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Rusia-Estados Unidos: la cotización de la mentira


2018-04-12

Por Antonio Rondón García | Prensa Latina
 

Los últimos acontecimientos en torno a Siria parecieran demostrar hoy que la mentira está a punto de cotizarse en la bolsa de valores de Nueva York, si se toman en cuentan ''los beneficios'' de su utilización para Occidente.

Fabricar una mentira tiene sus riesgos y compromisos, pero lo importante es presentar la versión fabricada de tal forma que se parezca a la verdad, como lo hace a menudo la organización 'Cascos Blancos'.

Aunque Occidente conoce que en más de una ocasión los 'Cascos Blancos' fueron tomados in fraganti con sus escenificaciones, incluidas las confesiones de los actores improvisados de sus materiales, Estados Unidos insiste en emplear sus versiones.

En su afán de justificar, a como dé lugar, un golpe contra Siria y con ello anular los logros de Rusia en sus propósitos de devolver la paz al país levantino, Washington insiste en presentar una versión más sofisticada de la 'probeta de Colin Powell'.

Poco antes de invadir Iraq, Powell, entonces secretario de Estado, se presentó en el Consejo de Seguridad de la ONU con una probeta en la mano para hablar de armas químicas en Iraq, que nunca fueron encontradas.

Ahora el presidente Donald Trump pretende imponer al resto del mundo 'la verdad' de los materiales diseminados por los 'Cascos Blancos', con el fin de acallar cualquier oposición en el orbe a sus planes belicistas en Siria.

La caída de Guta Oriental en manos del ejército sirio cerró el cerco a los terroristas en la sufrida nación levantina, mientras la denuncia de la supuesta agresión química contra la población aparece cuando otra provocación de Occidente hace aguas.

Reino Unido estuvo encargado de presentar al mundo una nueva demostración de la 'amenaza' rusa con el caso del supuesto envenenamiento del doble agente Serguei Skripal.

Ello debía motivar un boicot diplomático y nuevas sanciones a Moscú, pero la falta de pruebas en el caso obliga a Occidente a buscar otros pretextos.

Por ello, aunque ello era un riesgo, pues el estado mayor ruso advirtió el pasado 13 de marzo que se preparaba un montaje, Washington decidió dar destaque a los materiales difundidos por los 'Cascos Blancos' en Siria, consideran analistas locales.

La mentira del ataque químico aumenta su valor, cuando Trump lanza advertencias no solo a Damasco, sino a Moscú, que aunque anunció en diciembre pasado la salida de parte de su contingente militar de Siria, mantiene allí fuerzas considerables.

De hecho, Moscú posee la base aérea de Jmeimim, en la provincia siria de Latakia, y el punto de apoyo marítimo de Tartus, que pretende convertir en base naval y donde se encuentran cerca de una decena de buques de guerra.

La prensa capitalina especuló que todas las embarcaciones, incluidos dos submarinos, salieron a altamar, antes los anuncios de Estados Unidos de un inminente agresión contra Siria.

Además, la mentira sobre el ataque químico en Guta Oriental, después que Rusia denuncia la inexistencia allí de signo alguno del empleo de armas químicas como el cloro, sirve de base para hablar de una contención del Kremlin por su apoyo a Damasco.

Occidente ignora en ese caso que Rusia posee como tarea de primer orden en Siria el combate al terrorismo, algo que Washington, París e incluso Londres parecen olvidar al alistar sus armamentos para agredir.

La novedad de estos tiempos es que antes la mentira se cotizaba de acuerdo a como pudiera convencer o no a los miembros del CS de la ONU para respaldar una resolución a la medida de los propósitos de Occidente.

Ahora, Estados Unidos y sus aliados pueden actuar sin tomar en cuenta para nada la posición de la ONU, donde Rusia ofrece una fuerte resistencia a una agresión deliberada contra Siria.

Moscú advierte que su respuesta en caso de una agresión contra Siria podría ser fuerte, mientras Trump hablar de muchos cohetes nuevos e inteligentes contra Siria.

Sin embargo, como en la música, en la política las pausas también tienen su significado y valor. Trump prometió una acción bélica para esta madrugada, pero ahora habla de una postergación, no se sabe por cuánto tiempo.

El mundo parece pendiente a la dinámica de la situación en Siria, cuando pocos analistas se aventuran a pronosticar las consecuencias del uso de una cotizada mentira en el mercado de objetivos estratégicos de Occidente.



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