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Michael causa "destrucción inimaginable" en Florida


2018-10-11

Por JAY REEVES y BRENDAN FARRINGTON, AP

PANAMA CITY, Florida, EU (AP) — La devastación causada por el huracán Michael se volvió evidente el jueves, con hileras de casas hechas añicos y equipos de rescatistas abriéndose paso entre las áreas azotadas con la esperanza de encontrar a cientos de personas que desafiaron las órdenes de desalojo.

Al menos tres muertes han sido atribuidas a Michael, el huracán más poderoso en tocar tierra en Estados Unidos continental en más de 50 años, y aún no había acabado: aunque reducido a tormenta tropical, causó inundaciones en Carolina del Norte y Virginia, anegando zonas que todavía se recuperan del huracán Florence.

Bajo un cielo totalmente despejado, las familias en Florida salían temerosas de los refugios y hoteles para encontrarse con un panorama desconocido de casas y centros comerciales arrasados, el sonido de alarmas de seguridad, el ulular de sirenas y el rugido de helicópteros.

El gobernador Rick Scott dijo que la zona noroeste de Florida, conocida como Panhandle, sufrió una “destrucción inimaginable”.

“Muchas vidas han sido alteradas para siempre. Muchas familias lo han perdido todo”, lamentó.

Sin embargo, la verdadera magnitud de la fuerza de Michael apenas se empezaba a conocerse, ya que algunas de las zonas afectadas eran de acceso difícil por caminos cubiertos de escombros o inundados. Una franja de 130 kilómetros (80 millas) de la Interestatal 10, la principal carretera en dirección este-oeste a lo largo del Panhandle, fue cerrada.

Uno de los lugares más afectados fue Mexico Beach, donde Michael tocó tierra el miércoles como un monstruo de categoría 4 con vientos de 250 kilómetros por hora (155 millas por hora). Un video tomado desde un dron mostró la destrucción generalizada de la población de cerca de 1,000 habitantes.

Manzanas enteras de casas cerca de la playa fueron reducidas a planchas de cemento en la arena. Otras quedaron convertidas en pilas de escombros o inclinadas en ángulos extraños. Techos completos fueron arrancados y cayeron en la calle.

Las autoridades indicaron que 285 residentes de Mexico Beach se negaron a acatar la orden de evacuación.

Un equipo de la Guardia Nacional llegó a la zona de impacto durante la noche del miércoles y halló 20 sobrevivientes, y varios equipos más se abrían paso hacia el lugar, pero se desconocía la suerte de muchas otras personas.

Mishelle McPherson y su exesposo buscaban a la madre mayor de un amigo. La mujer vivía en una pequeña casa de bloques, a unos 150 metros (yardas) del Golfo de México y pensó que estaría bien. Se encontró la casa destrozada sin señas de la mujer.

“¿Crees que su cuerpo esté aquí? ¿Crees que se habrá ido flotando?”, preguntó McPherson.

Conforme miles de soldados de la Guardia Nacional, policías y equipos médicos se desplegaban, el gobernador exhortó a los habitantes de las zonas devastadas que de momento se mantengan alejados ante los peligros, que incluyen árboles y cables de electricidad derribados.

“Sé que sólo desean ir a casa. Quieren revisar sus cosas y comenzar el proceso de recuperación”, declaró Scott. Pero “tenemos que cerciorarnos de que sea seguro”.

Más de 900,000 viviendas y negocios en Florida, Alabama, Georgia y las Carolinas carecían de electricidad.

La Guardia Costera informó que había rescatado a 27 personas antes y después de que el huracán tocara tierra, la mayoría de casas a lo largo de la costa de Florida, y buscaban más víctimas.

Nueve personas fueron rescatadas en helicóptero de un baño de su casa en la muy afectada Panama City después que su techo colapsara, de acuerdo con el suboficial de tercera clase Ronald Hodges.

En Panama City, la mayoría de las casas seguían en pie, pero no quedó propiedad sin daños. Cables eléctricos caídos estaban esparcidos por todos lados. Los techos fueron arrancaron y arrastrados. Revestimientos de aluminio quedaron hechos girones. Algunas casas fueron partidas por árboles caídos.

En huracán también dañó hospitales y asilos en la zona de Panama City, y funcionarios trabajaban para desalojar a cientos de pacientes.

No se podía llegar por tierra al hospital psiquiátrico de Chattahoocchee, que tiene un pabellón para los criminales dementes, y suministros y alimentos eran llevados vía aérea.

Un hombre en las afueras de Tallahassee, Florida, murió por un árbol caído y una niña de 11 años en Georgia falleció cuando los vientos levantaron un estacionamiento móvil que dejaron caer sobre la casa. Una de las patas del toldo perforó el techo y la golpeó en la cabeza. Un conductor en Carolina del Norte murió cuando un árbol cayó sobre su auto.

Cuando la tormenta avanzaba tierra adentro, causó caos en Georgia, se derivaron posibles tornados y derrumbó cables y árboles. Los meteorólogos pronosticaron que dejaría unos 18 centímetros (7 pulgadas) de lluvia sobre las Carolinas y Virginia antes de volver al mar por la noche.

En las montañas de Carolina del Norte, los conductores tuvieron que ser rescatados de autos atrapados en las crecidas.

“Para Carolina del Norte, Michael no es tan malo como Florence, pero agrega una poca deseada sal a la herida, así que tenemos que estar alertas”, dijo el gobernador Roy Cooper.

Más de 375,000 personas a lo largo de la costa del Golfo de México recibieron órdenes o recomendaciones de desalojar cuando Michael se acercaba. Sin embargo, las autoridades de manejo de emergencias lamentaron que muchas personas ignoraron las advertencias.

“Por qué la gente no desalojó es algo que deberíamos estudiar”, dijo Craig Fugate, exdirector de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y exdirector de manejo de emergencias del estado de Florida. “¿Hay algo más que pueda hacer el gobierno? Pero preguntamos lo mismo cada vez”.



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