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La economía mundial en peligro, la recesión es inminente


2020-03-16

Política Exterior

El colapso de la economía china desde mediados de febrero hasta hoy es el espejo en el que se mira el resto del mundo. En Europa, el brote de coronavirus ya afecta a los datos económicos del primer trimestre, y sus efectos se prolongarán en el segundo. Italia es la economía más vulnerable, pero no es descartable una recesión en toda la zona euro.

El dragón asiático, una de las ­economías más sólidas y resilientes del mundo, podría sufrir este trimestre su primera contracción desde la revolución de Mao Zedong. El PIB del país pasará de crecer a un ritmo del 6% anual a entrar en terreno negativo como consecuencia del brote de Covid-19, por lo que los líderes políticos de Europa hacen sus cálculos y estiman cuál será el impacto para una región que crecía poco más de un 1% al año.

Italia estaría entrando ya en recesión. Técnicamente se considera así cuando el PIB se contrae dos trimestres consecutivos. El país transalpino lo hizo en el último trimestre de 2019 debido a la incertidumbre política y la crisis permanente de su economía. Es por ello que una nueva contracción entre enero y marzo arrastrará la economía italiana a la recesión. Las medidas adoptadas por el gobierno de Giuseppe Conte se aproximan a las adoptadas por China, de modo que el hundimiento de su economía es inminente. Los centros de producción italianos están cerrados y el comercio se ha frenado en seco. Solo permanecen abiertos supermercados y farmacias.

Italia atraviesa una doble crisis: de oferta y de demanda, que amenaza con provocar un colapso. La situación es especialmente grave dada la debilidad de su economía. Por una parte, la deuda pública supera el 130% del PIB, por lo que ya no tiene margen fiscal para establecer nuevos estímulos. Pero, además, todavía no ha realizado la recapitalización que necesita la banca, de modo que la circulación de crédito podría paralizarse. Y, por último, la industria italiana lleva décadas perdiendo competitividad y es incapaz de adaptarse a los cambios tecnológicos.

Recesión a la vista en la zona euro

Italia es la economía del euro más vulnerable y la que ha sufrido mayor impacto por el brote de la enfermedad, lo que ha desatado la tormenta perfecta. Pero el contagio en Europa no se frenó ahí. España, Francia o Alemania superan ampliamente los 4,000 casos confirmados y se están adoptando medidas restrictivas que afectarán a la producción en las próximas semanas, como ya ocurre en Italia.

Si se extrapolan las cifras de Italia, no es descartable que la zona euro pueda entrar en recesión. El brote de la enfermedad ya afecta a los datos del primer trimestre, pero sus efectos se prolongarán, al menos, durante el segundo. Alemania tendrá difícil evitar la recesión, a pesar de que el gobierno de Angela Merkel tiene espacio fiscal para adoptar medidas de estímulo. El problema es que su economía es una de las más abiertas del mundo, por lo que sufre tanto la escasez de suministros como la caída de la demanda interna.

Las previsiones previas al brote del coronavirus estimaban un crecimiento del PIB para Alemania de apenas el 0,4% para 2020. Eso significa que cualquier pequeña desviación dejará el país en negativo. Francia tiene un poco más de margen, ya que las previsiones apuntaban a un crecimiento del 1,2% para 2020.

España es la gran incógnita. Los datos de actividad previos a la crisis del coronavirus eran prometedores y apuntaban a un crecimiento del PIB del entorno del 1,7%. De hecho, el número de afiliaciones durante los primeros días de marzo todavía eran positivos, con un crecimiento interanual próximo al 1,9%, según fuentes del gobierno. Sin embargo, el coronavirus afectará gravemente a España dada su elevada dependencia del turismo y su apertura al comercio global. Malas noticias en un país con apenas margen presupuestario para adoptar las políticas fiscales extraordinarias que ha recomendado el Fondo Monetario Internacional en su informe anual sobre España. La respuesta del gobierno español ha sido un plan de emergencia económica por un total de 18.225 millones de euros.

En un intento fallido por transmitir tranquilidad, el Banco Central Europeo anunció el 11 de marzo compras de deuda por 120,000 millones de euros, inyecciones de liquidez y un nuevo programa de crédito para la banca. Los tipos de interés, de momento, se mantienen. La primera gran intervenión de Christine Lagarde al frente del BCE no evitó, sin embargo, que las bolsas siguieran cayendo el resto de la jornada.

Fuera de Europa, la recesión es inminente en Japón, que ya sufrió una contracción del PIB del 1,8%, un auténtico hundimiento como consecuencia de la subida del impuesto al consumo. A ese factor se suma ahora el coronavirus y la caída de la demanda y la oferta de China. Y la gran duda es: ¿quién será el siguiente?



Jamileth


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