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La ‘caja mágica’ del ADN, la nueva herramienta de la policía


2019-01-24

Por Heather Murphy | The New York Times

BENSALEM, Filadelfia — Le dicen la Caja Mágica. ¿Y cuál es su truco? El procesamiento rápido, casi automatizado, de ADN.

“Es revolucionario tenerla en el departamento de policía”, comentó el detective Glenn Vandegrift del Departamento de Policía de Bensalem. “Si nosotros podemos, cualquier departamento del país puede hacerlo también”, dijo en referencia a las corporaciones policiacas de Estados Unidos.

Bensalem, ubicado en el condado de Bucks, cerca de Filadelfia, encabeza una revolución en la resolución de delitos. Durante años, cuando la policía quería saber si el ADN de un sospechoso coincidía con alguna prueba obtenida en la escena del crimen, enviaba la muestra a un laboratorio externo y debía esperar alrededor de un mes para recibir los resultados.

Entonces, a principios de 2017, la estación de policía de Bensalem se convirtió en la primera del país en instalar una máquina de Análisis de ADN Rápido, que brinda resultados en noventa minutos y los mismos policías pueden operarla. Desde entonces, cada vez más corporaciones policiacas de Estados Unidos (en Texas, Utah, Delaware) han comenzado a operar máquinas similares para analizar ellos mismos el ADN.

El futuro de ciencia ficción en el que la policía puede identificar con rapidez a los asaltantes y asesinos gracias a latas de gaseosas desechadas y colillas de cigarrillos ya es una realidad.

En 2017, el presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó la Ley de ADN Rápido que, a partir de este año, les permitirá a las estaciones autorizadas de varios estados conectar sus máquinas de ADN Rápido a CODIS, la base de datos nacional de ADN. Se espera que la toma de huellas genéticas se vuelva tan rutinaria como la tradicional toma de huellas dactilares.

Los funcionarios de la policía señalaron que el dispositivo ha marcado el rumbo de las investigaciones en cientos de casos, ha ayudado a conseguir arrestos y a exonerar a individuos falsamente acusados. Algunos integrantes del equipo de ADN Rápido para la oficina del fiscal de distrito en el condado de Orange, California, explicaron que fue posible identificar a unos ladrones con tal rapidez, que todavía tenían objetos robados cuando los atraparon. También se utilizaron máquinas de ADN Rápido para identificar a las víctimas de los incendios forestales recientes en el norte de California.

No obstante, muchos expertos legales y científicos ya han expresado inquietudes por la forma en que se utiliza esta tecnología. Ahora que las oficinas de policía están creando sus bases de datos de ADN locales, recopilan ADN no solo de las personas acusadas de delitos graves, sino que cada vez es más frecuente que incluyan a personas que solo se consideran sospechosas, cuyas identidades genéticas quedan ligadas de forma permanente con bases de datos de delitos penales.

“Es más difícil resistir la tentación de analizar el ADN de algunas personas solo para ver si puedes sacarle provecho de alguna manera”, afirmó Erin Murphy, profesora de Derecho en la Universidad de Nueva York y autora del libro titulado Inside the Cell: The Dark Side of Forensic DNA. Este enfoque pone en riesgo la manera “fundamental en que hemos estructurado la libertad en nuestro orden constitucional”.

Peor aún, no hay consenso en cuanto al tipo de material genético que debería analizarse con este dispositivo. Los críticos argumentan que es posible que cierta evidencia genética valiosa deje de ser útil si la manejan personas que no cuentan con experiencia, además de que los oficiales de policía corren el riesgo de que los resultados del análisis de ADN Rápido les causen confusiones.

Muchos expertos opinan que si el sistema de ADN Rápido tiene deficiencias, ahora es cuando se deben reparar. Peter Stout, presidente del Centro de Ciencias Forenses de Houston, se quedó preocupado luego de completar un programa piloto de ADN Rápido con el Departamento de Policía de Houston en febrero pasado.

“Necesitamos que sea rápido y asequible”, dijo Stout, pero precisó: “También debe estar bien hecho”.

No hay reglas claras’

La máquina de análisis de ADN Rápido en Bensalem es aproximadamente del tamaño de una computadora de escritorio. Cuando llegó, se le asignó su propia oficina.

Hasta ahora, la máquina ha marcado el rumbo de unas cuantas decenas de investigaciones. Vandegrift es quien la opera por lo general, cuando no está ocupado actualizando las cuentas de redes sociales del departamento, una de sus muchas responsabilidades.

“Prácticamente solo necesito estar vivo para usar este instrumento”, afirmó.

Tradicionalmente, el análisis forense de ADN lo han llevado a cabo científicos forenses en laboratorios autorizados. En contraste, Vandegrift empezó a operar la máquina de ADN Rápido tras tomar un curso de capacitación de varias horas impartido por IntegenX (ahora conocido como Thermo Fisher Scientific), la empresa fabricante del dispositivo. A diferencia de los laboratorios especializados en ADN, las máquinas de ADN Rápido no se rigen por protocolos rigurosos para el manejo de muestras.

“En realidad no hay reglas claras escritas en ninguna parte”, admitió Vandegrift. Ha estado trabajando para redactar algunas, con la asesoría de un laboratorio. Luego de ponerse un par de guantes de látex, abrió un sobre, sacó un hisopo de algodón que contenía células del interior de la mejilla de un conductor de 52 años que fue detenido por la policía en Bensalem y lo colocó en un cartucho del tamaño de un celular.

Cuando le pidieron al hombre que se orillara, la policía encontró una orden judicial pendiente por un robo a un comercio minorista. Fue arrestado y se le preguntó si estaba de acuerdo en proporcionarles una muestra de su ADN.

Para recolectar ADN, la policía en Pensilvania debe contar con el consentimiento de las personas que están bajo arresto. El 90 por ciento dice que sí, según Fred Harran, director de seguridad pública de la policía de Bensalem; Harran fue quien alentó al departamento a tomar la delantera en la vigilancia policial por medio del ADN. Cuando se le preguntó por qué creía que tanta gente accedía a dar muestras de su ADN, respondió: “No tengo idea, pero los delincuentes hacen muchas cosas estúpidas”.

De entre las decenas de raspados bucales que recolectan por semana los oficiales del condado de Bucks, se seleccionan de tres a cinco para el procesamiento de ADN Rápido. La muestra del conductor era una buena candidata porque se habían reportado una serie de robos tanto de objetos al interior de vehículos como de vehículos completos cerca de su casa. Su expediente policial indicaba que quizá estaba involucrado, según dijo Vandegrift: “Si coincide con un robo, lo acusaremos y lo encerraremos”.

Existen distintos modelos de máquinas de ADN Rápido, fabricadas por empresas como Thermo Fisher Scientific y ANDE. Sin embargo, muchos científicos han afirmado que no fueron diseñadas para analizar pruebas de la escena de un crimen. Michael Coble, director adjunto del Centro para la Identificación Humana de la Universidad del Norte de Texas, comentó que el procesamiento del ADN tomado de un raspado bucal era como leer un libro para niños mientras que leer el ADN tomado de una escena del crimen era como “leer a Shakespeare en inglés antiguo”. (Otro de los factores que complican su uso es que las muestras tomadas en las escenas del crimen a menudo contienen el ADN de más de una persona).

En un comunicado de enero pasado, la Asociación Nacional de Fiscales de Distrito declaró que “no apoya el uso de la tecnología de ADN Rápido para el análisis de muestras de ADN tomadas de escenas del crimen, salvo que las muestras sean examinadas por analistas de ADN con experiencia”. Otras agencias rebatieron con el argumento de que esas advertencias eran exageradas y que los fabricantes estaban refinando el sistema.

Vince Figarelli, superintendente del laboratorio de criminalística del Departamento de Seguridad Pública de Arizona, enfatizó el beneficio que la máquina constituía para la policía.

“Se resuelve la investigación de un crimen ese mismo día en lugar de esperar otros seis u ocho meses, o años para avanzar entre todos los casos pendientes del laboratorio”, manifestó. Agregó que en Arizona cuando se usa el ADN Rápido para analizar el ADN de la escena de un crimen, se envían muestras idénticas a un laboratorio con el fin de obtener una verificación de respaldo. En el condado de Orange, los científicos forenses son los que operan el dispositivo.

Si una muestra es demasiado compleja, normalmente la máquina no genera un archivo. Las muestras que se analizan mediante ADN Rápido por lo general se utilizan para esclarecer líneas de investigación, y rara vez se usan en los tribunales.

Sospechosos y sospechas

Luego de unos noventa minutos, la Caja Mágica indicó que había terminado: el ADN del conductor de Bensalem ahora era un archivo digital. Con unos cuantos clics, Vandegrift subió el archivo a la base de datos del condado.

El FBI regula de manera tan hermética la CODIS, la base de datos nacional de ADN, que la policía a veces se queja de que es inútil. Conforme a la nueva iniciativa de ADN Rápido propuesta por el FBI, la policía solo puede subir a la CODIS las muestras tomadas de individuos, y únicamente en relación con ciertos crímenes. Los parámetros específicos los determina la ley estatal y el FBI se encarga de vigilar su cumplimiento.

En cambio, las bases de datos de ADN de los condados no están reguladas. En el condado de Bucks, la base de datos de ADN ha empezado a incluir material genético de personas a quienes la policía considera “incluso solo un sujeto sospechoso”, confirmó Vandegrift. Harran llamó a este tipo de casos “uno de los mejores usos de este instrumento”.

Murphy, de la Universidad de Nueva York, expresó su preocupación respecto de este estilo de vigilancia policial. Es un enfoque de investigación que “empieza con que todos son sospechosos, y luego se trata de ver si encuentran un crimen que hayan cometido. Creo que esa es una inversión muy problemática de cómo hacemos las cosas”, expresó.

Murphy agregó que era muy probable que esta nueva forma de vigilancia exacerbara los sesgos raciales en el sistema de justicia penal. De por sí, algunos afroestadounidenses han sido considerados “sospechosos” por tomar una siesta en una residencia universitaria, hacer una carne asada en un parque público y darle unas monedas a un vagabundo.

Harran tachó este reproche de “totalmente absurdo”. Sus oficiales no persiguen a grupos específicos con el fin de recolectar su ADN, afirmó: “Si no vas a ser un delincuente no tienes nada que temer”.

Luego de que Vandegrift cargó el archivo genético del conductor de Bensalem a la base de datos del condado, esperó. ¿Lo vincularía con algún crimen? “De hecho, es muy emocionante cuando obtienes una coincidencia de ADN”, confesó. Tres minutos después apareció un mensaje en su teléfono: “No se encontraron coincidencias”.

“Ni modo, así son las cosas”, dijo, mientras la máquina indicó que estaba lista para la siguiente muestra.



Jamileth


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