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Tercer debate, corrupción y polarización 


2018-06-14

Editorial | ANSA


El tercero y último debate entre los cuatro candidatos presidenciales de México exacerbó la polarización pues reinó el cruce de acusaciones y denuncias por encima de las propuestas, lo que hace temer que esto desaliente a los electores y los aleje de las urnas.

El esgrima verbal fue todo menos un ejercicio de civismo, en el cual se dejaron a un lado las buenas maneras y la diplomacia, para dar paso a señalamientos sobre corrupción, aunque ahora hubo pocos calificativos que de alto calibre que abundaron en el segundo debate.

En cambio, los cuatro se esforzaron en desacreditar a sus rivales, en medio de amenazas de enviarlos a la cárcel, aunque la mayor andanada de ataques fue lanzada contra el favorito de la contienda, el izquierdista Andrés López Obrador, de 64 años.

López Obrador, a quien se suele acusar de populista y comparar con el fallecido líder venezolano Hugo Chávez, lleva una ventaja hasta de 2 a 1 respecto al rival más cercano, el abogado conservador Ricardo Anaya, de 39 y de 3 a 1 frente al economista Antonio Meade, del oficialista PRI, según algunas encuestas.

Según un conteo del diario capitalino Reforma, cada dos minutos hubo un ataque y cada 4 minutos el blanco era precisamente el puntero, de la coalición entre el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, centroizquierda), el minoritario Partido del Trabajo (PT, izquierda) y Encuentro Social (PES, derecha evangélica).

Anaya acusó al ex jefe de gobierno de la capital de haber otorgado cuando ocupó este cargo, por asignación directa, sin licitación y sin concurso, contratos por 170 millones de pesos (unos 8,5 millones de dólares al tipo de cambio actual) a un grupo empresarial llamado Rioboó.

"Si te presento los contratos, renuncias a la candidatura?", le preguntó el aspirante de la alianza "izquierda-derecha", pero López Obrador evitó engancharse y dijo que "no son corrupto como tú".

El aspirante conservador además amenazó con llevar a juicio al presidente Enrique Peña Nieto, si resulta ganador en la contienda, por el caso de los 43 estudiantes desparecidos el 26 de septiembre de 2014 y de una mansión adquirida por su esposa en 4 millones de dólares de un contratista gubernamental cuando valía en realidad 7 millones. Meade a su vez acusó a Anaya de tener "cuentas pendientes" por lavado de dinero y dijo que "aquí el único indiciado (acusado judicialmente) eres tú.

Se refería a una denuncia en su contra por sospechas de haber adquirido un terreno a bajo precio y luego construido un almacén en un parque industrial en 54 millones de pesos (unos 2,7 millones de dólares).

A pesar de los ataques, una encuesta telefónica de Reforma reveló hoy que Anaya se alzó con el triunfo en el debate, efectuado anoche, con 57% de las opiniones favorables, contra 20% de López Obrador, 19% de Meade y 4% del independiente Jaime Rodríguez.

Sin embargo analistas políticos difirieron y algunos levantaron la mano a Meade, como Andrés Clariond, quien dijo que "se le vio conocedor de una amplia gama de temas y se mostró muy relajado".

Otros como el economista Jonathan Heath estimaron que ganó López Obrador porque "hizo lo que tenía que hacer: mantenerse, no cambiar".

Otros como el analista Jorge Suárez-Vélez estimaron que el debate en efecto lo ganó Anaya por ser muy articulado y racional a diferencia de López Obrador, cuyo "manejo de cifras" suele ser muy malo.

En el fondo, sin embargo, hubo quienes no dieron la victoria a nadie y consideraron que todos perdieron.

"Fue un debate pobre", afirmó el articulista Eduardo Caccia.
   
No obstante, los expertos dudan que este debate altere el balance de fuerzas de cara a las históricas elecciones del 1 de julio.

En esta fecha, unos 89 millones de mexicanos han sido convocados para elegir un presidente de la República, 128 senadores, 500 diputados federales y 9 gobernadores, de un total de 3,600 posiciones en disputa. 


 



regina


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