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Crimen recluta a migrantes


2019-07-12

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- Las poderosas bandas criminales, siempre urgidas de personal para cubrir sus cada vez más diversificadas actividades, están aprovechando el actual éxodo migratorio iniciado en octubre pasado, para atraer a sus filas a jóvenes centroamericanos aprovechando su vulnerabilidad.
    
Las organizaciones delictivas no siempre usan sistemas de convencimiento amistosos como el engaño y las promesas seductoras de un empleo temporal y bien pagado sino también métodos violentos.
    
Una familia denunció hace unos días ante las autoridades que La Unión Tepito, que opera localmente en la Ciudad de México, apoyada por el llamado Cártel Jalisco Nueva Generación, comenzó a acosar y cooptar a personas en los alrededores del centro migratorio de Iztapalapa, oriente de la capital.
    
De hecho, se estima que la desaparición de una familia salvadoreña integrada por (una mujer y sus hijas de siete y dos años de edad) de un albergue en la zona estaría vinculada con esta ofensiva del crimen.
    
A los migrantes se les ofrece un amplio menú de actividades que van desde "halconeo" (vigilancia) hasta el "trabajo sucio" como asesinato y venta de droga.
    
Emisarios de las bandas suelen acercarse a los migrantes para decirles que "a cambio de ciertos mandados" o de "trabajar para ellos por un tiempo", podrían recibir apoyo y facilidades para llegar al norte del país.
    
La realidad es que la Unión Tepito busca hacerse de nuevos elementos para la venta de drogas al detalle y "otros trabajos", sin que al final se cumpla la promesa de ayudar a los migrantes a llegar a la frontera norte.
    
Uno de los migrantes relató al diario local El Universal que en febrero pasado amigos suyos se unieron a la banda en febrero pasado.
    
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital manifestó su preocupación por el supuesto plan de reclutamiento de migrantes de los grupos criminales, en momentos en que la ciudad sufre la peor crisis de violencia de los años recientes.
    
Informes periodísticos señalan que recientemente fueron detectados migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras vendiendo droga en diversos barrios de la ciudad y varios de ellos han sido detenidos por delitos que también incluyen robo a viviendas.
    
Cerca de los refugios donde se ha acogido a los migrantes merodean presuntas empresas de seguridad privada que en realidad serían bandas organizadas, ofreciendo empleo a los migrantes con promesas de pagos superiores a la media.
    
Según un testimonio recogido por los medios locales, una mujer llegó a recoger a una decena de hondureños para presuntamente recoger una cosecha en un rancho y otra decena de mujeres de nacionalidad no especificada aceptaron un empleo cerca de un mercado local, sin que hasta ahora se conozca su paradero. El tema no es exclusivo de la Ciudad de México y en otros estados también ya se han dado voces de alerta sobre elementos criminales que acechan las rutas por donde pasan los centroamericanos, a quienes ofrecen contratarlos para labores diversas.
    
El coordinador de la Pastoral de Migración de la arquidiócesis de Puebla, estado vecino a la capital, Gustavo Rodríguez, dijo que los migrantes que son "atrapados" por las redes delictivas, para ser extorsionados, usados para la trata de personas y como verdaderos esclavos.
    
Sacerdotes a cargo de albergues para personas sin documentos, recomiendan a éstas tener cuidado con los grupos delictivos.
    
El investigador de la Escuela Libre de Derecho de Puebla, Edmundo Castañón, explicó que, "ante la nula posibilidad" de ser recibidos por el gobierno de Estados Unidos, "es más fácil que se queden en territorio nacional y sean cooptados por los grupos delictivos".
    
"Se puede advertir que extranjeros puedan cometer delitos, ingresar a las redes del crimen y comentan delitos", afirmó.
    
Castañón estimó que el gran reto en esta materia atender a los migrantes y vigilar que los grupos criminales no los recluten.
    
"Si no hay una atención integral a los migrantes, salud, vestido, es muy posible que busquen fuentes de ingreso, fuentes para mantenerse y, algunos de ellos, podrían ser absorbidos, invitados por grupos criminales", indicó.



Jamileth


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