|
Formato de impresión |
Netanyahu, la paradoja: su electorado lo cree corrupto, pero aún lo apoya
Maya Siminovich Jerusalén, 2 mar (EFE).- Benjamín Netanyahu, el tenaz primer ministro israelí, interrogado hoy por octava vez, continúa en su puesto a pesar de ser sospechoso en varios casos de corrupción y sigue disfrutando del apoyo del electorado aunque la mayoría lo cree culpable. Bibi -como es conocido en Israel- tiene en su biografía varios superlativos: fue el jefe de Gobierno más joven de la historia del país, llegó al cargo con 47 años, también fue el primero en haber nacido después de la fundación de Israel, en 1949, y si todo va como desea, romperá el récord de permanencia en el puesto si alcanza septiembre como primer ministro. "Bibi es una criatura de la historia, él siempre sintió que su destino era liderar Israel y cree que es el único capaz de salvarlo de la destrucción", relata a Efe Anshel Pfeffer, periodista y autor de la más reciente biografía "Bibi. The Turbulent Life and Time of Benjamin Netanyahu" ("Bibi. La turbulenta vida de Benjamín Netanyahu"). Netanyahu nació en Tel Aviv en el seno de una familia laica, sionista e intelectual. Su madre Tzila nació en Petaj Tikva en 1912, y su padre, Benzion, emigró de Polonia en 1920 con su familia a lo que en aquel entonces era el Protectorado de Palestina. Benjamín fue el segundo de tres hijos, cursó sus primeros años de primaria en Jerusalén y el resto en Estados Unidos, en un suburbio de Filadelfia donde su padre, experto en historia de los judíos en España, fue profesor universitario. Allí el adolescente Netanyahu fue activo en el club de debate de su instituto y entrenó la capacidad argumentativa. "Es un hombre muy inteligente y uno de sus fuertes es cómo se presenta verbalmente, habla fantástico y tiene tanto carisma. Ese es su lado fuerte", cuenta a Efe un distinguido hombre de negocios israelí que lo conoce bien y prefiere mantener su anonimato. Más tarde sirvió en la unidad de élite del Ejército Sayeret Matkal, y participó en misiones con nombre y contenido de leyenda, como la operación Infierno (1968) e Isótopo (1972), en la que comandado por el también futuro primer ministro Ehud Barak rescató el vuelo 571 de Sabena secuestrado por la organización terrorista palestina Septiembre Negro, resultando herido de bala. Tras su servicio militar, volvió a Estados Unidos para estudiar arquitectura en el prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology), interrumpió los estudios para servir en la Guerra de Yom Kipur, del 73, y en cuanto terminó la contienda volvió a EU para graduarse también en economía. Durante su doctorado en ciencias política en la Universidad de Harvard, su hermano mayor, Yoni, murió en otra operación militar, Entebe, en el rescate de un avión secuestrado en Uganda. Tras ocupar el puesto de embajador israelí en las Naciones Unidas, de 1984 a 1988, dejó de tener un pie en EU y otro en Israel para quedarse en el país en que nació, convirtiéndose en líder del Likud en 1993 y primer ministro tres años más tarde. Ha estado casado en tres ocasiones: del primer matrimonio con su novia del instituto, Miriam Haran, tuvo una hija, Noa; luego contrajo nupcias con la británica Fleur Cates y más tarde, durante un vuelo, conoció a Sara Ben Artzi, azafata y estudiante de psicología, su actual esposa. Netanyahu también es el único primer ministro israelí que ha confesado en televisión una relación extramatrital; lo hizo durante su primera campaña política para denunciar que estaba siendo chantajeado por adversarios políticos que decían tener un vídeo comprometedor de él y su amante, en el conocido como "Bibi-gate". Tras perder las elecciones de 1999 frente al laborista Ehud Barak, regresó a la política en 2002 como ministro de Relaciones Exteriores (2002-2003) y de Finanzas (2003-2005) en los gobiernos de Ariel Sharón. Retomó el liderazgo del Likud en diciembre de 2005 y después tras las elecciones de 2009 formó un gobierno de coalición. En 2015 Netanyahu fue reelegido por cuarta vez, convirtiéndose en el único que lo logró tres veces seguidas (2009, 2013 y 2015). "Su debilidad es que es un vividor y le encanta que le paguen todo, además de ser un mentiroso crónico y una veleta al viento", señala el empresario. Según varios de sus allegados, Netanyahu sufre del síndrome 'el último en la habitación': "La última persona que le habla es la que le influye", agrega. Y esa persona suele ser su esposa Sara. "Sara es un factor muy importante de su éxito. La gente piensa que está loca, y hay algo de eso, sí, pero lo que la gente no toma en cuenta es que ella verdaderamente lo motiva", dice el periodista Pfeffer. "Como él", añade, "cree que sin su liderazgo Israel está condenado. No le parece tan grave hacer cosas antidemocráticas e ilegales, ya que eso es secundario en el panorama de la Gran Historia". yoselin |
|
� Copyright ElPeriodicodeMexico.com |