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Fidelidad a Maduro entre los generales, muchas dudas entre oficiales y soldados


2019-01-28

Por DANIEL LOZANO, El Mundo

"Vengo a decirles a los soldados de mi patria que es tiempo de sacar fuerza moral, de defender la patria y la Constitución. Es tiempo de lealtad, ¡de unión cívico-militar!". Nicolás Maduro viajó este domingo hasta el Fuerte Paramacay, a dos horas de Caracas, y a una base naval cercana para exigir fidelidad a los militares, una vez más, y para contrarrestar las dudas surgidas entre oficiales de menor rango y parte de la tropa tras la juramentación del presidente encargado, Juan Guaidó, y sus cantos de sirena a través de la ley de amnistía.

La Venezuela de los dos presidentes conserva una cúpula militar revolucionaria decidida a resistir hasta el final. No son aliados del chavismo, forman parte de él, el brazo más poderoso para que el 'hijo de Chávez' se mantenga en el Palacio de Miraflores pese al escaso apoyo popular, la debacle socioeconómica y la contumaz presión internacional. 

Mucho más abajo, entre la tropa, alejada del gigantesco negocio de importación y distribución de alimentos y productos básicos, en manos de los generales, las cosas son muy distintas. Crece la incertidumbre, el desánimo y la deserción: más de 4,000 uniformados han abandonado los cuarteles en dirección a la emigración o a las minas de oro de Bolívar. 

Y entre medias los oficiales de distinto rango, la principal preocupación del gobierno revolucionario durante 2018. Más de un centenar fueron detenidos el año pasado, acusados por instigación a la rebelión y traición a la patria. Los más llamativos, los comandantes de operaciones especiales, grandes especialistas en acciones armadas. 

A unos y otros se dirige el jefe del Legislativo, quien esperó desde el minuto uno el apoyo de militares rebeldes, incluso en su entorno soñaban con un alzamiento. El primer deslave de cierta importancia, más simbólica efectiva, llegó el sábado desde el "Imperio": el coronel de la Guardia Nacional José Luis Silva, agregado militar en Washington, sorprendió sumándose a las filas opositoras.

El coronel aireó una de las claves del chavismo militar: hay más generales que sargentos. Además del agregado en Washington, un militar retirado, el coronel Rubén Paz, se sumó el sábado a una marcha en Maracaibo entre el entusiasmos de los presentes. Los servicios de inteligencia actuaron de inmediato: allanaron el hogar familiar y se llevaron detenido a su hijo. Un sargento adscrito a la Policía Naval siguió el mismo camino acusado de sublevación, según medios locales. 

"Soldado venezolano, te hablo a ti, te doy una orden: es el momento de ponerse del lado del pueblo, no dispares a los ciudadanos", insistió el domingo el discípulo del preso político Leopoldo López. Buena parte de quienes pretendieron entregar copias de la ley de amnistía a los uniformados se encontraron frente a un muro. En algunos cuarteles hasta les quemaron los papeles frente a sus narices. 

La sublevación de 27 guardias nacionales el lunes pasado provocó que medio centenar de barrios populares del Gran Caracas comenzaran una protesta que ha debilitado al chavismo en el poder. Transcurridos siete días, ya son 30 las personas asesinadas, según Amnistía Internacional. 

Las dudas se confirmaron el miércoles al multiplicarse las protestas: parte de la Guardia Nacional se negaba a reprimir con la violencia habitual. "No serán capaces de activar el Plan Zamora en contra de las manifestaciones, como sucedió en el 2017, ya que temen una desobediencia masiva a esa orden por parte de la Fuerza Armada, por eso solo usan a las Fuerzas Especiales de la Policía (FAES)", vaticinó el mayor general Hebert García Plaza, militar muy cercano a Hugo Chávez y ex ministro de Maduro, hoy exiliado en EU.

Para hacer más patentes las dudas en el entorno del poder presidencial, la agencia Reuters confirmó que 400 mercenarios rusos que realizan misiones secretas para el Kremlin han viajado al país petrolero para formar parte de la seguridad presidencial. Un trabajo que hasta ahora correspondía exclusivamente a venezolanos y cubanos. 

"La Fuerza Armada es pragmática, abandonan presidentes que pierden el apoyo del pueblo. Evitan conflicto militar", sentencia Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano y una de las principales expertas del país en asuntos militares.



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