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El éxito de una serie japonesa que desafía la cultura de adicción al trabajo


2019-06-27


Por Ben Dooley y Eimi Yamamitsu | The New York Times

TOKIO — El mes pasado, mientras muchas personas sintonizaban el último episodio de Juego de tronos, Japón disfrutaba con su propio mundo televisivo de fantasía. En él, una mujer se atreve a salir del trabajo a las seis de la tarde en punto.

La determinación de Yui Higashiyama, una gestora de proyectos de treinta y tantos años que no quiere nada más que salir de la oficina y pasar por su bar favorito durante la hora feliz, sacude a la empresa ficticia de diseño web en la que trabaja.

Un supervisor confabulador y sus colegas sobresalientes tratan de arruinar sus planes. Cuando en el noveno episodio su equipo se enfrenta a una fecha límite, al parecer imposible, ella pone de lado su compromiso férreo con el equilibrio entre la vida y el trabajo y declara dramáticamente: “¡Trabajaré tiempo extra!”.

Higashiyama es la protagonista de ¡No trabajaré tiempo extra, punto!, un éxito televisivo en Japón que ha tocado la fibra sensible de muchos espectadores por retratar la peligrosa intensidad de la ética nacional de trabajo que, a veces, llega a ser mortífera.

Ha abierto un debate sobre la dificultad para quienes tienen un empleo de buscar un equilibrio entre la vida y el trabajo, incluso a pesar de que las principales corporaciones y el gobierno animan cada vez más a no sentirse tan presionados.

Quienes crearon la serie dicen que conocen bien el problema.

“Estaba extremadamente consciente de que tomar una pausa implicaba bajar el ritmo”, dijo Kaeruko Akeno, una escritora cuya novela inspiró el programa. “Me tomó mucho tiempo aceptar que está bien no trabajar los fines de semana o las noches entre semana”.

Historias similares son muy comunes. Las personas de Japón son de las que trabajan más horas en el mundo. En 2017, más de un cuarto de los empleados de tiempo completo del país trabajaron en promedio más de 49 horas a la semana, según un informe gubernamental, por lo que trabajaron de manera efectiva seis de siete días.

En algunos casos extremos, esa dedicación al lugar de trabajo puede llevar a la muerte. Según datos del gobierno, en 2017 el trabajo excesivo cobró la vida de 190 personas —por agotamiento, infartos y suicidios—, una cifra que ha permanecido más o menos constante a lo largo de la última década.

Las razones por las que la gente trabaja tanto son complejas, dijo Yoshie Komuro, directora ejecutiva de Work Life Balance, una firma de consultoría que ayuda a que las empresas reduzcan los tiempos extra de quienes trabajan ahí.

Además de las actitudes culturales acerca del valor del trabajo arduo, dijo, algunas compañías reducen costos por medio del tiempo extra, y los empleados trabajan más horas para ganar más y complacer al jefe, pues los ascensos a menudo dependen más del tiempo que pasaron en un escritorio que de la productividad real.

El gobierno japonés ha tomado medidas para reducir los turnos largos y cambiar las normas culturales en torno al trabajo.

En abril, justo a tiempo para el debut de la serie de televisión, entró en vigor una nueva ley que limita el tiempo extra a no más de 45 horas al mes y 360 horas al año, a excepción de circunstancias especiales. Además, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón ha promovido un programa que llama “Viernes especiales”, mediante el cual se les pide a las empresas que permitan a sus trabajadores irse unas cuantas horas antes el último viernes de cada mes.

La idea de que el trabajo requiere sacrificio personal está muy arraigada en la cultura japonesa y ha exacerbado muchos de los otros problemas sociales del país.

El hecho de que el personaje principal de la serie sea una mujer aporta más drama a un país en el que las mujeres —sobre todo las madres— enfrentan discriminación en la oficina. Las mujeres que quieren tener éxito en las corporaciones japonesas a menudo sienten aún más presión de demostrar que son capaces al tiempo que equilibran las exigencias familiares, un dilema que enfrenta uno de los personajes de la serie.

“Tan solo al decir: ‘No voy a trabajar tiempo extra’, la heroína de la serie” está cometiendo un acto radical, escribió Tomohiro Machiyama, un destacado crítico de cine. Refiriéndose a Higashiyama, dijo: “Claramente está mostrando una estrategia para resolver los problemas que actualmente enfrenta Japón, desde los bajos salarios hasta la baja tasa de natalidad”.

En la novela, la decisión de trabajar tiempo extra lleva a su caída: se vuelve adicta al trabajo, termina en el hospital y pierde a su nueva pareja, quien tiene una actitud más relajada sobre el trabajo. Sin embargo, en la serie, que comenzó a transmitirse en abril, Higashiyama está destinada a vivir un desenlace más feliz, dijo la producción.

Akeno, quien usa un seudónimo para proteger la privacidad de su familia, basó su novela en sus propias experiencias laborales. En su primer empleo estuvo en un tipo de oficinas japonesas que explotan a sus trabajadores.

Aunque el gobierno y trabajadores más jóvenes están ejerciendo presión para obtener días laborales más cortos, los empleados de más edad que fueron criados con la idea de que el trabajo es más importante que todo lo demás no parecen estar cómodos con la idea de trabajar cuarenta horas a la semana.

Akeno dijo que la cultura permea en otros aspectos de la vida japonesa. Cuando renunció a su empleo para convertirse en escritora, se encontró con que estaba trabajando prácticamente sin descanso. Cuando tuvo a su segundo hijo, escribió hasta el momento en que la llevaron a la sala de partos.

Las únicas veces en las que se detenía era cuando estaba cuidando a su bebé, dijo. Al final, dijo, su cuerpo se rindió y le tomó años recuperarse por completo.

“Lo que se considera honorable no es todo lo que logras, sino que nunca tomes un descanso”, comentó.

La producción de la serie tienen sus propias anécdotas sobre el trabajo. Kasumi Yao, quien le propuso el programa a la televisora japonesa TBS, no ha tenido vacaciones en doce años, dijo. Yao ideó la trama para este drama después de que se topó con la novela de Akeno en una librería.

Cuando TBS anunció el título del programa, hubo muchas personas en internet que se mostraron consternadas.

“Pensaban: ‘¿Acaso no es normal irse a casa a tiempo?’”, dijo Junko Arai, la segunda productora de la serie. “Si algo tan evidente es el fundamento de un drama, es porque Japón está en graves problemas’”.



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