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Tango en La Habana: cubanos buscan revivir poco conocido legado rioplatense


2019-07-19

Por Sarah Marsh

LA HABANA (Reuters) - Cuba puede ser conocida por su salsa, pero mucho antes de que ese género surgiera, sus ritmos afro alimentaron el melancólico tango argentino, que fue muy popular en la isla más grande del Caribe.

Ahora, un pequeño grupo de varias decenas de entusiastas de la danza cubana, está tratando de ampliar su atractivo una vez más, al destacar su legado cultural.

Hace dos años, lanzaron un maratón y festival anual de tango en La Habana, además de organizar clases regulares y milongas, o eventos de baile de tango.

El mes pasado, La Habana fue sede de la primera ronda clasificatoria por la región del Caribe para el Campeonato Mundial de Tango, en Buenos Aires.

“El tango lo llevan los cubanos un poco en las venas por ese ritmo que tiene”, dijo Agustín García, de 34 años, quien dirige una milonga semanal en un paseo en el centro de La Habana, rodeado de árboles. García también está convirtiendo su apartamento en una academia de tango.

“A veces cuando imparto las clases a los estudiantes es increíble cómo aprenden de rápido los pasos”, dijo.

La historia del tango, de origen africano, se extendió a América Latina a fines del siglo XIX en las reuniones sociales, donde los esclavos y los negros libres bailaban al ritmo de los tambores, según revelan historiadores.

Lo que ahora se conoce como Tango Argentino -música con letra y baile en pareja- surgió más tarde en ese siglo en las zonas portuarias de la clase obrera entre Argentina y Uruguay como una fusión de géneros llevados allí por marineros e inmigrantes.

Esto incluía la Habanera, un género musical, una mezcla de ritmos africanos y elementos musicales europeos, que explica quizás por qué el tango terminó siendo tan querido en La Habana.

“La Habana fue la segunda plaza del tango en el mundo entero en la década de 1950”, dijo Félix Contreras, un académico cubano de 79 años que escribe un libro sobre ese fenómeno musical.

“La Habana tuvo tantas orquestas, tantos clubes, tantos cabarets como en Buenos Aires”, añadió. “Todos los artistas del tango argentino vinieron a cantar a La Habana”, dijo Contreras, quien conoció a Osvaldo Pugliese y Astor Piazzolla. “De hecho, cuando (el cantante Carlos) Gardel murió en un accidente aéreo, se dirigía a La Habana”, señaló.

El tango - relató Contreras - llegó incluso a las montañas de la Sierra Maestra, en el oriente de la isla, con el líder rebelde argentino Ernesto “Ché” Guevara, cantando canciones favoritas al resto de los revolucionarios cubanos antes de 1959.

Pero, el tango sufrió un declive en todo el mundo en la década de los años 70. En Cuba fue casi borrado por la emigración de sus mejores músicos y bailarines tras la crisis económica tras el colapso de la exUnión Soviética en 1991.

El bastión del tango se concentra ahora en La Habana, en la academia de García y un estudio de arte denominado el Ojo del Ciclón, que programa milongas varias veces a la semana. “La comunidad del tango ha crecido mucho en los últimos dos años. La danza es parte de lo que son los cubanos”, dijo Leo de Lázaro, propietario del estudio que organiza bailes con maestros argentinos que enseñan gratis a cubanos.



Jamileth


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