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No, señor presidente, ¡Yo soy coherente!


2018-06-25

Guadalupe García

Hace unos días, al poco de acceder el señor Pedro Sánchez a la presidencia del gobierno,  una amiga me envió por WhatsApp un fragmento de la entrevista que Risto Mejide le hizo el 21 de Septiembre de 2014 en su programa de La Cuatro “Viajando con Chester”. Transcribo el fragmento que me interesa destacar:

“ - ¿Tú eres católico?

- No. Yo soy ateo.

- Eres ateo.

-Sí.

-Profundamente ateo.

-Ateo a secas, jajaja...


-Bueno, los hay que son agnósticos, los hay que, bueno, tienen su...

- Soy ateo. Soy ateo y creo que la religión no debe estar en las aulas, debe estar en las iglesias. En el aula se tiene que formar ciudadanía, no se tiene que formar...pues... gente con creencias religiosas. Eso pertenece al ámbito privado.”

Y me pregunto: ¿Yo no soy ciudadanía?¿Las personas que tenemos creencias religiosas no somos “ciudadanía”? ¿O es que el señor Pedro Sánchez ignora el significado de esa palabra?

Pues se lo voy a aclarar, aunque no creo que lea mi blog…

Mis lectores saben que me gusta buscar palabras en el Diccionario de la Real Academia  Española de la Lengua, y hoy no va a ser una excepción:

Ciudadanía:

1. f. Cualidad y derecho de ciudadano.

2. f. Conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación.

3. f. Comportamiento propio de un buen ciudadano.


Yo, una persona normal y corriente, cumplo con las 3 definiciones: tengo la cualidad y el derecho de ciudadana, formo parte del conjunto de los ciudadanos de Madrid, de España y de Europa, y me comporto como un buen ciudadano (o ciudadana, que los amigos y amigas del señor Sánchez no han oído hablar del “género no marcado”).

*Para saber qué es eso del género no marcado os remito al artículo de Pedro Álvarez de Miranda “El género no marcado”, donde lo explica divinamente,  o a este enlace de internet:

http://www.rae.es/consultas/los-ciudadanos-y-las-ciudadanas-los-ninos-y-las-ninas*

Como soy una persona curiosa también la he buscado en otro diccionario y he encontrado esto:

Ciudadanía:

Nombre femenino

1. Condición que reconoce a una persona una serie de derechos políticos y sociales que le permiten intervenir en la política de un país determinado.

2. Conjunto formado por los ciudadanos de una nación o de un pueblo.


¡Y resulta que también cumplo con los requisitos de esta definición, mire usted por dónde!

Así que aclarada la confusión del señor Sánchez, le diré que en las aulas se tiene que formar ciudadanía, naturalmente, pero sin discriminar a las personas ni por sus creencias religiosas, ni por su raza, ni por su estatura, ni por sus ideas políticas ni por su equipo de fútbol…

El Diccionario de la RAE define ateo:

Aateo, a:

Del lat. athĕus, y este del gr. ἄθεος átheos.

1.    adj. Que niega la existencia de cualquier dios.


Pedro Sánchez afirma que las creencias religiosas pertenecen al ámbito privado, a la vez que se declara ateo públicamente, en televisión. ¡Menuda incoherencia!

O sea, ¿que él puede decir públicamente que niega la existencia de Dios pero yo no puedo manifestar en público que sí creo en Él, y no “a secas” sino profundamente? ¡Pero de qué va, oiga, por muy presidente del gobierno que sea!

"Pedro Sánchez se define como ateo y toma posesión sin Biblia ni crucifijo y en presencia del Rey Felipe VI"

Si él fuera realmente coherente no manifestaría en público sus no-creencias religiosas, o su creencia-de-que-no-existe-Dios-ni-dioses, pues pertenecen a su ámbito privado. Pero si él puede hacerlo, y puede, yo también puedo, y puedo.

Otra cosa es si los ciudadanos deseamos o no que nuestros hijos reciban formación religiosa en la escuela. Y para eso están los distintos tipos de colegio y la opción de elegir Religión o Ética o Educación para la Ciudadanía (ese nombre causa mucha confusión, a ver si va a venir todo de ahí…).

Y me parece muy bien que el Presidente, y el lucero del alba, sea coherente y viva su vida según su condición de ateo, y que eso conforme y ordene y rija todos los aspectos de su vida y de su conducta, tanto en público como en privado.

La coherencia es una cualidad que respeto y valoro.

Lo que no me parece nada bien, es más, me parece muy mal, es que nos diga a los creyentes dónde podemos meternos nuestras creencias religiosas: en nuestro ámbito privado.

¡No, señor Presidente, yo soy coherente! Y no dejo mis creencias religiosas colgadas en el armario de lunes a sábado, para ponérmelas el domingo al ir a misa, entre otras cosas porque soy creyente todos los días, las 24 horas, y si nada me lo impide voy a misa los 7 días de la semana.

Yo soy coherente y mis creencias religiosas no es que den forma, ordenen y rijan mi vida y mi conducta, no, es mucho más que eso: mis creencias religiosas son parte de mi ser, como mis pulmones, mi corazón, mi sangre, mis gustos musicales, mis virtudes y mis defectos, no me las puedo quitar o poner según con quién salga o a dónde vaya.

Yo soy coherente y todo el mundo sabe si voy o vengo, cómo pienso y cómo vivo. Porque yo vivo como pienso, lo que digo lo hago y no cambio de opinión por interés.

Y del mismo modo que el Presidente del Gobierno se declara públicamente “Ateo a secas, jajaja...” yo me declaro públicamente profundamente creyente, muy jajaja cuando toca y muy en serio cuando toca también, como ahora, que me está diciendo que me lo haga en privado.

Del mismo modo que yo le respeto y le permito vivir como quiere y no me meto con él ni le digo dónde puede meterse su ateísmo ni qué deben o no enseñar a sus hijas en las aulas, porque el Dios en quien creo así me lo enseña,  él debe respetarme a mí y permitirme vivir como quiero, y no meterse conmigo ni decirme dónde puedo meterme mis creencias religiosas ni qué deben o no enseñar a mis hijos en las aulas.

Por muy Presidente del Gobierno que sea, que eso también habría que analizarlo…



JMRS


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