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Impacta en el país tiroteo en El Paso, Texas


2019-08-05


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 4 AGO - El tiroteo en la ciudad de El Paso, Texas, vecina a Ciudad Juárez, causó un hondo impacto en México no sólo porque hay muchos ciudadanos de este país viviendo ahí, sino porque las dos urbes están tan imbricadas que cruzar la línea fronteriza parece una mera formalidad.
   
Al menos seis de los 20 muertos y siete de los 26 heridos eran mexicanos, informó el presidente mexicano, Andrés López Obrador, pero además el lugar era un sitio obligado para adquirir artículos de todo tipo por parte de los habitantes de Juárez y sus alrededores.
   
Los habitantes de Juárez aún no terminaban de digerir el "trago amargo" que representó este ataque inédito en pleno sábado al mediodía -al que siguió otro hoy en Dayton, Ohio, que causó 9 muertos- el cual echó por tierra la fama de El Paso de ser una de las metrópolis más seguras de Estados Unidos.
   
La noche del sábado, con luces de candelas y teléfonos móviles apuntando hacia El Paso, decenas de personas organizaron una vigilia en El Punto, una zona cercana a la frontera entre Juárez y El Paso, para manifestar su "solidaridad" a sus vecinos tras el ataque de unas horas antes.
   
Portando pancartas con la leyenda "No more guns" (No más armas), los manifestantes mostraron su empatía hacia sus vecinos.
   
Lucía Valenzuela, integrante del Club Rotario Juárez Ejecutivo, organizador del acto, señaló que "lo único que queremos" es "demostrarles que nos importan. Lo que pasó allá fue un acto de odio y no hay que colaborar con eso", expuso.
   
Otra participante, Idhalí López señaló que Juárez y El Paso "son ciudades hermanas, por lo que no deben dividirse sino actuar como una sola sociedad".
   
"Tenemos lazos fuertes con la ciudad hermana. Todos cruzamos alguna vez allá. Todos tenemos familia ahí. Hay personas que estudian allá y hay personas de aquí que trabajan allá. Tenemos que mostrar paz, tenemos que mostrar amor", afirmó.
   
Los "juarenses" consideran a esa ciudad como parte de su zona metropolitana y la veían como una especie de "oasis" entre 2009 y 2011, cuando la espiral de violencia que sacude a México desde hace 12 años, dejando más de 260,000 muertos, alcanzó su pico más alto.
   
Sin embargo, esa seguridad que les daba traspasar los puentes internacionales ya se esfumó quizá para siempre.
   
"Había rumores de que iban a atacar a otros centros comerciales. Están muy locos. Cualquier persona puede comprar las armas que quiera", señaló a ANSA Alberto Hernández, comerciante y residente en Juárez, que tiene familiares en El Paso.
   
Sin embargo, Hernández afirmó que la "bendición" de El Paso es que "es una comunidad muy organizada" y relató que había "una larga fila para donar sangre y una funeraria ofreció servicios gratuitos para la gente de origen juarense".
   
Patrick Crusius, de 21 años, el agresor, quien disparó a diestra y siniestra primero en la zona del aparcamiento de autos y luego al interior de la tienda, fue puesto bajo custodia y se cree que actuó por motivaciones racistas.
   
El presidente estadounidense Donald Trump señaló a través de Twitter que el ataque "no sólo fue trágico, fue un acto de cobardía... de odio".
   
En México, el presidente Andrés López Obrador, expresó su pesar por la muerte de tres de sus connacionales y al pueblo estadounidense por la pérdida de sus ciudadanos.
   
Según el mandatario, lo ocurrido es producto "de la descomposición, de los problemas que tienen ciertas personas" pero dijo que "no es un asunto generalizado".
   
El canciller Marcelo Ebrard señaló que los afectados han sido atendidos por el consulado en El Paso y que al menos tres heridos se encuentran hospitalizados en esa ciudad.
   
Otras figuras políticas del país se pronunciaron sobre el tema para manifestar sus condolencias y para condenar la violencia.
   
El ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) llamó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a "parar con su discurso de odio, así como "dejar de estigmatizar a otros" y señaló que "se confirme o no, el ataque fue una muestra de odio".
   
El ex candidato presidencial Antonio Meade afirmó que lo sucedido "ilustra que las palabras y el discurso tienen consecuencias, y también refleja que es importante buscar una manera de normar la tenencia de armas en Estados Unidos". 
 



regina


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