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El presidente de El Salvador dice que las muertes de migrantes en el río Bravo son culpa de su país


2019-07-01

Por Kirk Semple | The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO— El nuevo presidente de El Salvador dijo que su país tenía la culpa de empujar a decenas de miles de sus ciudadanos a emigrar cada año, incluidos un hombre y su hija que se ahogaron en un intento por cruzar a Estados Unidos la semana pasada y cuya imagen se convirtió en un punto focal en el debate migratorio.

“Las personas no huyen de sus casas porque quieren”, dijo el presidente Nayib Bukele el domingo en conversación con la prensa en San Salvador, la capital. “Huyen de sus casas porque sienten que tienen que hacerlo”.

“Huyeron de nuestro país, huyeron de El Salvador”, continuó. “La culpa es nuestra”.

Las declaraciones de Bukele fueron en respuesta a las preguntas de los reporteros en torno a la muerte de Óscar y Valeria Martínez y a sus planes para afrontar las preocupaciones económicas y de seguridad que han empujado a tantos salvadoreños a abandonar el país e intentar llegar a Estados Unidos.

Sus comentarios llamaron la atención en una región donde los líderes políticos han sido reticentes en asumir cualquier responsabilidad por las dinámicas sociales y políticas que alimentan la migración y suelen ocuparse solo retóricamente de la idea de que las condiciones deben mejorar en casa para alentar a la gente a que se quede.

En Estados Unidos viven casi 1,4 millones de salvadoreños, el equivalente a una quinta parte de la población de ese país, de acuerdo con el Migration Policy Institute.

La migración desde El Salvador y sus peligros quedaron de manifiesto la semana pasada al publicarse la fotografía de los cuerpos de un joven padre con su hija —Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija de 23 meses, Angie Valeria— que fueron encontrados en el río Bravo entre México y Estados Unidos.

Sus cuerpos volvieron a El Salvador el domingo y se espera que reciban sepultura durante una ceremonia privada este lunes.

En sus declaraciones del domingo, Bukele, que asumió la presidencia hace un mes, reconoció que la inseguridad y las dificultades económicas son las dos principales fuerzas que empujan a muchos de sus ciudadanos a arriesgarse en un viaje peligroso hacia el norte en busca de una vida mejor.

“Se sienten más seguros al cruzar un desierto, tres fronteras y todas las cosas que pueden suceder en el camino hacia Estados Unidos porque sienten que es más seguro que vivir aquí”, dijo. “Así que queremos que nuestro país sea más seguro”.

También prometió que se ocuparía de la pobreza y la falta de oportunidades de empleo que tantos migrantes citan como el motivo por el que se marchan.

“Haremos un país que sea más próspero y que pueda proveer empleos de paga decente para toda nuestra gente”, dijo. “Si la gente tiene la oportunidad de un empleo decente, de una educación decente, de un sistema de salud decente y seguridad, sé que la migración forzosa se reducirá a cero”.



Jamileth


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