Los pobres del sur, siempre pobres
2020-03-11
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO,- Siete de cada 10 habitantes de la región sureste de México, la más atrasada y con mayor población indígena, nacen y mueren pobres, y las posibilidades de saltar la "barrera" de las clases sociales es prácticamente nula.
A esta dramática conclusión arribó un estudio realizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) y el Colegio de México (Colmex), dos influyentes centros de pensamiento en este país.
La movilidad social es prácticamente nula para quienes viven en la zona más meridional del país, que abarca estados como Campeche, Chiapas, Guerrero, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
En cambio, los que nacen en la región norte, la más próspera, como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, son los que más posibilidades tienen de superar sus condiciones de vida y escalar de la pobreza a la clase media y aún a la alta, a lo largo de su vida.
El análisis expone que en el país "existe una marcada dispersión territorial" en materia de acceso a las oportunidades y crecimiento económico, lo que obstaculiza la movilidad social.
"La baja movilidad social está íntimamente relacionada con la pobreza y la desigualdad", señala el documento.
Las diferencias regionales en opciones de ascenso social se relacionan con temas como la tasa de desempleo juvenil, oportunidades escolares, infraestructura en la vivienda y por supuesto el crecimiento económico", agrega.
Los estados del país donde se puede "escapar de la pobreza" con mayor facilidad son Baja California, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Aguascalientes y Jalisco, junto con la Ciudad de México.
Tres de esas provincias pertenecen al norte de México, dos al centro una al occidente y una a la región centro-sur, pero ninguna a la parte meridional.
En estas últimas, sólo el 27% de la población, es decir, uno de cada cinco, tienen pocas posibilidades de ascender en la pirámide social a lo largo de la vida. El reporte, titulado "Desigualdad y Movilidad Social en México", se enmarca en un programa de investigación para una mejor comprensión de las desigualdades en el país y es financiado por la Unión Europea (UE) y coordinado por la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).
Los resultados del relevamiento, realizado a partir de un análisis de los 32 estados de México, sin precedente en el país, fueron dados a conocer en presencia del ministro de Finanzas, Arturo Herrera.
"Encontramos una fractura social del país. Los beneficios de la modernización económica se centran en el norte y en el sur son limitados. Tenemos que atender de manera prioritaria, urgente, el sur-sureste del país", señalan las conclusiones del estudio. El caso de Chiapas, escenario en enero de 1994 de una insurrección armada indígena que todavía se encuentra latente, fue definido lapidariamente como "trágico", por cuanto "el grado de movilidad social ascendente es, incluso, negativo". "Hay peores oportunidades al día de hoy para los chiapanecos que lo que tuvieron sus padres", indicó el experto Raymundo Campos, coautor del texto. "Se requieren intervenciones integrales, territorialmente diferenciadas entre generaciones, con enfoque de género y familia", indicó el profesor-investigador del Centro de Estudios Económicos de Colmex.
La economista Aurora Ramírez, investigadora del mismo centro, señaló que, según la encuesta realizada entre 2,500 personas en siete ciudades, los entrevistados estiman que alguien debe ganar unos 1,900 dólares para ser considerado rico.
Lamentablemente, menos de 1% de la población de Chiapas disfruta de un ingreso de esta naturaleza.
El ministro de Finanzas señaló que "no solamente no hay movilidad social" en la franja más pobre de México, sino "un nivel de ingreso separado del resto del país".
Se requiere de "cambiar las condiciones" imperantes y asumir una "posición ética en un país donde hay muchísimas injusticias", afirmó.
Jamileth
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