López Obrador y los riesgos de la popularidad
2018-08-28
Por Marcos Romero | Ansa Latina
El presidente electo Andrés López Obrador iniciará su mandato el próximo 1 de diciembre con la aprobación más alta de la historia de México desde que se realizan mediciones de opinión.
Los niveles de popularidad del sucesor de Enrique Peña Nieto se ubican en el 71%, según la más reciente encuesta de la firma Parametría, contra 62% que le otorgó el diario Reforma a mediados de julio y 53% con los que ganó los comicios, con más de 30 millones de votos, un récord.
El enorme respaldo popular, que contrasta con la imagen de Peña que apenas merece el apoyo de uno de cada cinco mexicanos, hace temer a los analistas que no pueda estar a la altura de lo que se espera de su desempeño.
"Las expectativas creadas son excesivas y no hay un mandatario que pueda cumplirlas. Una aprobación tan fuerte puede ser peligrosa", afirmó el conocido analista Sergio Sarmiento.
Además, dijo que "la popularidad no necesariamente se traduce en buen gobierno", recordando que la mayoría de la gente estima que la economía, la salud, la educación y todos los indicadores mejorarán con López Obrador.
El saliente Peña Nieto quedó opacado por el protagonismo de su sucesor, al grado de que parece como si estuviera gobernando, pues inclusive anunció muchos de sus planes e, incluso, designó a su gabinete completo.
De hecho, también está preparando la agenda legislativa, por cuanto la próxima semana contará con el apoyo de la mayoría en el Congreso bicameral, luego que su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, izquierda), acaparó la mayoría de las posiciones parlamentarias.
Ganar el favor del grueso de los mexicanos es atribuido al "hecho de que la gente lo siente cercano", a juicio de Sarmiento.
Algunas propuestas lo han hecho popular como el anuncio de que venderá el avión presidencial, un Boeing 787 Dreamliner, que vale unos 350 millones de dólares y López Obrador considera demasiado ostentoso.
Además, anunció que viajará en avión comercial, pese a las críticas recibidas por el riesgo que representa para su seguridad, pero Sarmiento consideró que ambas propuestas "humanizan" al futuro presidente y lo "acercan a la población".
Hace unos días apareció vestido con uniforme de beisbolista anunciando que se había dado un poco de tiempo de su cargada agenda para practicar su deporte favorito y luego se informó que impulsaría ese deporte.
Los expertos empero alertan que poco a poco López Obrador comenzará a sufrir "un desgaste importante" porque eso va implícito con el "ejercicio del poder".
"La gente espera cambios, no sólo rápidos sino milagrosos (.) Las inevitables crisis, por otra parte, tendrán un costo conforme avance el sexenio", señaló.
Por su parte, Jesús Silva, analista político y académico, advirtió que "pasar de la oposición al gobierno supone una adaptación compleja y riesgosa" e "ir de la epopeya de los votos a las rutinas de la administración es pasar de la producción de ilusiones al manejo de la frustración".
Los seres humanos "tendemos a gritar traición cuando se abandona una promesa", dijo Silva, quien alerta sobre el peligro de que López Obrador enfrente un desgaste a medida que transcurra su gobierno.
Por lo tanto, vaticina que el futuro presidente tendrá que reemplazar "la estrategia de la polarización por la retórica de la conciliación", y aunque siga hablando del "rechazo al neoliberalismo, habrá de atemperar su juicio y su denuncia" para poder seguir gozando del favor de quienes lo encumbraron.
Aún los hombres más leales a López Obrador, como el polémico legislador electo Gerardo Fernández Noroña, le han advertido que "la luna de miel" con los ciudadanos "acabará pronto".
Así, el próximo jefe de Estado tendrá que lidiar con una oposición combativa y tenaz, lo que le hará perder popularidad, coinciden los especialistas.
regina
|