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Los intentos por limitar a Facebook, el ‘muro que te conoce mejor que tu esposa’


2019-07-10

Por Adam Satariano | The New York Times

LONDRES — Hace poco tiempo, el jefe de la autoridad antimonopólica en Alemania, Andreas Mundt, le pidió a un salón lleno de abogados, académicos y reguladores que imaginaran un muro con toda la información personal que habían reunido de ellos Facebook y Google. Mundt les dijo que se lo imaginaran atiborrado de sus datos divididos en categorías como finanzas, ubicación, relaciones y pasatiempos.

“Eso eres tú”, comentó Mundt. “Y te prometo que ese muro te conoce mejor que tu esposa”.

Pocos fueron los que escucharon a Mundt cuando, hace algunos años, comenzó a realizar advertencias sobre la información que reunían los gigantes del sector tecnológico. Según Mundt, aunque los servicios en línea como Facebook y Google no cobraban ni un peso, la gente pagaba un alto precio por darles a las empresas una cantidad tan grande de detalles personales. Además, a las personas no les quedaba de otra, pues las compañías no tenían una competencia real.

Sin embargo, en febrero, su agencia decretó que Facebook había violado las leyes del país y exigió que la empresa dejara de compartir datos de forma automática entre los servicios que posee, como Instagram y WhatsApp, o sitios web que usan sus botones de me gusta y compartir. Fue la primera resolución de ese tipo en Europa, en la cual se pusieron en práctica ideas que suelen ser discutidas en los debates de la academia y los centros de investigación.

Mientras los reguladores y los legisladores estadounidenses intensifican su escrutinio en torno a las grandes empresas tecnológicas, hay un debate sobre si, y cómo, podrían acusar a estas firmas de violar las leyes antimonopolios. A menudo, los reguladores investigan si una empresa le ha causado perjuicios al consumidor: una norma que puede ser difícil de demostrar cuando se trata de servicios gratuitos.

La respuesta de Mundt es sencilla. La única manera de hacerse cargo de Facebook y algunas de sus pares es atacar lo que más valoran: la información.

Según Mundt, las empresas son tan dominantes en sus actividades principales que, si los consumidores quieren realizar búsquedas en internet o estar en una red social, no tienen más opción que compartir sus datos personales. Así, la información fortalece aún más la posición que tienen las empresas tecnológicas sobre sus rivales y, por lo tanto, esa es una acción anticompetitiva, aseguró Mundt.

Las empresas han combatido con ahínco este argumento. No obstante, está ganando aceptación en los círculos antimonopólicos, mientras Mundt, quien ha dirigido la agencia antimonopolios de Alemania durante casi una década, insta a funcionarios de otras naciones a tomar el mismo camino.

Después del fallo en contra de Facebook, Mundt recibió llamadas de reguladores y abogados de todo el mundo para hablar sobre esa idea. Mundt ayudó a organizar una reunión con otros colegas funcionarios de la autoridad antimonopólica en Colombia, donde estuvieron cuatro días debatiendo las regulaciones dirigidas al sector tecnológico. Funcionarios estadounidenses como Joseph Simons, presidente de la Comisión Federal de Comercio, y Makan Delrahim, director de la división antimonopólica del Departamento de Justicia, fueron algunos de los asistentes.

“La autoridad alemana está mucho más avanzada en este tema y en términos reales es la principal autoridad antimonopólica del mundo en lo que respecta a estos asuntos tecnológicos”, comentó Thomas Vinje, un socio del despacho jurídico Clifford Chance en Bruselas y un veterano de batallas antimonopólicas con la industria tecnológica en las que han estado involucradas Microsoft y Google.

Otros reguladores buscan basarse en la estrategia de Alemania. La Comisión Europea se encuentra en las primeras etapas de una investigación a Facebook, en la que se incluye el uso de los datos que hace la firma, mencionó una persona familiarizada con la indagación que habló con la condición de mantener su anonimato.

Las plataformas en línea suelen recolectar datos sobre los usuarios: a qué le dan clic, cuán rápido pasa una persona por una publicación o qué video se detiene a ver un usuario. La información le ayuda a una empresa como Facebook a inferir características sobre los intereses, los contactos personales y los sectores demográficos financieros con el fin de focalizar mejor la publicidad, o entrenar a los algoritmos de aprendizaje automático que se pueden usar en productos futuros.

Es un modelo de negocios extraordinariamente lucrativo. Con la publicidad, Facebook ganó 55,000 millones de dólares el año pasado, mientras que las ventas de anuncios de Google le dieron un total de 116,000 millones de dólares.

La angustia de los reguladores se origina en la falta de nuevos competidores, una tendencia que Mundt atribuye al acceso a los datos que tiene una empresa y a la abundante cantidad de recursos financieros con los que cuenta. Según Mundt, Facebook controla más del 95 por ciento del mercado de redes sociales en Alemania. Al no tener competencia, la red social obliga injustamente a las personas a tomar una decisión del tipo todo o nada, entre aceptar que reúnan una cantidad ilimitada de sus datos o no usar Facebook en lo absoluto.

Cuando investigaron a Facebook, los reguladores alemanes crearon un mapa de la información que recolecta la empresa. Se parecía mucho al que Mundt describió durante su discurso reciente: una red de información personal que se dividía en detalles sobre la administración del hogar, acontecimientos de la vida, política y comportamiento de comprador.

Mundt sostiene que Facebook y otros gigantes tecnológicos no necesitan ser divididos, como lo han sugerido la senadora Elizabeth Warren y otros más. En todo caso, Mundt cree que los gobiernos deberían limitar su capacidad de recolectar datos. La estrategia puede tener un efecto similar al de una escisión al aislar los distintos servicios de una empresa.

“El modelo de negocios es recabar y procesar datos, punto final. No hay nada más”, mencionó Mundt en una entrevista. “Si no tienen los datos, pueden tener a diez mil ingenieros muy inteligentes que les digan qué se puede hacer con la información, pero sin los datos no logran nada”.

Entre los reguladores y los encargados de formular políticas de todo el mundo, Alemania está a la cabeza de un entendimiento más profundo de que las leyes deben evolucionar para mantener el paso del cambio tecnológico. Las reglas que regulan las industrias como la petrolera o del transporte, donde el dominio se mide en productos físicos y aumentos abusivos de los precios, no se pueden usar con tanta facilidad en servicios que son digitales, suelen ser gratuitos y dependen de la atención y los datos de la gente más que de la infraestructura.

Hay quienes critican la estrategia agresiva de Alemania pues consideran que extiende los límites de la ley antimonopólica y no resistirá los procesos en los tribunales. Otras personas crees que la posición de Mundt sobre los datos es demasiado simplista y, si se adopta ampliamente, dificultará la oferta de servicios gratuitos. Debido a que los datos se comparten mucho entre diferentes negocios e industrias, los intentos por limitar su flujo provocarán consecuencias y alteraciones accidentales, según los críticos.

“Los reguladores europeos están usando la política de competencia para alcanzar objetivos que no están relacionados con la competencia”, opinó Eline Chivot, una analista sénior radicada en Bruselas que trabaja para el Center for Data Innovation, un grupo que fundó un centro de investigación de Washington, el cual tiene a representantes de Amazon, Apple y Microsoft en su consejo de administración. “Genera incertidumbre”.

Facebook está apelando la decisión de Alemania, bajo el argumento de que fue transparente con los usuarios en cuanto a la forma en que se recolectan los datos. La red social arguye que el uso que da a los datos ayuda a mejorar el servicio y que los reguladores alemanes dirigen sus ataques contra Facebook aunque sea una práctica común en todo el internet.Una de las víctimas que acusan a Epstein, Virginia Giuffre, declaró en documentos judiciales que fue reclutada para darle masajes a Epstein mientras trabajaba en Mar-a-Lago, el centro vacacional de Trump en Florida. Epstein ha sido fotografiado con Trump en Mar-a-Lago.



Jamileth


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