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López Obrador bajo fuego


2019-04-24

Editorial |  ANSA

El presidente de México, Andrés López Obrador, se encuentra cada vez más a tiro de las críticas de la oposición y los denominados "líderes de opinión" por su estilo iconoclasta y su locuacidad y hasta lo señalan como un "dictador en potencia".
    
No pasa ni un solo día sin que sus habituales detractores en los medios le lancen dardos envenenados y lo califiquen de "autoritario" y "absolutista", pero a los ataques se están sumando inclusive figuras vinculadas a las luchas democráticas del pasado reciente.
    
Por ejemplo, José Woldenberg, ex presidente de la máxima autoridad electoral y antiguo militante comunista, se preguntó hace poco si el país se dirige "hacia un sistema político que girará en torno a un solo hombre", una "especie de sol que ordenará, subordinando, a los demás actores en el escenario".
    
Entre otras cosas, López Obrador ordenó reducir los fondos a los órganos públicos autónomos, ha arremetido contra organizaciones civiles, disminuyó el financiamiento a los partidos y creó los llamados "superdelegados", representantes en cada uno de los 32 estados del país que fungen como una suerte de "procónsules" haciendo sombra a los gobernadores.
    
La analista Denisse Dresser le reprochó que se comporte no como "un presidente de la Republica" sino como "un señor feudal" o "un rey".
    
"Usted llegó al poder vía las urnas no mediante mandato divino o el dedazo de Dios. Cuando asumió la Presidencia prometió respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen", señaló la académica del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
    
Los cuestionamientos contra López Obrador, que ya eran constantes en la mayoría de los medios, derivaron en una avalancha cuando decidió dar a conocer un memorándum en el cual instruyó a los ministerios de Finanzas y del Interior, entre otros, para no aplicar una reforma educativa aprobada por el Congreso durante la gestión anterior.
    
Las enmiendas prevén someter a evaluaciones periódicas a los maestros de escuelas públicas de nivel elemental y desataron una ola de protestas de parte del sector más radical del influyente gremio que nuclea a los docentes.
    
El documento galvanizó de inmediato a la oposición política y a los críticos del gobierno, pues fue calificado como "inconstitucional" e incluso un ex juez de la Suprema Corte dijo que podría ser echado abajo fácilmente en los tribunales.
    
El propio politólogo Sergio Aguayo, del Colegio de México, que es reconocido por su labor en defensa de la democracia, afirmó que López Obrador "flirtea con el autoritarismo".
    
El mandatario tuvo que salir a decir que se trataba de un "documento interno" de contenido "político" y no legal y que "el texto constitucional está vigente y se debe respetar", aunque afirmó que "por encima de la ley está la justicia", lo que enardeció aún más a sus adversarios. En defensa del jefe de Estado, el ex senador Pablo Gómez señaló que "políticos y juristas acartonados parecen no entender el contexto político" y dijo que "no existe en el memorando ningún acto de gobierno contrario a la Carta Magna".
    
"Para empezar, no se trata de un decreto, sino de un recordatorio interno sobre la orientación política del Ejecutivo en el tema", señaló.
    
También en apoyo al mandatario, el académico Hernán Gómez, del Instituto Mora, señaló que "cualquier cosa que el presidente haga o diga" es interpretado en la "lógica determinista" de que López Obrador es "un líder autoritario que va a conculcar la democracia o incluso conducirnos a una dictadura".
    
"En el fondo, (el presidente) no ha hecho más que firmar en un papel lo que otros instruían a través del teléfono rojo", señaló el analista.
    
El mandatario también fue cuestionado por haber polemizado con el periodista Jorge Ramos, conductor de la cadena Univisión, que durante una conferencia de prensa rebatió los argumentos López Obrador sobre el tema la criminalidad en el país.
    
"Poco parece importar que el presidente haya sostenido un diálogo democrático con Ramos, mientras Donald Trump lo echó de una conferencia de prensa y Nicolás Maduro lo retuvo dos horas en Miraflores", recordó Hernán Gómez.
    
"No hay hasta ahora ninguna evidencia contundente de que López Obrador nos lleve al autoritarismo", señaló el investigador.



Jamileth


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