año 1800, el Monte Agung ha experimentado cuatro erupciones explosivas mayores, en 1823, 1843, 1908 y 1963.



yoselin


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