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Valeria Luiselli: habitar entre dos mundos


2019-02-07

Por CONCEPCIÓN DE LEÓN, The New York Times

NUEVA YORK — Unos días antes de Navidad, un grupo de más o menos veinte personas se reunieron en la sala de la novelista mexicana Valeria Luiselli, quien se movía entre los invitados para servir vino caliente. Mientras tanto, unos niños de edad escolar provenientes de Still Waters in a Storm, un centro educativo enfocado en la lectura y la escritura en Brooklyn, se preparaban para presentar un musical original adaptado de Don Quijote. Los niños habían trabajado con Stephen Haff, el fundador del centro, para traducir el libro del español y escribir canciones que reinterpretaran la historia con un coro de niños migrantes. Para cuando Haff les indicó a los niños que fueran a sus lugares sobre un pequeño escenario improvisado, todos los asientos estaban ocupados, así que Luiselli se sentó en el suelo al lado de Maia, su hija de 9 años. No era la primera vez que Luiselli veía el espectáculo, pero aun así lloró, al igual que su hija, cuando los niños entonaron canciones con frases como: “La inocencia necesita un hogar”.

Las experiencias de los niños latinoamericanos que buscan asilo han sido un tema de interés para Luiselli desde hace varios años y son también el tema central de su nuevo libro, Lost Children Archive, acerca del viaje en carretera de una familia por Estados Unidos. Es el quinto libro de Luiselli y su primera novela escrita originalmente en inglés; será lanzado por la editorial Knopf el 12 de febrero .

Cuando Luiselli, de 35 años, comenzó a escribir Lost Children Archive a mediados de 2014, batalló con la idea de usarla como “altavoz para toda mi furia política”, según sus propias palabras. Se había ofrecido como traductora voluntaria en los tribunales para niños refugiados de Latinoamérica  y por ello conocía de cerca la crisis migratoria de los menores. Decidió poner a un lado la novela para escribir Tell Me How it Ends: An Essay in 40 Questions, una reflexión acerca de las historias de los niños en esos tribunales y las circunstancias que los llevaron a Estados Unidos. El libro, basado en el cuestionario que la corte le había dado para entrevistar a los niños, fue finalista en 2017 para el National Book Critics Circle Award, en la categoría de Crítica. Luiselli dijo que después de eso pudo regresar a la novela y ofrecer “más preguntas y finales abiertos en vez de posturas políticas que por sí solas son evidentes y estridentes”.

La inventiva formal de Tell Me How It Ends es característica de todas las obras anteriores de Luiselli. Diego Rabasa, quien ha editado los libros de Luiselli para Sexto Piso —una editorial independiente en Ciudad de México— dijo que su primer libro, Papeles falsos (traducido como Sidewalks en inglés), contenía elementos del ensayo literario, así como de ensayo personal y de viaje. “Desde siempre hubo un aura de brillantez e inteligencia muy marcado alrededor de ella”, dijo Rabasa, quien destacó el intelecto de Luiselli. “Lo que nos deslumbró fue la osadía de una jovencísima escritora que estaba iniciando un camino tan original”.

Luiselli caracterizó su primer libro, que fue rechazado por otras editoriales antes de que lo editara Sexto Piso, como un intento por insertarse por escrito en su lengua madre después de vivir fuera de México casi toda su vida. Siempre había estudiado en inglés, así que “nunca tuve las inflexiones de la gente de mi edad. Mi lengua no se renovó con la jerga ni el habla callejera”, dijo.

La autora salió de México por primera vez a los 2 años, cuando su padre mudó a la familia a Madison, Wisconsin, para terminar su doctorado. De ahí, el trabajo diplomático de su padre llevó a la familia a Costa Rica, Corea del Sur y después a Sudáfrica, a donde llegaron en 1994, poco después de la histórica elección que llevó a  Nelson Mandela a la presidencia. Para entonces, su madre había dejado a la familia para unirse al movimiento zapatista en México. “Provengo de un linaje matriarcal que siempre ha participado mucho en la política y la sociedad”, dijo, refiriéndose también a su abuela, quien trabajó con comunidades indígenas en Puebla. “Decidí que debía regresar a México y convertirme en mexicana” después de asistir a un internado en India, dijo Luiselli. Tenía 19 años cuando se inscribió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para estudiar la licenciatura en Filosofía; ahí comenzó a escribir.

Después de Papeles falsos en 2011, Luiselli escribió la novela Los ingrávidos (Faces in the Crowd, en inglés). Ha sido traducida a más de veinte idiomas; Rabasa dijo que el libro sigue siendo uno de los más populares de Sexto Piso y que imprimen nuevas ediciones todos los años.

Para La historia de mis dientes, su segunda novela, Luiselli colaboró con trabajadores de la fábrica de Jumex en México: les envió los capítulos para que la ayudaran a darle forma a la trama. Sus libros siempre reflejan una profunda inmersión en aquello que ha marcado sus sensibilidades: los libros y las referencias culturales e incluso la gente y los lugares donde ha estado. En Lost Children Archive, por ejemplo, hay menciones del grupo Still Waters in a Storm, al igual que de Haff, así como de escritores italianos poco conocidos y de Ezra Pound.

“Nunca he escrito una novela como si naciera de la cabeza de Zeus, de un espacio absoluto de ficción”, me dijo hace poco Luiselli. “Siempre empiezo mi trabajo documentando mi vida cotidiana”.

“Está luchando de verdad con una faceta de la identidad latina y latinoamericana en Estados Unidos en este momento político”, dijo el novelista Daniel Alarcón, quien ha compartido mesa con Luiselli en varias conferencias. Alarcón dijo que, sobre todo en Tell Me How It Ends, “confronta directamente los asuntos de privilegio y mirada y, al mismo tiempo, lucha con un momento político que no solo afecta a todos los latinos, sino a todos los estadounidenses”.

“Sin saberlo ni proponérselo, ha abierto puertas”, dijo la escritora Laia Jufresa, amiga de Luiselli, al explicar que ella jamás imaginó que una escritora mexicana pudiera obtener la cantidad de traducciones, premios y el reconocimiento de los críticos que Luiselli ha recibido en los inicios de su carrera.

El novelista Francisco Goldman y Rabasa mencionaron la cultura machista —“insufrible”, en palabras de Goldman— que usualmente impera en la literatura mexicana. Goldman mencionó una lista de escritoras que, además de Luiselli, han provocado un cambio sísmico en el mundo literario del país a lo largo de la última década: Gabriela Jáuregui, Guadalupe Nettel, Verónica Gerber Bicecci, Laia Jufresa y Fernanda Melchor.

La novelista argentina Samanta Schweblin — cuyo segundo libro Pájaros en la boca, se publicó traducido al inglés en enero—, dijo que la visión de Luiselli es una mezcla de las perspectivas mexicana y estadounidense del mundo. “Ambas miradas tan nostálgicas, críticas, amorosas y dolorosas a la vez. Valeria pertenece a ambos territorios y por tanto entiende sus signos, pero a la vez pareciera saberse siempre extranjera”, comentó Schweblin en un correo electrónico. Quizá, dijo Schweblin, es por tener un pie en cada mundo que la literatura de Luiselli está repleta de la lucidez de la alienación.

Ahora Luiselli está explorando otras formas artísticas. Hace poco recibió una beca de Arts for Justice para investigar y escribir acerca de la encarcelación masiva en Estados Unidos, con énfasis en los centros de detención de migrantes. “Las mismas compañías son dueñas de las cárceles de inmigración y las prisiones normales”, dijo, y muchas no entienden que “la detención de migrantes y la encarcelación en masa son exactamente lo mismo”.

Luiselli también comenzó un programa literario para enseñarles redacción y escritura a niñas y adolescentes en un centro de detención en Nueva York. Además, está trabajando junto con la poeta Natalie Díaz en una performance sobre la encarcelación en masa y la violencia en contra de las mujeres. En otoño, comenzará una residencia de dos años en Bard College.

Luiselli vive en el Bronx, y dice en broma que está criando a su hija –cuyo padre es el novelista mexicano Álvaro Enrigue– en un hogar lleno de mujeres (su sobrina vive con ella y su madre la visita con frecuencia). “Siento con mayor fuerza que nunca mis vínculos con las mujeres, por la manera en que pueden agruparse, hablar y pensar políticamente, y también por cómo las amigas se reúnen y se vuelven una red de apoyo”, comentó Luiselli.

Lost Children Archive fue en gran parte una reacción al ver que su hija trataba de interpretar las noticias sobre la actual crisis migratoria. “Los niños pueden darle el toque de extrañeza a lo que posiblemente se acepta como normal, pero en realidad no lo es”, dijo Luiselli. Añadió que su enfoque para criar a su hija es dialogar con ella “de una manera que no la asuste, para que encuentre el equilibrio adecuado entre cierto enojo o indignación y la claridad de imaginar la posibilidad de un cambio”.



regina


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