Rebelión de mujeres divide al país
2019-08-19
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- La rebelión de mujeres del fin de semana contra la violencia, que terminó con grandes incidentes, dividió a activistas y expertos, ante el riesgo de que el movimiento se salga de sus cauces.
Entre otras cosas, se registró la agresión a un periodista y actos vandálicos contra el emblemático monumento a la Independencia.
"Se ha perdido una gran oportunidad para impulsar un movimiento que podría unir a mujeres y hombres de buena fe para acabar con esta repudiable violencia. Eso es lo triste", señaló el analista político Sergio Sarmiento.
El propio presidente Andrés López Obrador lanzó un llamado a las mujeres que protestan para que lo hagan "de manera responsable, sin violencia y que cuiden el patrimonio cultural" de la ciudad.
El mandatario preguntó "qué tiene que ver un movimiento que reivindica una causa justa, en este caso los derechos de las mujeres, con la destrucción", pero dijo que el gobierno actuará "con tolerancia" y que está "prohibida la represión".
Tras los casos cada vez más numerosos de desapariciones, asesinatos y abusos de mujeres, el sábado se realizó una protesta masiva que reunió a miles de personas en las calles céntricas de la capital, en la cual se generaron fuertes desórdenes.
Un periodista del canal ADN 40, Juan Manuel Jiménez, que transmitía en vivo, recibió una lluvia de diamantina (polvo con brillo usado en fiestas infantiles) y otros objetos y un hombre le propinó un fuerte puñetazo en la cara.
Además, las paredes de la base del Monumento a la Independencia, en pleno Paseo de la Reforma, fueron cubiertas de graffiti con consignas como "No olvidamos ni perdonamos".
Algunas manifestantes treparon a los capiteles para prender pequeñas hogueras con sostenes, por lo que debió ser cerrado para ser sometido a reparación.
Asimismo, la manifestación concluyó con destrozos en una estación de transporte público, en una estación de policía y en daños a mobiliario urbano de la capital, sobre todo en la popular rotonda conocida como Glorieta de Insurgentes.
La demostración fue convocada por las redes sociales bajo el lema "No me cuidan, me violan", para exigir a las autoridades capitalinas mayor seguridad, tras la supuesta agresión contra la joven de 17 años por parte de un grupo de policías.
"Todas las ciudadanas vivimos en constante peligro, las autoridades nos causan el mismo temor que la delincuencia organizada y estamos aterradas de vivir en este país", señalaron.
Sarmiento consideró que "la violencia fue gratuita y ha manchado un movimiento que tenía todo para unir a los mexicanos".
La rebelión fue desencadenada luego que seis policías fueron acusados por una joven que caminaba por una solitaria calle de la zona norte de la capital después de asistir a una fiesta, de haberla abusado dentro de una patrulla.
Las primeras investigaciones dejaron numerosas dudas. Imágenes de cámaras de seguridad revelaron que los agentes nunca la metieron a un vehículo oficial sino la interrogaron fuera de una vivienda donde había pedido ayuda y la entregaron a una ambulancia.
La jefa del gobierno de la capital Claudia Sheinbaum, una estrecha aliada del presidente Andrés López Obrador, aseguró que las autoridades no caerán en la "provocación" y dijo que no se reinstalará a los policías castigados hasta que no se pruebe plenamente su inocencia.
Sin embargo, otros activistas y defensores de las mujeres apoyaron la sublevación de las mujeres y la calificaron como un movimiento "justificado" a pesar de su contrapunto violento.
"Ser mujer en México es vivir en peligro permanente. Ante eso, no nos pidan decoro, no nos exijan portarnos bien: reaccionen", indicó la conocida académica y politóloga Denise Dresser, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Recordó que 76% de las mujeres sufren violencia en el noviazgo, cada mes se cometen 270 femicidios y en seis años crecieron 310% las denuncias por abuso sexual a niñas menores de 5 años. "La atención de las autoridades no debe estar en quienes pintarrajean sino en quienes violan. No debe centrarse en las enojadas sino en las asesinadas", afirmó.
Jamileth
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