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Cristiano y el balón ‘fantasma’


2019-12-05

GORKA R. PÉREZ | El País

Madrid.- La ausencia de Cristiano Ronaldo en la gala del Balón de Oro que coronó a Messi con su sexto premio reflejó un vacío que, aupado por el orgullo del protagonista, evidenció un cambio de paradigma del todo insoportable para el portugués.

Por primera vez desde 2007 —su primera incursión en el trofeo y en la que acabó segundo por detrás de Kaká—, y solo con la excepción de 2010 —año en el que Messi, Iniesta y Xavi coparon el podio—, CR nunca había terminado en tercera posición. Hasta el lunes, siempre que no había ganado el premio había sido segundo.

Entendiendo la afrenta como insalvable, y sin ningún ánimo por participar en el acto, el portugués repitió el desplante del año pasado en la ceremonia que encumbró a su excompañero Modric (tampoco estuvo presente en septiembre en la entrega del premio The Best a Messi), y decidió no viajar a París. Sí tuvo el ánimo de acudir a la gala del Calcio de la Asociación Italiana de Futbolistas, en Milán, y que aconteció en un horario similar a la organizada por France Football. Allí recibió el galardón a mejor jugador de la Serie A de la temporada pasada. “Para mí es un orgullo ser el mejor jugador de la Serie A. Agradezco a mis compañeros jugadores de la Juve y a todos los jugadores que votaron por mí. El año pasado fue mi primer año en Italia, un campeonato difícil, pero estoy muy feliz. Y quiero hacerlo igual que el año pasado”, publicó el jugador en las redes sociales. De lo sucedido en París, ni rastro.

El objetivo de repetir galardón en Italia se antoja complicado para un Cristiano que a los 34 años atraviesa uno de los momentos más delicados de su carrera. Ajustando su rendimiento actual sobre el baremo goleador que él mismo ha puesto siempre por delante para reivindicarse, los números dibujan una curvatura descendente.

En 14 jornadas de Serie A suma tan solo seis goles —es noveno a 11 goles del pichichi Inmobile—, cuatro menos de los que acreditaba en el mismo periodo la temporada pasada. Además, solo ha marcado un gol en los cinco partidos de la fase de grupos de la Champions (los mismos que el curso pasado), y por primera vez desde su aterrizaje en la Juventus ha sido sustituido en dos encuentros de forma consecutiva (Lokomotiv y Milan) por motivos tácticos. “Le falta continuidad en los entrenamientos”, le quiso defender Maurizio Sarri, apelando a los problemas de aductores y de rodilla que arrastra el jugador. “No estoy bien, estoy muy bien”, le contestó, sin embargo, Cristiano.

En ambas ocasiones fue Dybala quien entró al campo en su lugar, un futbolista que ha acaparado el foco de su equipo esta temporada con actuaciones como las del encuentro ante el Atlético en la última jornada de Champions.

“En el deporte y el fútbol no se trata solo de ganar, también consiste en respetar a tus compañeros y rivales”. Con este mensaje en Twitter resumió Modric lo ocurrido durante una gala en la que felicitó de primera mano a Messi por la consecución de un título con el que el argentino desempató con el portugués, ganador en 2008, 2013, 2014, 2016 y 2017.

Sin embargo, la elegancia del croata contrastó con la trastada cometida por Van Dijk, segundo clasificado, cuando al ser preguntado por si la ausencia de CR eliminaba a un rival por el premio declaró: “Ah, ¿pero de verdad era un rival?”. Atendiendo a su estado actual, dar respuesta a esa pregunta empieza a ser complicado.



Jamileth


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