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No estás ‘loca’: estás luchando por lo que quieres


2019-03-01

Por MAYA SALAM, The New York Times

“Si quieren decir que estás loca, adelante: enséñales lo que logra la locura”.
Serena Williams, en un nuevo comercial de Nike

Quizá no haya una mujer más apta que Serena Williams para encabezar la batalla a fin de reivindicar la palabra “loca”. En los últimos seis meses, ha sido penalizada, multada y criticada por lo que ha dicho, hecho, vestido y por cómo se ve, mientras sus detractores la llaman una “loca”.

Su capacidad para florecer a pesar de todo ha hecho que sus legiones de seguidores la aprecien más, así que no fue una sorpresa que sus admiradoras se volvieran locas —por así decirlo— la noche del 24 de febrero cuando el nuevo comercial de Nike donde solo hay mujeres, Dream Crazier, se estrenó en los Premios Oscar (ya tiene seis millones de reproducciones en YouTube).

El anuncio es un montaje de algunas de las mejores atletas del mundo en el que hacen lo que mejor hacen y desafían a la autoridad mientras lo logran. Williams lo narra y dice que las mujeres que expresan sus emociones, su pasión y sus opiniones han sido llamadas dramáticas, dementes, delirantes, trastornadas, irracionales o locas; al parecer va más allá del mundo del deporte y también se refiere a cómo todo tipo de mujeres han sido tratadas a lo largo del tiempo.

A las mujeres se les ha llamado locas o histéricas para rebajarlas desde hace siglos. La “histeria” — que viene del griego, hystera, útero — fue una de las primeras enfermedades mentales que únicamente se atribuía a las mujeres.

“La idea era que cualquier desplante emocional que sobrepasara los límites estrictos de lo aceptable se podía considerar ‘histeria’”, según me dijo esta semana Elaine Showalter, una académica feminista que escribió un ensayo titulado Hysteria, Feminism and Gender. (Por ejemplo, unas cartas recién publicadas de Charles Dickens revelan que intentó hacer que su esposa, la madre de sus diez hijos, fuera recluida en un manicomio mientras él vivía un amorío. En ese tiempo, era suficiente decir que su esposa sufría de “exceso de emoción” para determinar que estaba “neurasténica”, y esa fue la razón que él dio.)

La verdadera politización de la palabra, explicó Showalter, se dio en 1890 cuando comenzaba el movimiento de las Sufragistas y surgía la “nueva mujer”: una mujer independiente, desafiante, segura de sí misma, osada y dueña de sus emociones.

“De eso se trataba el comercial”, dijo Showalter, quien también es profesora emérita de Literatura Inglesa en la Universidad de Princeton.

Durante ese tiempo, los calificativos de “histérica” y “loca” se usaban principalmente para atacar a dos grupos de mujeres: las que exigían un lugar en la universidad —sobre todo en la facultad de Medicina (un argumento en contra era: “Van a fatigar sus cerebros”)— y las mujeres que hablaban en público (a ellas se les consideraba “anormales, amenazantes y repulsivas”, de acuerdo con Showalter).

“Hablar en público era un tabú muy grande y se consideraba muy poco femenino; no importaba cómo se hiciera, se atacaba por ser una muestra de histeria”, afirmó Showalter.

¿Suena conocido? En 2017, la senadora Kamala Harris fue llamada “histérica” por el antiguo ayudante de Trump, Jason Miller, solo por cumplir con su trabajo (durante una audiencia, a los senadores del Comité del Senado sobre Inteligencia se les dio tiempo para preguntar a Jeff Sessions, quien entonces era el fiscal general, sobre su vinculación con los rusos en las elecciones de 2016). Cuando se le insistió para que explicara por qué decía que estaba histérica, Miller respondió: “O sea, hacía unas preguntas muy difíciles”.

Desde hace mucho Serena Williams ha alentado a las mujeres jóvenes para que sean asertivas, como lo hicieron antes otras lideresas. Las Sufragistas más experimentadas les daban valor a las más jóvenes, sostuvo Showalter. “Solían decir: ‘No tengas miedo, vas a tener que hacerlo. Ve y habla en público, di lo que piensas y sé directa’”.



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