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¿Quién es Annegret Kramp-Karrenbauer, la sucesora de Angela Merkel en su partido?


2018-12-11

Por KATRIN BENNHOLD y MELISSA EDDY, The New York Times

HAMBURGO, Alemania — Es una centrista moderada con un estilo de liderazgo humilde y un sentido del humor irónico. No alardea. Sin embargo, su historial demuestra que ha forjado consensos improbables y ha ganado elecciones.

Annegret Kramp-Karrenbauer, la nueva lideresa del partido político más poderoso de Alemania y probable futura canciller, se parece mucho a la actual. Esa es su fortaleza más grande y su mayor debilidad en la preparación para relevar a la canciller Angela Merkel, una figura imponente, tan amada como detestada dentro de su partido y su país.

El partido de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel eligió el 7 de diciembre a su nueva lideresa en una votación que observaron de cerca los delegados del partido, quienes seleccionaron a tres candidatos: Kramp-Karrenbauer y dos hombres que habían prometido llevar el partido hacia la derecha.

En una época en la que los votantes del resto de Europa y el mundo claman por un cambio radical y están dando un giro hacia los líderes populistas —a menudo hombres— que prometen respuestas fáciles a problemas globales complejos, el viernes, el partido más grande de Alemania optó por lo contrario: una mujer que sucede a otra mujer con un programa político matizado que sobre todo representa la continuidad y la estabilidad.

No obstante, Kramp-Karrenbauer, de 56 años, a quien Merkel eligió con cuidado este año como su sucesora preferida —y que los medios alemanes han llamado la Minimerkel—, tendrá que lograr un equilibrio cuidadoso en el esfuerzo por unificar a su partido y a fin de cuentas a su país.

En un sentido, la victoria de Kramp-Karrenbauer sobre sus dos rivales hombres fue un respaldo al legado liberal de Merkel y un mandato para preservarlo.

Sin embargo, fue un triunfo inusualmente cerrado. Debido a que casi la mitad de los votos recayeron en candidatos que no tuvieron reservas en criticar a Merkel, Kramp-Karrenbauer tendrá que trabajar duro por diferenciarse de la canciller, y salir de su sombra.

“A últimas fechas, he leído mucho sobre qué soy y quién soy: mini. Una copia. Simplemente ‘más de lo mismo’”, dijo el viernes en un llamado vehemente. “Delegados, comparezco ante ustedes como la persona que soy, la persona que ha sido moldeada por la vida, y estoy orgullosa de ello”.

Los simpatizantes de Kramp-Karrenbauer, cuyo nombre es tan complicado que los medios informativos de Alemania lo suelen acortar a AKK, la ven como la mezcla perfecta de liberalismo y conservadurismo que se necesita para unificar a la inquieta base del partido.

Sus políticas e historia personal ofrecen una mezcolanza de visiones que atrae tanto a los votantes que están a favor de la imagen más moderna que Merkel le ha dado al partido como a los que se remontan a sus raíces más cristianas conservadoras en términos sociales.

Kramp-Karrenbauer es una mujer católica romana que se casó a los 22 años y es el principal sostén de su familia; su marido dejó de trabajar para criar a sus tres hijos. Sin embargo, AKK se opone al matrimonio del mismo sexo, incluso después de que Merkel suavizó su postura.

Kramp-Karrenbauer apoyó la decisión que Merkel tomó en 2015 de acoger a un millón de migrantes en Alemania. No obstante, adoptó una postura más firme en cuanto al manejo de los cerca de siete mil refugiados que llegaron a su diminuto estado natal de Sarre, situación que atrajo la atención nacional.

Solicitó que los menores que llegaran sin acompañantes ni documentos se sometieran a revisiones médicas para determinar sus edades, y cabildeó con funcionarios en Berlín para que deportaran a cualquier persona con una solicitud de asilo rechazada. Si los refugiados musulmanes varones se rehúsan a aceptar comida de voluntarias mujeres deben quedarse con hambre, dijo Kramp-Karrenbauer.

“Es capaz de mantener a los demócratas cristianos como un partido centrista que incluye a personas de diferentes extremos del espectro”, comentó el gobernador del estado de Schleswig-Holstein, Daniel Günther, quien votó por ella.

Alguna vez, Kramp-Karrenbauer se hizo pasar por una señora de la limpieza durante el carnaval, a manera de broma pues aseguraba que le habían “dado un turno para limpiar” en Berlín, y el viernes prometió hacer justo eso.

“Para mí, no hay un partido conservador ni uno liberal, tampoco uno que esté a favor de la economía o de los trabajadores, ni uno para el este ni otro para el oeste”, señaló el viernes ante vítores estruendosos. “Para mí, solo hay una unión, la Unión Demócrata Cristiana, esa es nuestra familia”.

Sin embargo, muchos de los miembros más conservadores del partido y a favor del mercado en términos económicos expresaron abiertamente su preocupación por una ruptura. Habían puesto sus esperanzas en el principal rival de Kramp-Karrenbauer, Friedrich Merz, para que fuera el responsable de cambiar la dirección del partido y, con el tiempo, del país. Merz, un millonario extrovertido y quien fuera rival de Merkel, había prometido restaurar los valores conservadores del partido y atraer de nueva cuenta a los votantes que prefirieron al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania. Algunos delegados contaron el caso de miembros de las bases que amenazaron con abandonar la Unión Demócrata Cristiana si Merz no ganaba.

Carsten Linnemann, el director de la asociación económica del partido, hizo el siguiente pronóstico: “Ahora veremos un cisma”.


Otros estaban preocupados de que Kramp-Karrenbauer sencillamente no contara con el capital político necesario para conciliar las divisiones.

“Ganó, pero por un margen muy estrecho”, comentó Dieter Schröder, un miembro del partido, en referencia a la sufrida victoria de 517 votos para Kramp-Karrenbauer por encima de los 482 para Merz.

Merkel se ha autonombrado una “admiradora” de mucho tiempo de Kramp-Karrenbauer. Sin embargo, los analistas políticos argumentan que verla solo como una versión más joven de Merkel es un punto de vista limitado sobre una mujer admirada por su propia visión política.

Antes de convertirse en la secretaria general de los democratacristianos este año, en su estado natal, Kramp-Karrenbauer encabezó coaliciones con varios partidos, desde el Partido Democrático Libre y su fervor por el libre mercado hasta los socialdemócratas. Como lideresa del partido, está en camino de ser su candidata a canciller durante las próximas elecciones generales, programadas para 2021.

No hay ninguna garantía de que la frágil coalición en funciones de Merkel con los socialdemócratas de centroizquierda vaya a sobrevivir tanto tiempo, pero la elección de Kramp-Karrenbauer lo ha vuelto más probable.

“Demuestra que hay una gran continuidad en la política alemana”, opinó Armin Laschet, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, el estado más grande de Alemania. “No hay un deseo fundamental de cambiar las cosas”.



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