Formato de impresión


Ayudar a sus enemigos


2018-12-27

El País

La decisión unilateral de retirarse de Siria es una nueva demostración de la imprevisibilidad de la política exterior estadounidense en la era de Donald Trump y, sobre todo, de que las decisiones del presidente tienden a ser más perjudiciales para los aliados de EE UU que para sus enemigos. En este caso, además, este anuncio le ha costado la dimisión de su secretario de Defensa, Jim Mattis, uno de los últimos miembros de su Gabinete capaces de frenar los impulsos descontrolados del mandatario. Trump justificó la retirada argumentando que el ISIS ya había sido totalmente derrotado, una afirmación difícilmente sostenible y además peligrosa al minusvalorar a un enemigo que tiene todavía capacidad para hacer daño.

Estados Unidos no tiene un número especialmente elevado de militares en Siria, unos 2,000, cuya labor consiste sobre todo en apoyar a las milicias kurdas en su lucha contra los últimos yihadistas del Estado Islámico (ISIS) todavía activos. La retirada es dramática sobre todo para los kurdos que, traicionados por Washington, se enfrentan a una suerte terrible, dado que se quedan a merced del Gobierno de Turquía, que ha declarado su voluntad de aplastarlos.

Salvo para los kurdos, la salida de las tropas de EE UU tiene una relevancia más estratégica y política que militar. Si se confirmase su voluntad de retirarse de Afganistán, donde sigue siendo un actor muy importante en la guerra contra los talibanes, las consecuencias serían mucho más relevantes. La retirada significa, sobre todo, el paulatino repliegue de Estados Unidos de Oriente Próximo, rompiendo una de las dinámicas de su política internacional. Siria se queda en manos de Rusia e Irán, que son los dos países que han ayudado a Bachar el Asad a mantenerse en el poder con un coste atroz en vidas humanas, y de Turquía, que tiene vía libre contra los kurdos. Israel también se ha sentido perjudicada por una retirada que ayuda a su principal enemigo en la región, Irán. Pero, sobre todo, una vez más, el principal beneficiado por Trump es Vladímir Putin.



regina


� Copyright ElPeriodicodeMexico.com