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Facebook y Twitter batallan contra la desinformación en torno al coronavirus


2020-03-10

Por Sheera Frenkel, Davey Alba y Raymond Zhong, The New York Times

Laboratorios secretos. Curas mágicas. Conspiraciones del gobierno. Las compañías de redes sociales se esfuerzan para detenerla, pero la información falsa sobre el coronavirus prolifera en todo el mundo.

Primero hubo rumores conspirativos en las redes sociales acerca de que el coronavirus se había creado en un laboratorio secreto del gobierno en China. Después surigeron medicinas falsas: geles, líquidos y polvos que proporcionaban inmunización contra el virus.

Y después hubo afirmaciones falsas sobre gobiernos, celebridades y descontento racial. Taiwán estaba encubriendo las muertes provocadas por el virus, y la enfermedad se estaba saliendo de control. Bill Gates, cofundador de Microsoft que ahora dirige una organización filantrópica, era responsable por la propagación del virus. Los italianos marchaban en las calles, acusando a los chinos de llevar la enfermedad a su país. Nada de esto era cierto.

Conforme el coronavirus se extiende por todo el mundo, también lo ha hecho la desinformación, a pesar de un esfuerzo agresivo por parte de las compañías de redes sociales para evitar su difusión. Facebook, Google y Twitter dijeron que estaban eliminando información errónea sobre el coronavirus en cuanto encontraban ese tipo de contenido, y que trabajaban con la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones gubernamentales para asegurar que la gente obtenga información precisa.

Sin embargo, una búsqueda realizada por The New York Times encontró decenas de videos, fotografías y publicaciones escritas en cada una de las plataformas de redes sociales que parecían haberse escapado de sus filtros. Las publicaciones no solo estaban escritas en inglés. Muchas originalmente estaban en lenguas que iban del hindi al urdu, el hebreo y el farsi, lo que refleja la trayectoria del virus conforme ha viajado por todo el mundo.

Los investigadores de seguridad incluso han descubierto que los hackers han creado sitios web falsos que afirman tener información sobre el coronavirus. En realidad, eran trampas digitales cuyo propósitoes robar datos personales o entrar en los dispositivos de las personas que los visitaban.

La divulgación de contenido falso y malicioso sobre el coronavirus ha sido un drástico recordatorio de la batalla cuesta arriba que realizan los investigadores y las empresas de internet. Incluso cuando las compañías están dispuestas a proteger la verdad, a menudo se ven superadas y burladas por los mentirosos y los ladrones de internet.

Hay tanta información errónea sobre el virus, que la OMS ha señalado que se enfrenta a una “infodemia”.

“Veo desinformación sobre el coronavirus por todas partes. Algunas personas sienten pánico y buscan curas mágicas, y otras están divulgando conspiraciones”, dijo Austin Chiang, gastroenterólogo del Hospital de la Universidad Jefferson en Filadelfia.

En Taiwán, la desinformación sobre el virus en las redes sociales ha atizado preocupaciones acerca de que China esté usando la crisis para afectar el gobierno de la isla autogobernada.

En semanas recientes, ha habido publicaciones en Facebook y otros sitios que afirman que Taiwán ha ocultado grandes cantidades de infecciones de coronavirus. Ha habido documentos falsos con apariencia oficial que prometen que se regalarán tapabocas y vacunas. Una captura de pantalla de un programa de noticias fue modificada para decir que la presidenta Tsai Ing-wen había contraído la enfermedad y estaba en cuarentena.

Mediante una declaración a The Times, Joseph Wu, el ministro de asuntos exteriores de Taiwán, culpó a los “ejércitos de internet” de China por el torrente de mentiras, aunque su oficina rechazó dar más detalles sobre cómo llegó a esa conclusión. La Oficina de Asuntos de Taiwán de China no respondió a una solicitud para hacer comentarios enviada por fax.

El Partido Comunista afirma que Taiwán es parte del territorio chino, y los funcionarios taiwaneses han acusado desde hace mucho tiempo a Pekín de manipular los medios tradicionales y las plataformas de redes sociales para poner a los ciudadanos taiwaneses en contra de Tsai, quien se opone a las relaciones más cercanas con China.

Summer Chen, editora jefe de Taiwan FactCheck Center, un grupo de vigilancia que desmiente rumores y bulos en línea, dijo que su equipo estaba más ocupado desde que el brote comenzó, que durante la elección presidencial de Taiwán en enero, cuando la isla se encontraba en alerta ante la potencial interferencia china en los comicios.

“Durante toda esta epidemia, la gente ha preferido las teorías de conspiración”, dijo Chen. “¿Por qué será que durante las epidemias la gente no elige creer información científica precisa?”.

Facebook, YouTube y Twitter señalaron que estaban haciendo esfuerzos para que la gente se dirija a fuentes confiables de información médica, y tenga líneas directas de comunicación con la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Facebook señaló que prohíbe contenido que podría dañar a las personas, como afirmaciones que desalientan el tratamiento o las precauciones adecuadas en contra del virus. Publicaciones y videos que compartían teorías conspirativas fueron claramente marcados como falsos, en cuanto fueron revisados por verificadores de datos.

Cuando los usuarios de Facebook intentan compartirlos, aparece un mensaje que alerta al usuario de que la publicación incluye información que ha sido marcada como falsa por verificadores de hechos.

Sin embargo, esas medidas no han evitado que la gente en grupos privados de Facebook envíe enlaces y comparta información falsa sobre el virus. En grupos privados de Facebook, incluyendo uno que tiene más de 100,000 miembros, las teorías de conspiración divulgan que el coronavirus fue un invento de la industria farmacéutica que tiene como propósito venderles a los ciudadanos más medicamentos costosos y más vacunas.

Aunque muchas publicaciones simplemente animaban a la gente a tomar vitaminas y tener una dieta equilibrada para mejorar su sistema inmune, otras ofrecían promesas de inmunidad o curas si se consumían ciertas combinaciones de polvos y bebidas. Algunas incluso eran más peligrosas. La Administración de Alimentos y Medicamentos se refirió a una “solución mineral milagrosa” publicada muchas veces en Facebook y Twitter como “lo mismo que beber lejía”.

Chiang, el gastroenterólogo, hace poco ayudó a comenzar la Asociación para las Redes Sociales de Atención Médica (Association for Healthcare Social Media), un grupo dedicado a animar a más profesionales de la salud a publicar en las redes sociales para poder disipar parte de la desinformación.

“Las personas están buscando buenas fuentes de información, porque muchas cosas que ven cuando entran a sus plataformas de redes sociales solo las están asustando”, comentó.

Aunque Twitter reconoció la presencia de parte de este contenido en su red, Del Harvey, vicepresidente de confianza y seguridad de Twitter, dijo que la compañía no ha visto esfuerzos “a gran escala y coordinados” para desinformar a la gente sobre el coronavirus. Después de que The New York Times contactó a Twitter con ejemplos de tuits que contienen información errónea sobre el coronavirus, algunos propietarios de las cuentas fueron suspendidos “por publicar contenido basura”.

Facebook señaló que además de trabajar de cerca con organizaciones de atención médica, estaba ofreciéndole a la OMS espacio publicitario gratuito para tratar de dirigir a la gente hacia información precisa sobre el coronavirus. La compañía dijo que eliminaría publicaciones que desanimen a la gente de buscar tratamiento o sugieran remedios que puedan provocar daño físico, asimismo, afirmó que colocaría etiquetas de advertencia en las publicaciones que fueran clasificadas como falsas por sus verificadores de hechos.

YouTube, propiedad de Google, también dijo que estaba trabajando de cerca con la OMS para ayudar a combatir la desinformación. Farshad Shadloo, portavoz de YouTube, dijo que la compañía tenía políticas que prohibían los videos que “promueven métodos médicamente infundados para evitar el coronavirus en lugar de buscar tratamientos médicos”.

No obstante, decenas de videos de YouTube incluían títulos que sugerían que el video ofrecía una cura del virus. En otros, las secciones de comentarios debajo de los videos incluían enlaces a páginas que ofrecen una gama de tratamientos alternativos infundados.

En algunos casos, esos enlaces han llevado a la gente a sitios web que atraen a las personas con la promesa de una cura, pero en realidad roban información de sus tarjetas de crédito y otros datos personales.

La firma de ciberseguridad Check Point señaló que más de 4000 sitios web relacionados con el coronavirus que incluyen palabras como “corona” o “covid” se han registrado desde el comienzo del año. De ellos, el tres por ciento se consideraba malicioso y otro cinco por ciento era sospechoso.



Jamileth


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