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Polémica que rodea a príncipe saudí podría tratarse en G20


2018-11-29

Por MAYRA PERTOSSI

BUENOS AIRES (AP) — Los presidentes de Argentina y Francia admitieron el jueves que la polémica que rodea al príncipe heredero de Arabia Saudita por su supuesta responsabilidad en el crimen de un periodista podría convertirse en uno de los temas conflictivos de la cumbre del G20 en Buenos Aires.

En una conferencia de prensa tras el encuentro privado que mantuvieron en la casa de gobierno argentina, Emmanuel Macron sostuvo que el asesinato del saudí Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post, “es muy grave y quiero que las investigaciones tanto en Turquía como en Arabia Saudita sigan y se pueda aclarar la situación tanto para la familia como para la comunidad internacional”.

El mandatario también instó a encontrar “una solución política cuanto antes” en Yemen -donde los sauditas encabezan una coalición que libra una guerra en la que han muerto miles de civiles- y pidió que “se aceleren las iniciativas humanitarias”.

Por su parte, el presidente anfitrión de la cumbre del G20, Mauricio Macri, indicó que el asesinato del periodista, “que ha impactado al mundo, está sobre la mesa y tal vez salga en las bilaterales o en el temario del G20”.

Khashoggi, un crítico de la monarquía saudí, fue asesinado en octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, adonde había acudido para realizar los trámites para casarse.

El príncipe Mohammed bin Salman participa en la cumbre en medio de denuncias en su contra de la organización Human Rights Watch, lo que determinó la intervención de la justicia argentina para dilucidar si abre una causa en su contra.

Ambos mandatarios también defendieron al G20 como el foro natural para enfrentar “uno de los desafíos contemporáneos más importantes, que es hacer que nuestras clases medias encuentren su lugar en este proceso de globalización”, dijo Macron.

Macri admitió las diferencias entre los integrantes del G20 pero enfatizó que el objetivo del encuentro en Argentina es “ratificar las coincidencias y administrar los desacuerdos”.

No es casualidad que Macron haya sido el primer mandatario en llegar a Buenos Aires el miércoles en la noche. El mandatario francés, de 40 años y uno de los líderes más jóvenes de la cumbre, se percibe a sí mismo como representante de una nueva generación de estadistas mundiales y busca rescatar la idea de la cooperación internacional que representa el G20.

Francia teme que el presidente estadounidense Donald Trump bloquee o eclipse cualquier progreso en el G20, por lo que Macron se perfila en esta cumbre como el anti-Trump -el defensor del acuerdo climático de París y del sistema de comercio mundial-.

Macron defendió la “visión del multilateralismo, el intercambio entre socios” y dijo que durante la cumbre “tendremos la ocasión de hablar del clima, de gobernanza mundial, de empleo, de educación, de infraestructura sostenible”.

Las primeras horas de Macron en Buenos Aires estuvieron cargadas de simbolismo.

En lugar de acceder a la Casa Rosada por la explanada oficial, Macron atravesó a pie junto a su esposa la mítica Plaza de Mayo, epicentro de la resistencia a la dictadura argentina de 1976 a 1983. Durante su recorrido por la plaza, que cada jueves es escenario de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, saludó con la mano a los ocasionales transeúntes.

Luego del encuentro con el mandatario argentino en la sede del Poder Ejecutivo nacional y un almuerzo privado con las primeras damas, Macron y su esposa Brigitte depositarán una ofrenda floral en un monumento a las víctimas del régimen de facto, que incluye a 24 ciudadanos franceses. También entregarán rosas blancas a familiares de desaparecidos y luego arrojarán flores al Río de la Plata.

Aficionado a las artes y la historia, antes del encuentro con Macri el mandatario francés visitó la librería El Ateneo Grand Splendid en el centro de Buenos Aires, considerada una de las más bellas del mundo y cuyo famoso fresco en el techo celebra el fin de la Primera Guerra Mundial.

El escenario mundial del G20 es un respiro para Macron, que enfrenta protestas masivas en su país por el aumento de los impuestos al combustible.

Europa se encuentra en una posición débil en el G20 y la tarea principal de Macron será asegurarse de que la voz del viejo continente se escuche y no se diluya por las divisiones internas.

La británica Theresa May busca sobrevivir políticamente mientras intenta retirar a su país de la Unión Europea (UE). La alemana Angela Merkel se prepara para dejar la política y el italiano Giuseppe Conte encabeza una coalición populista que está chocando con la UE.

Macron impulsará la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para fortalecerla ante los ataques de Trump y otros líderes que ven los acuerdos bilaterales más lucrativos y también buscará que la declaración final del G20 incluya un párrafo sobre la lucha contra el cambio climático.

Diez años después de la formación del G20 a raíz de la crisis financiera mundial, a Francia le preocupa que pueda colapsar la idea de que los poderes económicos resuelvan los problemas de manera colectiva.



Jamileth


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